Un adicto a las drogas murió arrollado por el tren, en el fraccionamiento Ojo de Agua.
Los hechos quedaron al descubierto minutos antes de las siete de la mañana de ayer, cuando vecinos encontraron el cuerpo sin vida de Francisco Palos, de 37 años, tirado entre las paralelas de acero, a la altura de la calle Los Díaz, a unos 100 metros al sur del Primer Anillo de Circunvalación, por lo que llamaron al servicio de emergencia 911.
Al lugar se dirigieron policías de vialidad y municipales del Grupo de Operaciones Aéreas, seguidos por socorristas de la Cruz Roja Mexicana, los cuales confirmaron la horrenda muerte.
Por los indicios, se cree que el hoy occiso, conocido en la zona por su adicción a las drogas, a pie intentó ganarle el paso a la mole de acero, que se desplazaba con dirección al sur, pero no lo logró y murió destrozado.
Acordonada la zona, se presentaron para dar fe del cadáver elementos de la Dirección General de Investigación Pericial y de Homicidios de la Agencia Estatal de Investigación Criminal. Terminadas las indagatorias del caso, los peritos trasladaron el cuerpo al Servicio Médico Forense, donde la necropsia arrojó que Francisco pereció de traumatismo múltiple.