Ante el Caso de Siete Alumnos Intoxicados con Brownies con Mariguana

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Raúl Silva Perezchica (Foto: Ernesto Martínez Reyes)

El diputado Raúl Silva Perezchica calificó como una “situación nada sencilla por las cuestiones de derechos humanos para que se vigilara que no entraran productos de ese tipo, se tendría que hacer una revisión exhaustiva, incluso de los que brindan el servicio de cooperativa, los alumnos en sus mochilas e in­cluso los padres de familia, que pueden llevar comida”, esto luego que se diera a conocer que se intoxicaron siete alumnos con brownies de mariguana, en la secundaria federal 11.

El legislador dijo que hay que estar apos­tándole a que “de alguna manera haya acuer­do entre madres y padres de familia para que estén revisando lo que llevan sus hijos, sabemos que no lo pueden hacer siempre porque algunos salen a trabajar muy tem­prano, pero sí hay que estar al pendiente”.

El personal de la escuela no lo puede hacer debido a los derechos humanos, ya que lo que lleven los estudiantes se considera “una situación privada”.

Para el legislador panista, no se trata de quitarle derechos a los profesores o cola­boradores que estén en las escuelas, sino “más bien de hacer programas que inhiban esta situación en donde la responsabilidad sea general y que se atiendan este tipo de problemas en cuanto a adicciones”.

Reconoció que esta situación de la drogadic­ción hace años no era tan común, “sí se presen­taban casos, hay que confesarlo y utilizaban solventes como cemento industrial, resistol, thiner, que conseguían en lugares estableci­dos o en fábricas que utilizaban ese tipo de sustancias para intoxicarse. Generalmente se detectaba por el maestro, lo digo porque con­migo llegó a pasar cuando daba clases en una escuela, y lo que procedía era hablarle a los padres de familia, no era común y la situación se manejaba en lo particular o se les canalizaba a los Centros de Integración Juvenil”.

Silva Perezchica negó que ahora, que ya es algo general que comiencen a consumir droga adolescentes de entre 13 a 15 años, sea una solución expulsarlos, porque es “man­darlos a una situación más complicada, hay que irse con mucho cuidado porque el alum­no se encuentre vulnerable y lo apartamos de la parte educativa es ponerlo en mayor riesgo. La opción es ponerlo en tratamiento para saber cómo tratarlo psicológicamente y no condenarlo a la pobreza y la marginación. El ejecutivo tiene mucha responsabilidad”.