Identifican Ocho Especies en el Estado
La Universidad Autónoma de Aguascalientes ha contribuido desde hace varias décadas, a la preservación del medio ambiente y al cuidado de algunas especies animales.
El maestro Gustavo Ernesto Quintero Díaz, Biólogo e investigador de la máxima casa de estudios, ha trabajado con anfibios y reptiles que tienen presencia en el estado de Aguascalientes, con el propósito de entender sus características físicas, estilo de vida y la relación con el ser humano de manera integral.
Las víboras –en especial las de cascabel– son una especie muy temida y, al mismo tiempo, de las más admiradas. En este sentido, el experto compartió que México cuenta con la mayor cantidad de especies venenosas; de las 436 especies que hay en el territorio nacional, 88 son venenosas, 51 de ellas son endémicas de nuestro país.
En Aguascalientes, podemos encontrar entre 90 y 95 especies –ocho de ellas de cascabel. Existen dos familias importantes de serpientes venenosas, la “lapide” y la “viperidae”, en la segunda se incluyen las especies de cascabel.
Para conocer su distribución, el investigador de la UAA inició con trabajos previos identificando en textos y artículos de la década de los 90’s donde es que se habían rastreado y ubicado algunos ejemplares.
La intervención llevó al equipo de estudio a zonas de menor influencia humana como la serranía del muerto, zonas montañosas de la Sierra Fría y mesetas de los municipios de Tepezalá y Calvillo. De las 44 especies de cascabel que hay en México, se ubicaron ocho en territorio aguascalentense.
La serpiente de cascabel cuenta con abundantes escamas, la forma de su cabeza es acorazonada, su pupila es de forma vertical y cuenta con una fosa termoreceptora entre ojo y nariz, además de un rasgo característico: el cascabel al final de su cola.
Estas serpientes cuentan con colmillos de poco más de dos centímetros; inyectan el veneno de la punta, identificando al momento de morder, el peso de la presa que están atacando.
Dicha sustancia la usan como método prioritario al momento de alimentarse, y, después, como un mecanismo de defensa.
Los ejemplares que han sido encontrados y estudiados son: Crotalus aquilus, víbora de cascabel oscura o de Querétaro, especie de entre 30 y 50 centímetros que habita en montañas, encontrada en la Sierra del Laurel; Crotalus atrox del desierto o diamante, encontrada en 2017 en Tepezalá cerca de una mina; Crotalus basiliscus, 2015, agresiva y grande en su tamaño –más de un metro– encontrada en zonas de Calvillo.
Se han localizado además Crotalus lepidus, víbora de cascabel verde de las rocas, con distribución en México y Estados Unidos, ubicada en Sierra Fría, Cosío y Tepezalá; Crotalus Moloso, serpiente grande –un metro–, color café pardo, cola negra, con presencia en todo el estado; Crotalus puristictus, considerada de las más hermosas por sus colores –amarillo rojizos–, víbora de cascabel de hocico de puerco, de alta afinidad con agua, encontrada en Aguascalientes –zona del aeropuerto– y municipios de Jesús María, Calvillo y San José de Gracia.
Así mismo, investigadores han encontrado Crotalus prisei, llamada víbora de cascabel de manchas dobles, ubicada sólo en la Sierra Madre Oriental y una parte de la Occidental, ha sido capturada en la Sierra Fría; Crotaulus escotulatus, tiene muchos registros en zonas secas y en la capital del estado, Jesús María, Cosío, Rincón de Romos y partes bajas de San José de Gracia.
El propósito de la UAA con el estudio de las serpientes de cascabel es entender su biología y saber qué hacen, cómo y en qué zonas se mueven, para ello, les han sido colocados transmisores.
Los expertos en ellas comparten que son controladores naturales de especies de poblaciones de roedores, lagartijas e incluso, anfibios. Cabe destacar que la máxima casa de estudios suma cuatro años dando seguimiento a las serpientes de cascabel.
A decir del biólogo, confían que, en breve, puedan realizar una publicación con los datos y conclusiones obtenidas en la investigación.