“Los Tratamientos son muy Caros”

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Genny López Valenzuela (Foto: Ernesto Martínez Reyes)

En salud se habla mucho de cómo las mu­jeres pueden prevenir un embarazo, darles acompañamiento en los duelos por aborto espontáneo, la depresión postparto e incluso de que es muy alto el número de adoles­centes que se enfrentan a la maternidad a veces no deseada… pero poco se discute de aquellas que también sufren porque desean un hijo y no pueden debido a la infertilidad.

Al respecto, la diputada Genny López Valen­zuela declaró en entrevista con Página 24 que “efectivamente, hay quienes pasan por esa situación, los tratamientos son muy caros y no hay cobertura total en el sector salud”, como ocurre en otros países.

Al ser parte de la Comisión de Salud, pre­sentó una iniciativa en donde se incluye a estas mujeres que “tienen deseos de embarazarse y han tenido pérdidas recurrentes, tengan acceso a un diagnóstico genético, porque se habló con el genetista del Hospital Hidalgo, Azael López, quien nos dijo que muchas veces los problemas de fertilidad están asociados a virus, lo que hacemos en la secretaría es ayu­darles a saberlo, porque sí, los tratamientos de fertilidad son muy costosos y por eso, antes de irse directamente a eso, hay que dar un primer paso si tienen pérdidas recurrentes”.

En los casos de infertilidad, “tiene que ver el 50 por ciento el hombre y el otro la mujer, por eso cuando se hace el diagnóstico genetista también incluye la espermatobios­copía y en mi iniciativa viene que se tenga acceso a esto después de la segunda o tercer pérdida recurrente”.

En el protocolo del estudio de fertilidad, incluye análisis de los perfiles hormonales y la susodicha espermatobioscopía, pero más allá ya no cubre, es el límite en el sector salud.

Al cuestionar a la legisladora sobre hasta qué edad se tiene derecho a este tipo de es­tudios genéticos, dijo que “depende de los países, en las asociaciones europeas marca que es hasta los 45 años”.

Quienes buscan tener hijos padeciendo infertilidad deben someterse a tratamientos en clínicas privadas, en donde lo más eco­nómico son las inseminaciones artificiales ya sea con esperma de la pareja de la mujer (en caso de tenerla) o con la de un donador, lo que incrementa el costo.

Si no se consigue el embarazo entonces se buscan alternativas más invasivas por la cantidad de hormonas que recibe la mujer, para hacer que en un ciclo se le pueda ex­traer tantos óvulos como sea posible para hacer la fertilización in vitro y luego de este proceso, ver cuántos logran tener la calidad para ser colocados en el útero y esperar a que se implante y se pueda llevar a término el embarazo.

Además del costo que asciende a decenas de miles de pesos o incluso cientos en caso de que sean varios intentos, la salud de la mujer se ve afectada por la cantidad de hormonas que se le indican para “preparar” artificialmente su cuerpo para lo que de manera natural no puede.