UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
LO QUE CANTÓ EMILIO LOZOYA EN ESPAÑA…
Se han dicho tantas cosas del “Caso Lozoya” que alguno medios de “desinformación” y columnistas nacionales del amplio grupo denominados “Viudas y Viudos del Chayote”, han tergiversado las cosas a su manera, incluso, raza propriísta dice que todo esto es un chou, seguramente recordando como se las gastó el tricolor con Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León; los panistas Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y recientemente el priísta Enrique Peña Nieto, quienes actuaron más por venganza que por justicia.
En el actual gobierno no es así, pues se pilló al instrumente para investigar a fondo a quienes lo tocaron que no fueron pocos.
Fue en España donde, sin presión alguna, Emilio Lozoya cantó parte de los hechos, sin presión de ninguna índole, ya que la justicia ibérica no tiene nada en su contra y lo único que hizo fue resguardarlo en una cárcel de Málaga, por disposición de la Interpol, mientras se concluía su extradición a nuestro país.
El siguiente es un reportaje de Código Magenta, un medio digital de noticias, creado por el periodista regiomontano Ramón Alberto Garza García, con el que se aclararan entuertos, principalmente tricolores:
Todo México espera las declaraciones de Emilio Lozoya Austin a su regreso a nuestro país, pero el exdirector de Pemex ya habló y habló fuerte en España. Hoy, Código Magenta revela el contenido de esas declaraciones preliminares, en donde pone al descubierto nombres de prominentes personajes, cifras detalladas, modus operandi y lugares en donde se entregaron los famosos sobornos, los de Odebrecht y los que salieron de Pemex para aceitar la reforma energética.
Ahí aparecen presuntos implicados como Ricardo Anaya, Ernesto Cordero, José Antonio Meade y José Antonio González Anaya, y en medio de todos el nombre de un enlace clave: Fabiola Tapia Vargas.
En la panadería El Globo, en Prados Sur, en la Ciudad de México, se definió la operación de sobornos de mayor trascendencia política en la historia reciente de México. Ahí, Emilio Lozoya selló el Pacto por Odebrecht, con Luis de Meneses Weyll, director de la constructora brasileña en México, quien se comprometió a transferir cuatro millones de dólares a cuentas vinculadas al PRI.
La declaración de Lozoya ante las autoridades españolas advierte que ese sería el inicio formal y un esquema que hoy representa un terremoto judicial para la élite política del sexenio de Enrique Peña Nieto: el “Lava Jato” mexicano. Se trata de revelaciones que involucran de manera inédita a Ricardo Anaya, Ernesto Cordero, José Antonio Meade y José Antonio González Anaya, con el pago de presuntas coimas (sobornos) por más de 100 millones de pesos.
En su testimonio, el exdirector de Pemex desglosa por primera vez el uso de los 10 millones de dólares que la constructora brasileña transfirió a cuentas vinculadas al PRI, que a la postre habrían sido utilizados para pagar sobornos en efectivo para garantizar la aprobación de la reforma energética, el Pacto por México y con ello la continuidad de los negocios de Odebrecht en el país: 80 millones de pesos a senadores del PAN, 6.8 millones de pesos al presidente de la Cámara de Diputados, 34 millones de pesos al director de finanzas del PRI y al menos 12 millones de pesos a funcionarios de Pemex y la Secretaría de Hacienda durante el gobierno de Felipe Calderón. Todos los pagos se realizaron por instrucción del “Número 2”.
Emilio Lozoya señala en su declaración a Enrique Peña Nieto y a Luis Videgaray como los grandes orquestadores de esta operación sistemática para comprar voluntades políticas. Se refiere a ellos con el código “Número
1” y “Número 2” y asegura que ambos le dieron la orden de reunirse con Meneses Weyll, para gestionar recursos para la campaña presidencial del PRI a inicios de 2012.
Para entonces ya existían dos antecedentes de la relación de Enrique Peña Nieto con Marcelo Odebrecht: una reunión que tuvo lugar en abril de 2010 después del Foro Económico Mundial en Cartagena, a la que el entonces gobernador del Estado de México acudió acompañado del empresario
Juan Armando Hinojosa, dueño de Grupo Higa, y un segundo encuentro en la casa de Marcelo Odebrecht, en Sao Paulo, a la que Peña Nieto llevó a funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores y a quien sería su secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
La declaración de Emilio Lozoya a las autoridades españolas puede estructurarse en tres partes. Número uno: El Factor Tapia, que detalla la operación de los sobornos; número dos: El Pacto por Odebrecht, que implica legisladores priístas y panistas en el pago de coimas y número tres: El Nexo Panista, que explica cómo se saldaron favores con funcionarios de la administración de Felipe Calderón.
