Imposible, Atender Adecuadamente a Tantos Muchachos, Señala

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Raúl Silva Perezchica (Foto: Ernesto Martínez Reyes)

El diputado Raúl Silva Perechica dio a conocer en entrevista colectiva que “es necesario reducir el número de alumnos a profesores de secundaria, porque hay gru­pos de hasta 45 alumnos y por situaciones emocionales es lo más adecuado”.

Recordó que él fue mentor de la clase de español y durante el tiempo que impartió la materia tuvo 480 alumnos semanales, “y si se tiene 200 días en el ciclo escolar no da con qué realmente, el profesor no tiene ni un día por alumno y en este momento es cuando se necesita que haya más comunicación entre los adolescentes, gente que los respalde”.

Los estudiantes en la actualidad, dijo, son muchachos que necesitan ser escuchados y guiados, porque son generaciones que han crecido sin la figura materna a su lado de tiempo completo y también en ocasiones la figura paterna no existe o en su defecto son familias reestructuradas y todo esto viene a cambiar la situación emocional.

Los profesores deben tener la capacidad de dar atención adecuada a sus alumnos, no sólo impartir el conocimiento, sino también ser un soporte para ellos cuando lo necesiten y que les tengan confianza decir todo aquello que no pueden hacer con sus progenitores o tutores.

Los psicólogos que hay en algunas de las instituciones, destacó, no alcanzan en tiempo para atender a todos, por eso es que hay que trabajar en forma coordinada para que los adolescentes puedan transitar ese tramo de su vida sin tanto problema que muchas veces se guardan y sacan con per­sonas inexpertas, como sus amigos o en el peor de los casos, con quienes les ofrecen sustancias que empeoran el ambiente en el que se desenvuelven y su salud.

Hay que adecuarse a los tiempos, señaló, pero en eso hay que tener conciencia también los padres de familia, porque no se puede ser omiso ante la necesidad que hay de que los alumnos de secundaria son personas que están dejando de ser niños para convertirse en jóvenes, hay cambios físicos, comienzan los cambios hormonales y en consecuencia les es complicado tener una comunicación adecua­da y efectiva con los adultos, sobre todo sin los progenitores son ausentes o indiferentes en la convivencia familiar.