Negociación
LOS PSICÓLOGOS que trabajan en el Instituto Municipal de Salud Mental de Aguascalientes (IMASAM) hay días que no tienen ni respiro en sus respectivos turnos, porque según la titular de dicho ente, Brenda Nayeli Barrientos Delgado, hay quienes cuando pasan por un momento de crisis llaman por teléfono y hay quienes los atiende por el tiempo que sea necesario, porque lo que necesitan es hablar y sacar todo lo que sienten y que los tiene al límite.
POR ESO ES que la carrera de psicología, que antaño era poco redituable, ahora se ha convertido en un área donde faltan profesionistas, porque hay que especializarse en diferentes campos y uno de esos es saber “negociar” con alguien que esté a punto de suicidarse y sea descubierto antes de consumar los hechos.
LAS FORMAS de hacerlo son muchas y es por eso que entre menos se diga cómo ocurren los hechos, mejor, porque luego toman ideas y hasta las mejoran.
CUANDO ESTÁN a punto de consumar el suicidio, debe haber sobre todo personas que no sean de su círculo cercano porque la cosa se pone peor porque todo se desborda.
DE AHÍ que los psicólogos tengan que saber cómo manejar las crisis y por teléfono, algo que no es nada fácil, porque hay que controlar a varias personas.
COMO SON casi siempre elementos policiacos a los que se recurre en esos casos, es que ellos también deben de tener la capacidad para mantener la calma y hacer el enlace con los profesionales de la salud mental para que comiencen a “negociar” con quien está en crisis y quiere terminar con su vida.
CUANDO LLEGAN al punto en que pueden hacer el “rescate” es primordial que la persona, y todos los de su entorno nuclear, reciban terapia, porque si no, los intentos van a continuar tanto como lo crean necesario, lamentablemente, hasta conseguir quitarse la vida.
LA TITULAR del IMASAM mencionó que hay que quitar de la creencia de todos, que quienes tan sólo piensan en suicidarse no es chantaje, como hay quienes insisten en abordar el tema, sino alguien que tiene problemas con sus emociones y en ocasiones se debe a que el cerebro no genera la cantidad de sustancias necesarias para un equilibrio mental y emocional. (BDR)