“No Pongan Obstáculos”, Pide a Empleados de Notarías Parroquiales
Por Benny Díaz
“En la Iglesia católica nadie es rechazado, es para todos, no hace exclusiones y recibe a creyentes y no creyentes”, fue parte del mensaje que dio al obispo Juan Espinoza Jiménez, en la homilía de la misa oficiada para quienes trabajan en las notarías de los templos, que es “la puerta de acceso para quienes buscan un acercamiento con Jesús”.
Ejemplificó esto con el Evangelio de Mateo, en donde una mujer cananea busca la ayuda de Jesús para que le ayude a expulsar a los demonios que atormentaban a su hija, siendo que en esos tiempos los de ese lugar eran vistos “como perritos”, que “en la Biblia está escrito suavecito, pero en realidad eran despreciados y repudiados y los apóstoles, en ese momento se pusieron de metiches a decir que el Salvador era de los judíos no de otros”, subrayó el purpurado.
En ese pasaje de la Biblia, Jesús pone a prueba la fe de esa madre y le reitera que el pan de Dios es sólo para los de ese pueblo, pero ella le responde que con una migaja basta para que su hija sane y esos demonios la dejen en paz.
Después de eso “el maestro le ayuda y por eso se resalta que el amor de una madre lo puede todo. Ojalá la iglesia fuera esa madre cananea hoy en día y ustedes, como notarios, son la puerta para eso”.
Les resaltó que “Jesús no es sectario y todo aquel que crea que ha venido a salvar a todos los hombres y da vida, es capaz de curar y eso habla de una fe grande”.
Juan Espinoza reiteró en que “ojalá fuéramos por esos hijos que están poseídos, enfermos, alejados y abandonados por la Iglesia e ir con Jesús a presentarle esa miseria humana, dolor, sufrimiento y necesidades”.
Invitó a todos a que “reforcemos nuestra fe, estar ahí porque la Iglesia somos todos y tenemos la misma misión de que los que deseen llegar a Jesús puedan hacer y sin ponerles obstáculos”.
Y el mensaje para los que trabajan en las notarías de los templos fue claro: “no pongan obstáculos, no lleguen tarde a abrir porque se les hizo tarde por cumplir con otras tareas, todos tenemos 10 minutos de tolerancia, pero si les reclaman por estar ahí esperándolos más de ese tiempo, acéptenlo. Atiéndanlos bien, sin malas caras o malos modos. Si una madre quiere hacer un trámite para que su hijo o hija haga su primera comunión o reciba la confirmación y les dice que no traen los 250 pesos para pagar, ayúdenla y no les salgan con que el cura dijo que deben pagar 600 o 700 pesos porque les van a poner alfombra roja, que no haya obstáculos, hay que ayudarnos a ser ordenados con toda la gente que va a la notaría a hacer un trámite (apartar una misa, recibir un sacramento, etcétera) para encontrase con Jesús, con el rey”.