Un borracho se trepó a la azotea de su casa con la intención de bajar por el patio, pero una varilla de metal casi se le entierra en una pierna, en el fraccionamiento Bajío de las Palmas, al oriente de la ciudad.

La mañana de ayer, Francisco “N” “N”, de 25 años, llegó a su domicilio situado en el 313 de la calle Palmar, pero como “no traía llaves”, decidió brincarse.

Sin embargo, al pisar en uno de los casti­llos del domicilio en construcción, resbaló y una de las varillas se le metió entre el pantalón, rozándole la pierna izquierda, muy cerca de la rótula, y quedó colgando para luego caer al suelo.

Al recibir el llamado de auxilio, acudieron policías y paramédicos municipales, y tras revisarlo le sugirieron a su madre que lo llevara a un hospital para una revisión más exhaustiva.