Una persona murió y dos resultaron hospitalizadas, al volcarse una camioneta y ser chocada por un automóvil, en la carretera a Loreto, Zacatecas, cerca de la comunidad Cañada Honda.
La víctima mortal fue Anastasio Martínez Jiménez, que contaba con 55 años. Iba a bordo de la unidad Nissan estaquitas roja, con matrícula ZB-7672-B de Zacatecas, que conducía su hermano Emilio “N” “N”, de 48.
Los otros afectados son María del Refugio “N” “N”, de 51 años, que manejaba el carro Nissan Versa gris, con placas ADM-082-C, y su acompañante Juan Carlos “N” “N”, de 53.
Minutos antes de las 11 de la mañana de ayer, los dos carnales regresaban del centro comercial Agropecuario, en donde compraron abarrotes, frutas y verduras y se dirigían a su casa en Loreto, circulando velozmente hacia el oriente sobre la carretera federal 25.
Al ingresar a una curva, Emilio perdió el control debido a que la unidad “no soportó el peso”, por lo que se volcó sobre su lado derecho en el carril de contraflujo.
En ese momento se acercaba, con dirección al poniente, el coche Versa, pero María del Refugio no tuvo oportunidad de eludir el imprevisto obstáculo, por lo que se estrelló contra la cabina de la camioneta.
A los pocos minutos, fortuitamente pasaron por el lugar elementos de la Fiscalía General del Estado, quienes se detuvieron para auxiliar a las víctimas, al tiempo que solicitaban la presencia de los servicios de emergencia y rescate, arribando policías estatales y municipales, seguidos por paramédicos de la Secretaría de Salud y bomberos del estado.
En el lugar murió Anastasio, quien sufrió un terrible golpe en la cabeza, mientras que María del Refugio y Juan Carlos fueron llevados al hospital 3 del IMSS, donde su estado de salud se reportó estable. En cuanto Emilio, sólo presentó golpes sin importancia.
Dieron fe del cadáver, elementos de la Dirección General de Investigación Pericial y de la Unidad Especializada en Investigación de Homicidios de la Fiscalía General del Estado.
Al término de la inspección ministerial, los peritos y bomberos, que utilizaron “las quijadas de la vida”, extrajeron el cadáver y lo trasladaron al Servicio Médico Forense, donde la necropsia de ley arrojó que el comerciante murió de un traumatismo craneoencefálico severo.
Finalmente, elementos de la Guardia Nacional sector Caminos, se encargaron de retirar los destrozados vehículos, dejando libre la circulación para disiparse el tremendo embotellamiento que se originó en la zona.