Reaparece
HEDER GUZMÁN Espejel, el exdiputado que le encanta beber y le sale lo bravucón, como ocurrió en la pasada Feria Nacional de San Marcos, en donde al puro estilo Jorge Kahwagi, el exboxeador patito que llevó ese deporte en México al desprestigio por lo pésimo que era y luego se metió a la política y terminó haciéndole competencia a Lyn May por lo malformada que le quedó la cara de tanta cirugía estética, reapareció el lunes en una conferencia de prensa presumiendo que él es el mero, mero en el estado de la porra de Marcelo Ebrard, una de las “corcholatas” para la presidencia.
DE PENA ajena Heder Guzmán Espejel, del que hasta Gustavo Báez se burlaba diciéndole que era “el (entonces) diputado morenista más panista”, y que un día y otro también salía a declarar que iba a refundir en la cárcel a Jorge López Martín por el desfalco millonario que tenía en el Patronato de la Feria Nacional de San Marcos.
Y DECÍA que lo apoyaba hasta la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y según él, Jorge López ya estaba con un pie en el Cereso.
PURO CUENTO porque por un tiempo cambiaron a Jorge López del Patronato a Comunicación Social de Gobierno del Estado, en donde también manejaba harto dinero.
Y COMO cereza del pastel, en la cara del diputado que aventó golpes a lo loco y sin atinar a un marino, como dice la canción “por el amor de una mujer”, fue que regresaron a Jorge al Patronato.
LUEGO SALIÓ de forma bochornosa, pero Heder ya ni figuraba en el mapa. Después del escándalo de borrachera y golpes, se “perdió” un rato de la vida pública.
ANDUVO BUSCANDO acomodo en varios grupos de Morena y hay quien dice que ya le da risa y se lleva de “tú” con Francisco Arturo Federico Ávila Anaya, pero donde parece que se volvió a “torcer” el camino es con las corcholatas, porque el candidato doblemente perdedor apoya a Adán Augusto López Hernández, y Heder ahora anda haciéndole ojitos a Marcelo Ebrard.
EN SERIO que hay políticos que dan pena y risa, porque luego de quedarse sin nada precisamente por no tener claros su ideales y principios y andar de aquí para allá, ser de todo y sin medida, luego anden mendingando atención y andan de porra de quien esperan sea el candidato a presidente, para ver si en una de esas los premian con algún puesto, aunque sea de mandadero en la Secretaría de Bienestar.
Y LUEGO se quejan de que Morena nomás no da una en Aguascalientes, con esos “representantes”, para qué quiere enemigos. Aunque luego salgan a decir que son educados y tejen fino. (BDR)