“Los de Insabi, Menos Preparados y Ganan más”

Por Benny Díaz

Fotografía relevante a la nota.

Francisco Javier Araiza Méndez (Foto: Página 24)

Francisco Javier Araiza Méndez, secretario general del Comité Ejecutivo del Sindicato Único de Trabajadores del Hospital Miguel Hidalgo, habló de la realidad que viven. Dijo que las autoridades, tanto del nosocomio y del ISSEA, se hacen como que no ven y ni enterados están, porque Miguel Ángel Piza Jiménez “nunca va, ni siquiera a pasearse, y cuando acude sólo lo hace para grabar videos”.

Todos los días se enfrentan a falta de personal, y no por la pandemia de COVID-19, desde antes, porque ni siquiera contratan y cubren las plazas de los que se jubilan. En los últimos dos años se han retirado 70 personas por esa razón. Las plazas no han sido repuestas, porque tienen personal al que contratan por determinados meses y les van renovando el contrato a conveniencia.

“Falta personal, medicamentos, insumos. No estamos en contra de que se hayan aperturado 30 camas para área COVID, pero falta personal y ¿de dónde lo van a sacar?, porque sólo hablan de que contratarán médicos y enfermeras, pero hacen falta camilleros, trabajadores sociales y terapeutas para ofrecer la recuperación, y para eso se requieren 130 millones de pesos”.

El líder sindical manifestó que el hospital de Pabellón de Arteaga tiene 30 camas y da atención de segundo nivel, mientras que el Hospital Hidalgo es de tercer nivel.

Aseguró que estaban en mejores condiciones cuando el nosocomio era un organismo descentralizado, pero desde que pasó a ser parta del ISSEA han ido de mal en peor y es porque “del presupuesto que reciben en el instituto, nos dan los recursos que quieren”.

De todos los oficios que envían, tanto al director del Hospital Hidalgo, Armando Ramírez Loza, como ningún funcionario del ISSEA se digna a responder, por lo que no saben absolutamente nada de cómo van a hacer para atender a todos los enfermos, no sólo de COVID, sino en general, cuando tienen déficit de personal.

Desigualdad

Otra de las cosas que los tiene inconformes es que el personal de enfermería que contratan por medio del Insabi son novatos, algunos recién egresado de la carrera que llegan y los ponen en áreas que no son COVID y cuando hay reconversión, como ocurre ahora, quienes pertenecen al sindicato y han recibido la capacitación adecuada tienen la obligación de enseñarles “lo que significa un trabajo doble”.

Y lo que es peor, están en desigualdad de salarios, porque los de Insabi ganan más que los sindicalizados y que están de planta.

El personal de enfermería sindicalizado percibe de 12 a 20 mil pesos mensuales, de acuerdo a la categoría en la que están tabulados.

Pero con los horarios extenuantes que deben de cumplir ya están muy cansados, porque son mil 300 las plazas que tienen en el sindicato y son las mismas de cuando estaban en el antiguo edificio. Desde que se hizo el cambio le informaron a las autoridades que se requería hacer más contrataciones pero no se han hecho, siendo que el nosocomio actualmente tiene capacidad para atender más enfermos y con la pandemia, peor.

Además los trabajadores de salud también se enferman, y no sólo los que están en primera línea, “en estos momentos tenemos a varios que son del área administrativa y son positivos”.

Araiza Méndez recalcó que no están en contra de que se aperturen más camas y se hagan reconversiones a áreas COVID, “al contrario, estamos para servir a los pacientes, pero se requiere personal suficiente, al igual que medicamentos e insumos”.

También dijo desconocer si ya llegaron los 35 mil tratamientos para el SARS-CoV-2 que dijo Miguel Ángel Piza Jiménez hace más de una semana.

“No sabemos nada, porque no nos informan ni nos contestan cuando preguntamos”.