UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
El TORTURADOR DE AGUASCALIENTES…
Conforme pasa el tiempo, Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, mejor conocido como “El Torturador de Aguascalientes” –le surgen más ilícitos ahora es Arturo Lomelí Castellanos, exsegundo comandante de operaciones especiales, comisionado a la XIV Zona Militar, cuando con el general Eduardo Bahena Pineda, hacíamos operaciones de alto impacto, quien también acusa a Muñoz Vázquez de haberlo torturado en múltiples ocasiones– se recomprueba que no le fue nada bien haberle votado la chamba al entonces Carlos Lozano de la Torre, en 2015, pues después de esa renuncia, de tres trabajos que tuvo el “súper policía”, salió muy mal parado.
Pero siendo sinceros, a Felipe de Jesús no le ha ido bien en su chamba de representante de la ley, pues en en abril de 1999 fue acusado de complicidad con el narco y por un pelito de rana no fue sentenciado a prisión, por “darle el pitazo” al entonces gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid “El Chueco”, acusado por el gobierno de Estados Unidos de tener nexos con el narco, por lo que una parvada de agentes de la entonces PGR, al mando de Mariano Herrán Salvatiti, iban por él a Chetumal, capital de Quintana Roo.
Y es que a Felipe de Jesús –dicen quienes lo conocen–, es muy fácil de corromper cuando de billetes se trata, pues siempre le ha gustado la buena vida, las buenas viandas y la ropa de marca, sobre todo la española.
Así las cosas, en ese entonces, abril de 1999, Felipe de Jesús era el subdelegado de Procedimientos Penales en Quintana Roo, y estaba muy bien enterado de todo lo que sucedía por aquellas tierras, así es que supo por uno de sus compañeros, que el gobernador, Mario Villanueva “El Chueco”, sería aprehendido por 32 agentes en cuanto entregara el poder a su sucesor, el también priísta Joaquín Hendricks Díaz, la mañana del 5 de abril de ese año, por lo que Felipe de Jesús inmediatamente puso al tanto a Mario “El Chueco”, y éste salió huyendo de Chetumal, la noche del 4 de abril, a unas horas de que entregaría la estafeta a Hendricks.
Pero pronto se dieron cuenta en la PGR, que Felipe de Jesús había sido el autor del pitazo al narcogobernador, pero con el cambio del gobierno federal, se la perdonaron a pesar de que él había sido el único de la Subdelegación que sabía que 32 agentes, de la entonces PGR, al mando de Mariano Herrán, iban por “El Chueco”; el resto de esta historia el lector ya lo sabe, Mario sigue en arresto domiciliario, en espera de que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo indulte.
Pero, ¿qué pasó después con el torturador en ciernes, que comenzó su carrera de policía 1992, en la PGJ del Distrito Federal, como secretario particular del director general de Recursos Humanos?, a quien años después –luego de pasar de puesto en puesto– nombran director general del Ministerio Público Especializado, encargado de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra los Derechos de Autor y Propiedad Industrial.
¿Le suena al lector el cargo? Posteriormente vemos a Felipe Muñoz en la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, como subprocurador Regional de Justicia en Ecatepec y luego como subprocurador de Atención Especializada, en donde participó en el renombrado caso de Paulette Gebara Farah, la niña de cuatro años que una semana después de desaparecer, aparece muerta (el 31 de marzo de 2010) en los pies de su cama, en un fraccionamiento de Huixquilucan, Estado de México.
El escándalo fue mayúsculo y le costó el cargo al entonces procurador del Estado de México, Alberto Bazbaz Sacal, quien renuncia al cargo el 25 de mayo de ese año; meses después, Felipe prepara maletas para volar a Aguascalientes, en donde Carlos Lozano de la Torre lo invita a trabajar como procurador general de Justicia del Estado.
