“Imperan la Falta de Respeto, Orgullo, Soberbia y Acumular Cosas”

Por Benny Díaz

“Seguir el camino de Dios es difícil, los hombres tenemos otros criterios en donde imperan la falta de respeto, orgullo, soberbia, acumular muchas cosas sin importarnos unos a otros. Dios dice: ‘quien quiera seguirme renuncie a sí mismo, tome su cruz y sígame’, cada día esa frase es difícil”, dijo el obispo Juan Espinoza Jiménez en su homilía dominical.

Resaltó que también es claro el mensaje de Dios al decir que “aquel que quiera salvar su vida, la perderá, pero si pierde la vida por mí, la encontrará. El que sirve al hombre puede ganar el mundo entero, pero pierde su vida y también el Creador habla de un juicio y a cada uno nos corresponde hacer lo que debemos, sobre todo en estos días en que la sociedad pasa por una turbulencia. Por ejemplo el respeto a la vida, el criterio de Dios es defenderla en todas sus expresiones y el hombre va por diferentes rumbos, igualito pasa con la cuestión educativa y debemos discernir a fondo cuál camino vamos a seguir si el de Dios o el de los hombres”.

El purpurado puso como ejemplo a los fariseos, de los que Jesús pidió a sus discípulos cuidarse y también que no dijeran a nadie que era el Mesías, porque debía guardar su identidad para cumplir con la misión que le fue encomendada por Dios Padre.

“Para muchos es incomprensible que haya muerto en la cruz para salvar a los hombres, aliviar su dolor, enfermedad, toda clase de penas y remediar los males causados por el pecado como es el odio, egoísmo, mentira, violencia, muerte y ese misterio de redención es algo impensable para los criterios del mundo, es decir la muerte en cruz rebasa toda lógica humana”.

Por eso invitó a la feligresía a no ser como Pedro, en su momento, que con buenas intenciones quiso evitar que Jesús padeciera todo ese calvario y que fuera crucificado, sobre todo cuando el Salvador le había dicho que él sería la roca sobre la que edificaría su iglesia, pero cuando vio que trató de disuadirlo y le dijo “apártate de mí Satanás”.

Todo esto para muchos puede ser incompresible, incluso lo fue en su momento hasta para los apóstoles que fueron entendiendo el mensaje cuando se fueron apartando de los criterios mundanos y conductas de los hombres para regirse por el amor extremo que es el símbolo de la cruz, “la imagen del suplicio del condenado a muerte por el amor de oblación para salvar a los subyugados y víctimas del diablo”.

El que sigue el camino de Jesús “de aparente fracaso y muerte como le ocurrió a Jeremías y a Pedro nos muestra los costos de esa fidelidad al ser objeto de burlas, rechazo; nos da temor no seguir los criterios mundanos, las conductas de los hombres que son el utilitarismo, triunfalismo, vanagloria, hipocresía, manipulación, mentira y falsedad; si queremos seguir realmente al Maestro hay que asumir la cruz y el sufrimiento que eso implica”.