Por Laura Duarte Vega
PARA ESTAS elecciones intermedias del 8 de noviembre en Estados Unidos, el Partido Republicano tiene muchos objetivos por cumplir.
ENTRE OBTENER la mayoría para los 435 asientos en la Cámara de Representantes, ganar algunos de los 35 asientos que se disputan en el Senado y alcanzar la mayor cantidad de gobernaturas.
HAY QUE observar de cerca el hecho de que en Texas hay un premio especial, pues al obtener la reelección del actual gobernador Greg Abbott, significará 30 años del partido republicano a la cabeza del estado de la estrella solitaria.
LOS AÑOS del partido al mando del estado que fueron liderados por George W. Bush, Rick Perry y George Abbott nos han expresado un intenso interés en la economía, creación de empleos, reformas fiscales y reducción del crimen. Claro que estas acciones han convenido con los votantes texanos y estas elecciones no serán la excepción pues el interés por mejorar la economía del estado sigue siendo de las principales preocupaciones.
LO QUE se pone en duda es, si esta estrategia bastará para darle continuidad al legado del partido.
Pues, aunque las encuestas para las elecciones de este 2022 ponen en una mínima ventaja al candidato republicano Abbott la brecha de votos que le podría garantizar el triunfo viene acompañada de un porcentaje de texanos con exigencias claras y que hay que contemplar para garantizar un gobierno exitoso.
LAS EXIGENCIAS de los votantes expresan dos posturas con diferencias tajantes, por el partido demócrata, Beto O’Rourke y sus simpatizantes, se han argumentado contra la mayoría de las propuestas del gobernador Abbot.
QUIENES NO simpatizan con las reformas de Abbot critican su estrategia en materia de migración, las operaciones que reubican de manera deliberada a migrantes que entran por las fronteras de Texas y los llevan a ciudades que se han autonombrado como ciudades refugio para continuar con su proceso de asilo fuera del Estado, pues los republicanos declaran que no tienen capacidad para controlar el flujo migratorio que la administración de Joe Biden supuestamente atrae, y quienes se oponen a esto buscan una mejor solución al flujo migratorio.
CRITICAN EL control de armas durante el periodo de Abbott, pues no parece ser suficiente, por esto O’Rourke propone revindicar el control de armas y legislar para aumentar la edad mínima para adquirir armas y evitar los trágicos tiroteos que han golpeado tanto a las escuelas y sus seguidores apoyan en mayoría estas propuestas.
OTRO DE tema de tensión ha sido la respuesta del estado en cuanto al derecho al aborto, pues con la revocación del derecho constitucional para abortar de manera legal y segura, el gobierno actual en Texas optó por aplicar las leyes más restrictivas del país que prohíben abortar de manera legal en ninguna circunstancia, leyes que sus contrincantes buscarían revocar en caso de llegar al poder.
Estos posicionamientos tan polarizados obligan a ambos candidatos a plantearse alternativas para futuras propuestas, que les garanticen la simpatía con los votantes.
PARA LOS demócratas el panorama no parece favorable para arrebatar la gobernatura, pero prepara el terreno para futuros candidatos que quiera continuar con el proyecto de Beto.
PARA LOS republicanos las encuestas los ponen en ventaja, pero el más de 40% de los votantes que no simpatizan con él, tendrán que servir de lección para buscar atender los intereses de la comunidad que sigue creciendo en el deseo de revolucionar los principios que Texas ha defendido.
TENDRÁN LA tarea de atender a la comunidad de latinos que conforma el 40% de la población texana y sus preocupaciones en cuanto a la migración, habrá que reconocer las necesidades de las mujeres afectadas por las legislaciones en virtud del derecho al aborto pues ellas son el 50% de la población que gobierna, habrá que escuchar las voces de los millones de niños que atienden a las escuelas en Texas con el miedo de presenciar una más de los tiroteos que tienen al estado en luto.
QUE ESTE 8 de noviembre marque un espacio de reflexión y cuestionamientos para atender a las verdaderas preocupaciones de los texanos.