(A finales de 2008, Aguascalientes recibió con indignación la noticia de que el exgobernador, exsubsecretario de gobernador y en ese entonces senador de la República, Felipe González Gonzá-lez, furioso por todas las balconeadas que le poníamos, desde haber comprado 500 hectáreas de tierra a 10 centavos el metro cuadrado, de tener las manos ensangrentadas de gente inocente, de haber seducido a una de sus ahijadas, con la que engendró dos hijos, formando otra familia en la clandestinidad, truculentamente nos robó los títulos de TRIBUNA LIBRE y Página 24, contratando a un experto abogado venal: Baudelio Hernández Domínguez, quien se dio a la tarea de falsificar documentos y facturas de imprentas que ni siquiera existían y “periódicos” falsos con una impresora láser, con fechas anteriores a las reales, logrando, mediante tráfico de influencias y compra de conciencias, le entregaran los títulos de TRIBUNA LIBRE y Página 24, a nombre del contumaz falsificador y corrupto abogado Baudelio Hernández, quien acudió con su contratante, Felipe González, en ese entonces senador de la República, quien a su paso por la gubernatura de Aguascalientes y la Subsecretaría de Gobernación, comenzó a enriquecerse a lo bestia, para entregarle los títulos de los periódicos.
Fue entonces que el venal abogado Baudelio le dijo: misión, cumplida senador, yo hasta aquí llego; fue entonces que Felipe, recordó que en Aguascalientes había dos hampones sin escrúpulos, con largo historial delictivo: Rodolfo Franco Ramírez, que se hacía pasar como ingeniero sin serlo, y su socia Ma. del Refugio Martínez Guardado, que firmaba y decía ser licenciada, sin serlo.
Y Felipe, a pesar de que cuando gobernador, fue timado por esos redomados delincuentes, los contrató para dar su mafioso golpe: Baudelio y su socia, Rodolfo y la suya (no es albur) urdieron una cesión de derechos a la Agencia Noticiosa del Centro, propiedad de Rodolfo Franco Ramírez y Ma. del Refugio Martínez, quienes recibieron los títulos de TRIBUNA LIBRE a cambio de 6 mil 500 pesos, y el de Página 24, por 4 mil pesos, una ganga que ni en tiempos de Porfirio Díaz hubieran logrado, pero todo era un simulacro, ya que los títulos pasarían posteriormente a manos de Felipe González, quien había jurado que me metería a la cárcel, se apoderaría de los periódicos y me dejaría en la ruina, pero no ha podido del todo.
“Formalizada la infamia de la cesión de derechos de los dos periódicos por 10 mil 500 pesos, Rodolfo contacta a su viejo amigo Felipe de Jesús Muñoz (fueron condiscipulos en la Prepa de Petróleos), en la Procuraduría General de la República, y Muñoz Vázquez asesora al par de rateros para elaborar la demanda penal, en contra de Ramiro Luévano López, por “robarles a ellos”, Rodolfo y Ma. del Refugio, los títulos de TRIBUNA LIBRE y Página 24, ¿qué le parece al lector esta farsa?, pero así fue.
Felipe de Jesús intenta hasta por tres ocasiones meterme a la cárcel: me mandó citatorios para que yo me presentara a declarar a la PGR, en el entonces Distrito Federal, para darme el clásico sabadazo.
No lo logró, pues un amigo gestionó que mi declaración se hiciera aquí en la Delegación de Aguascalientes, y con mi declaración eché abajo la denuncia que, sin embargo, no se archivó.
Carlos Lozano gana la elección para gobernador y gente enterada me advierte: Felipe de Jesús Muñoz, viene a hacerse cargo de la Procuraduría General de Justicia, se conocen muy bien, él fue maestro de Felipe de Jesús y de Rodolfo Franco, estaban en el mismo grupo en la Prepa de Petróleos.
Veo a Carlos en una comida en el Anjelique, y le pregunto sí son ciertos los rumores de que Felipe de Jesús viene como titular de la Procuraduría, y me responde que sí: que Felipe de Jesús será su procurador.
Le digo que Felipe de Jesús intentó meterme a la cárcel en tres ocasiones, pues resultó ser muy amigo de Rodolfo Franco.
Carlos me reviró, no pasa nada y cambió abruptamente el tema.
Días después, en casa de Carlos, estando platicando con él en una reunión, le habla a Felipe de Jesús que por ahí andaba.
Me presenta con él, nos deja solos con la intención de limar asperezas, y le lanzó una pregunta que lo descontroló: -¿Por qué me quería meter a la cárcel, licenciado? -No, no era así, don Ramiro.
