“Se Debe Luchar por Ellos Para Motivarlos”
Por Benny Díaz
Leonardo Montañez Castro, presidente municipal de Aguascalientes, en la sesión extraordinaria de Cabildo, donde se hizo entrega del Premio Azteca a destacados deportistas, resaltó que hace días en la entrega de una obra en la Universidad Panamericana se encontraron con que ya estaba grafiteada y vandalizada, y cuando preguntaron a quienes lo hicieron las razones para ello, la respuesta fue devastadora: “porque los sueños están perdidos”.
Esto lo contaron personas de dicha institución educativa al alcalde y varios regidores, luego de que localizaran e interrogaron a los grafiteros: “el grafiti era DL y les dijeron a los de la universidad que si no veían las letras, en respuesta les volvieron a cuestionar qué significaban y es dream lost (sueños perdidos)”.
Lo que estos jóvenes hicieron fue grafitear la cancha y romper algunas ventanas y ante eso “nosotros queremos que sueñen y estaremos haciendo un gran esfuerzo todos los compañeros (de Cabildo) para ir hasta el último rincón, cada fraccionamiento para realizar actividades, incluso nocturnas, los necesitamos a ustedes, los deportistas, que son un gran ejemplo y motivación para estos muchachos que ven sus sueños perdidos, que se den cuenta que se pueden lograr si se lucha por ellos”.
Claro que alcanzar esta meta no es fácil: “si te levantas temprano, sacrificas tiempo y cuentas con una familia que te ama todo es posible”.
Propuso una alianza a todos los galardonados para “que a través de ustedes niños de 11 o 12 años no tienen por qué tener sueños perdidos, nosotros no podemos estar cruzados de brazos, realizaremos todo lo que esté a nuestro alcance para transformar los espacios”.
Pero las acciones también deben ser de parte de los que tienen esos sueños perdidos para recuperarlos y requiere un esfuerzo, resaltó Montañez Castro: “no hay gloria sin esfuerzo. En el caso de los deportistas se requiere tiempo de entrenamiento, disciplina, sacrificio y cuando se logra algo, exigirse más, ir por lo que falta”.
Y puso otro ejemplo de uno de los fundadores de Google, Michael Brin, de origen ruso y expatriado judío, quien fue a una de las universidades más prestigiadas de Israel como gran matemático, porque sabía que habían conseguido siete premios nacionales en matemáticas.
“Los jóvenes universitarios no podían creer que estuviera ahí uno de los fundadores de Google y los sorprendió con su mensaje porque les dijo: ‘estoy aquí porque son los mejores estudiantes y ganaron siete de los 10 premios principales de matemáticas, pero como diría mi padre: ¿qué pasó con los otros tres?’, ese es el nivel de exigencia que tenía en su familia este hombre”.