Por Mariana Lazos
EN LOS últimos años, hemos sido testigos de un acercamiento entre dos de los gigantes del continente americano: Brasil y Estados Unidos. La afinidad ideológica y política del mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, y del exmandatario de Estados Unidos, Donald Trump, fortalecieron los lazos entre ambos países.
TRUMP Y Bolsonaro tuvieron fuertes coincidencias: líderes autoritarios que desacreditaron a las instituciones del gobierno y que mostraron tendencias dictatoriales durante sus gobiernos. Como candidatos, ambos presentaron propuestas para fortalecer la ley y el orden en sus respectivos países. Además, ambos han incitado a la violencia y sus gobiernos se han caracterizado, entre otras cosas, por la difusión de noticias falsas. No es coincidencia que a Bolsonaro se le haya llamado el “Trump de los trópicos”.
LA COLABORACIÓN Estados Unidos-Brasil fue evidente en múltiples ámbitos. En 2019, los mandatarios firmaron el Acuerdo de Salvaguardas Tecnológicas para colaborar alrededor del proyecto de la base aeroespacial Alcántara, una de las bases aeroespaciales mejor ubicadas del mundo, por su cercanía con el Ecuador. Ahora, desde esta base podrán ser lanzados cohetes, naves espaciales y satélites con tecnología estadounidense. Otros de los acuerdos a los que se llegó entre ambos presidentes fue el levantar restricciones al comercio de diferentes productos y Brasil retiró el requisito de visa para turistas estadounidenses.
SIN DUDA, también debe ser mencionado el acercamiento de Brasil a la Organización de Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), respaldado por el Estados Unidos de Trump. Brasil cuenta con el estatus de “socio clave” en la OCDE y en 2017 formalizó su solicitud de entrada. En el caso de la OTAN, Brasil es un “aliado no perteneciente a la OTAN”. Finalmente, Bolsonaro y Trump también coincidieron en su postura respecto a temas medioambientales y su descontento con el Acuerdo de París, además de su negacionismo de la pandemia y su manejo.
LAS PRIORIDADES de Bolsonaro como presidente y su intención de acercarse a Washington fueron claras desde el inicio de su presidencia, cuando su primera visita como mandatario fue a Estados Unidos, rompiendo así la tradición brasileña de visitar Argentina primero. Además, cabe destacar que Brasil tiene cuatro veces más personal diplomático en Estados Unidos que en China, mientras que China representa más de un quinto de su comercio exterior y Estados Unidos apenas rebasa el 10%.
LA LLEGADA de Biden al poder generó mucha especulación sobre el futuro de las relaciones entre ambos países. Bolsonaro fue el último mandatario latinoamericano en reconocer al nuevo inquilino de la Casa Blanca. Sin embargo, en la pasada Cumbre sobre el Clima, impulsada por Biden, Bolsonaro matizó su discurso respecto al cambio climático y anunció importantes compromisos medioambientales; un hecho que podría interpretarse como disposición a colaborar. Habrá que ver si esto se materializa en hechos y resultados, y cómo evoluciona la relación entre ambos mandatarios en otros temas.
Twitter: @_marianalazos