Yo nací en Aguascalientes, pero estudié mi profesión en el Distrito Federal y ahí inicié mi carrera.
Yo a usted lo conocía de oídas, porque mi padre era su fan y cada semana compraba TRIBUNA LIBRE; tenía la colección, entonces, cuando yo venía a Aguascalientes de vacaciones, yo también leía su periódico y por eso me enteré que usted es el dueño de TRIBUNA LIBRE y Página 24.
-Pero usted, licenciado, siempre me citaba los viernes, su intención de darme un sabadazo era evidente.
-Circunstancial, don Ramiro, era circunstancial.
Yo no acostumbro detener para investigar, porque es, además, un delito, yo siempre investigo para detener, y sabiendo que usted es dueño de TRIBUNA LIBRE y Página 24, lo único que quería era su declaración para archivar la averiguación, era todo.
Así sucedió.
Carlos Lozano toma posesión como gobernador de Aguascalientes el 1 de diciembre de 2010, y pronto comienzan los excesos de Felipe de Jesús Muñoz, tres de sus sobrinos, que trabajaban para el cártel de La Oficina, comienzan a darle información al flamante procurador.
Los de La Oficina se dan cuenta de la “traición” y los secuestran.
Los torturan, los obligan a decir algunas cosas en contra de Felipe de Jesús, quien según ellos tenía nexos con el Cártel de Sinaloa, y por conducto de sus sobrinos, creyéndose dueños de la situación, los obligan a decirle: “Tío, renuncie a la Procuraduría, si no lo hace, nos van a matar a toda la familia, ellos ya tienen las direcciones.
Tío, renuncie, porque si no lo hace, nos van a matar a todos, ellos renuncie…”.
Obvio, Felipe no se dejó atemorizar y no renunció.
Y ahí nació el mote de “El Procurador de Hierro”, porque Felipe de Jesús no sólo no renunció, sino que la emprendió contra “La Oficina”, quien por su parte, degolló a sus sobrinos y sus cabezas aparecen en sendas hieleras de Oxxo, con el clásico narcomensaje.
Entonces, nace el mote de “Los Narcosobrinos”, basado en la realidad: eran de “La Oficina”, pero a la llegada de Felipe, la traicionaron y se unieron al tío procurador general de Justicia.
Fuera de sí, Felipe de Jesús se dedica a fabricar culpables a base de tortura, para él toda la policía preventiva municipal y estatal, incluyendo el secretario de Seguridad Pública, general Rolando Eugenio Hidalgo Eddy, estaban metidos en el narco, y se recrudecieron las detenciones arbitrarias y la fabricación de culpables a base de torturas.
Los familiares de las víctimas comenzaron a manifestarse, incluso fueron al Distrito Federal a protestar, pero de nada les valió: Felipe, a pesar de su negro historial, tenía el apoyo de sus compañeros de la PGR.
Periódicos policiacos lo hacían enfurecer, porque les daban espacio a las quejas de los familiares de los torturados, al grado que la emprendió contra reporteros de TRIBUNA LIBRE, del director de “El Circo”, y uno de sus trabajadores: con falsos testigos, Felipe de Jesús los acusó de narcoperiodistas y, al igual que a los policías, los envió a cárceles de alta seguridad lejos de Aguascalientes, para dificultar y encarecer su defensa, hasta que uno por uno fueron saliendo absueltos, es decir Inocentes; los jueces por más que le buscaron los tuvieron que dejar en libertad, por ser Inocentes.
Durante los cinco años que Felipe de Jesús estuvo en Aguascalientes, se dedicó en cuerpo y alma a dos temas, a perseguir perrunamente al exgobernador Luis Armando Reynoso Femat y a fabricar delincuentes a base de torturas y chicanadas, por lo que muchos abogados decían: Muñoz Vázquez no estudió Derecho, sino “Chueco”).
Después de su “renuncia” a la PGJE, cuando Carlos Lozano andaba en el extranjero, comienza su peregrinar como judío errante: Felipe de Jesús emprende el vuelo a la Ciudad de México en donde mediante amistades consigue trabajo como subprocurador especializado en investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la Procuraduría General de la República. Sin embargo, le duró poco el gusto ya que, por sus antecedentes como torturador y otras cosas más, lo chisparon, al no ser ratificado en el cargo el Senado, por sus antecedentes de torturador. Fernando Herrera fue el que prendió la mecha, que quemó a “El Torturador de Aguascalientes”.
