Hay que Visibilizar Este Grave Problema: Silva Perezchica

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Raúl Silva Perezchica (Foto: Ernesto Martínez Reyes)

La contaminación del suelo y el subsuelo puede repercutir en la salud de los ciudadanos, sobre todo cuando no se tiene el cuidado de que cuando ciertos artículos terminan su vida útil no se les desecha de forma adecuada y una prueba de ello son las pilas de un solo uso, que son de las preferidas de los mexicanos, pero cuando se agota la energía no se tiene la conciencia de depositarlas en los lugares específicos para que puedan ser procesadas y van a dar a tiraderos a cielo abierto generando un problema con los metales pesados, advirtió el diputado Raúl Silva Perezchica.

Por eso es que presentó una iniciativa para modificar el artículo 40 de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Estado de Aguascalientes y sus Municipios, con el propósito de que tanto en las dependencias de gobierno del estado como en los municipios compren baterías recargables.

“Cuando realizamos el análisis del impacto que tienen las pilas no recargables, nos percatamos de que las y los mexicanos desechamos en promedio 13 pilas o baterías al año, a pesar de que muchas de ellas están consideradas como residuos peligrosos. En nuestro país existe una regulación que establece la manera en que debemos desechar este tipo de dispositivos, pero algunas estimaciones sugieren que cerca del 50 por ciento de las pilas termina en tiraderos a cielo abierto, lo que implica un riesgo muy grande para la salud de todos y todas, ya que las pilas no recargables contaminan el suelo, el aire o el agua”.

Con esa modificación a la ley, “deberán adquirir exclusivamente dispositivos recargables, que permitan su uso en múltiples ocasiones, con excepción de aquellos dispositivos que por sus características técnicas o de utilización se encuentren disponibles en el mercado exclusivamente en modalidades no recargables o de un solo uso”.

De esta manera además de proteger el medio ambiente también se puede ahorrar en recursos, existen diversos tipos de pilas no recargables, sobre todo por su tamaño y de los materiales y químicos que se utilizan para elaborarlas.

Las que tienen más demanda en el mercado son las AAA, AA, 9V, C y D, que suelen elaborarse con químicos alcalinos, como el carbono-zinc, litio, níquel-metal y níquel-cadmio, de ahí que al quedar inutilizadas tengan que desecharse adecuadamente, para evitar daños al medio ambiente, como consecuencia de la liberación de los químicos usados en su fabricación.

“Somos conscientes de que esta iniciativa atiende una parte del problema y será necesario que se diseñen y se ejecuten otras acciones y programas complementarios para que logremos disminuir el consumo de pilas de un solo uso. Es lamentable encontrar que aunque somos conscientes del enorme daño que provoca el desechar estos dispositivos de forma inapropiada, se sigan arrojando pilas usadas a los contenedores y botes de basura, una práctica que ha estado motivada porque la mayoría de las personas desconoce dónde debe entregar las pilas no recargables para que sean procesadas adecuadamente. Por eso es doblemente importante visibilizar este grave problema y en lo posible reducir su consumo, al menos en el ámbito gubernamental”.