Poco después, 18 de marzo de 2016, lo encontramos en Colima, en donde el gobernador del estado, José Ignacio Peralta Sánchez, le limpia el Congreso, para que los diputados lo aprueben en su cargo, luego mostrar su plan de trabajo en la que se comprometió, en seis meses, bajar los asesinatos, secuestros, desapariciones y la distribución de droga, pero al poco tiempo “descubren” que Felipe de Jesús, tiene nexos con el Cártel de Sinaloa, mantas aparecidas en varios municipios de Colima, la mañana del 16 mayo, de 2016, dan fe de ello:
“A la ciudadanía le informamos que nosotros no atacamos a la población, solamente le pasamos factura a los que andan en la delincuencia organizada por funcionarios corruptos como el procurador Felipe de Jesús Muñoz Vázquez que utiliza el poder y la tortura (sic) para proteger a grupos y personas dedicadas al crimen encabezado por Gerardo Mendoza, y Cártel de Sinaloa, como lo hizo en Aguascalientes afectando a civiles inocentes, pero en Colima no podrá. A todos los involucrados en el narcogobierno les avisamos que van a chingar a su madre, todos los que operen para Gerardo Mendoza y el Cártel de Sinaloa correrán con la misma suerte. Están ubicados. Sabemos que funcionarios los protegen y están asociados con ustedes”.
Una de las narcomantas fue colocada en el puente peatonal del parque Insurgentes, en Tecomán.
Otra apareció en el puente peatonal del Tercer Anillo Periférico en la capital de Colima.
Otra apareció en el puente peatonal del bulevar Miguel de la Madrid en Manzanillo.
Otra más se localizó en la comunidad Flor de Coco, en Armería.
En el mensaje se acusa “a Felipe de Jesús Muñoz de proteger al Cártel de Sinaloa, tal como lo hizo cuando fue Fiscal en el estado de Aguascalientes”.
Pero además, Felipe de Jesús no bajó la criminalidad prometida, sino que aumentaron los asesinatos: cerca de 500 homicidios en poco menos de ocho meses, por lo que lo chisparon el 15 de noviembre de 2016, a poco días de cumplir ocho meses como procurador general de Justicia del estado de Colima.
Sin embargo, días después su amigo, el entonces titular de la PGR, Raúl Cervantes, lo arropa y lo nombra titular de la Subsecretaría Especializada en Investigación de Delitos Federales (SEIDF), donde tampoco hace huesos viejos, pues el 1 de junio de 2019, lo vuelven a chispar por actos de corrupción, extorsión y otros.
Y desde, Felipe de Jesús es desempleado político; actualmente es dueño del despacho jurídico “Observación legal empresarial en materia penal”, llamado Idegal, ubicado en el piso 15 de la Plaza Torre Bosque, el cual es administrado por prestanombres, que cuando él era procurador aquí en Aguascalientes, eran sus subordinados. Son un mafia, dicen abogados locales.
Pero antes de salir por cuerdas de la SEIDF, Felipe de Jesús elaboró nueva demanda penal en contra Ramiro Luévano López, por los títulos de TRIBUNA LIBRE (los de Página 24 ya los recuperamos) y logró lo que nunca nadie ha logrado en la historia: en contubernio con un juez venal y del IMPI, gente de la FGR, vino a Aguascalientes a clausurar las instalaciones de esta Casa Editorial y el taller de impresión ubicado en la calle Reyes Heroles, por lo que no podemos imprimir aquí en Aguascalientes; sin embargo hace tres años le dimos vida a un nuevo rotativo: Aguascalientes El Periódico, que imprimimos en nuestros Talleres de Guadalajara, Jalisco, instalaciones que Felipe de Jesús, y sus guarros, ya amafiados con Carlos Lozano de la Torre (ver para creer) también pretendieron cerrar, pero se toparon con dos juezas honestas que no se prestaron a su perverso y abominable crimen.
Continuaremos.
* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 25).