EL FACTOR TAPIA
Emilio Lozoya describe a Fabiola Tapia Vargas, representante legal de Construcciones Industriales Tapia, como el cerebro financiero de la operación de los sobornos. Ella era la presunta encargada de proveer el efectivo, que le era entregado en billetes de denominación de 200, 500 y mil pesos, a los senadores y diputados en una oficina que Pemex rentaba en la calle Montes Urales, en Lomas de Chapultepec.
No se trata de una simple testaferra. Fabiola Tapia era hermana de Juan Carlos Tapia Vargas, que dirige una empresa que tuvo un ascenso meteórico en el sexenio de Enrique Peña Nieto y cuyo punto de inflexión fue la asignación de un contrato en el complejo Etileno 21, operado por Braskem, una filial de Odebrecht.
Lozoya declaró que en la primera transferencia que hizo Odebrecht a cuentas vinculadas al PRI, la firma brasileña envió 3.15 millones de dólares a través de Research Engineering and Development Ltd, una empresa fachada con cuentas en el Meinl Bank, en el paraíso fiscal de Antigua. El resto del dinero prometido, los 815 mil dólares, habrían sido proporcionados por Fabiola Tapia en efectivo. El dinero sería repuesto por Odebrecht a CITapia en una operación posterior que no fue detallada por Emilio Lozoya.
Lo que sí dijo el exdirector de Pemex, fue que la constructora brasileña tenía un acuerdo con Tapia Vargas para apoyar al gobierno de Enrique Peña Nieto con seis millones de dólares si obtenía el contrato Tula 1. Entre 2012 y 2014 Odebrecht transfirió seis millones de dólares a Zecapan S.A., en una cuenta presuntamente vinculada a Emilio Lozoya en el Neue Bank. El dinero ya tenía destinatarios.
EL PACTO POR ODEBRECHT…
Emilio Lozoya sostiene que el dinero de los sobornos mencionados en la declaración, era puesto por Fabiola Tapia Vargas en efectivo, para que se distribuyera conforme el “Número 2” fuera indicando, es decir, Luis Videgaray. El exdirector de Pemex señala que “Número 1” y “Número 2” establecieron como enlace de cabildeo de la reforma energética a David Penchyna, político priísta de Hidalgo y presidente de la Comisión de Energía del Senado. Lozoya detalla que le fueron entregados seis millones de pesos el
17 de septiembre de 2014 en la oficina de Montes Urales. Un día después, se definió en el Congreso el dictamen para la designación de comisionados de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía.
De acuerdo al testimonio del exdirector de Pemex, esta es la lista de senadores del PAN que recibieron en conjunto más de 80 millones de pesos por instrucción de Luis Videgaray: Ernesto Cordero, exsecretario de Hacienda; Francisco Domínguez, actual gobernador de Querétaro; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, actual gobernador de Tamaulipas; Jorge Luis Lavalle y Salvador Vega Casillas.
En la declaración, se refiere que “Número 2” ordenó recibir a Ricardo Anaya Cortés, entonces presidente de la Cámara de Diputados y futuro candidato presidencial del PAN, para entregarle 6.8 millones de pesos el 8 de agosto de 2014.
La relación del círculo cercano de Enrique Peña Nieto con el PAN no inició ahí. La complicidad venía de tiempo atrás.
EL NEXO PANISTA…
Odebrecht llegó a México en el sexenio de Felipe Calderón. La transición de gobierno de 2012 no podría ser entendida sin este contexto. La complicidad entre la administración que entraba y la que salía quedó sellada en la supervivencia política de José Antonio Meade, que pasó de ser secretario de Hacienda en el gobierno del PAN a secretario de Relaciones Exteriores en la administración del PRI.
Esto no es una casualidad. Lozoya le dijo a las autoridades españolas que Luis de Meneses Weyll aseguraba que Braskem había entregado sobornos en 2010 y 2011 para asegurar el negocio del complejo Etileno 21, cuyo cabildeo habría estado a cargo de dos funcionarios de Pemex : Carlos Treviño Medina y José Antonio González Anaya. Eventualmente ambos llegarían a ser directores de la empresa productiva del estado.
Este negocio se logró con la presunta intervención de Francisco Javier Conejo, un empresario jalisciense que fungió como excolaborador de Meade y recaudador de precampaña de Ernesto Cordero, se trata de un operador panista de larga data. Felipe Calderón destapó su candidatura presidencial en el Rancho del Conejo dos años antes de entrar al poder.
El testimonio de Emilio Lozoya refiere que Braskem presuntamente le debía dinero al grupo de Cordero y Meade, pero que únicamente sería pagado a través de “Número 2” si se garantizaba la continuidad del contrato de Etileno 21. En este contexto, el exdirector de Pemex señala que a lo largo de 2014 le fueron presuntamente entregados 84 millones de pesos a Ernesto Cordero y a José Antonio Meade, de los cuales 52 millones de pesos habrían sido utilizados para pagar a legisladores de oposición del PAN y 32 millones de pesos presuntamente a Luis Vega Aguilar, el secretario de finanzas del PRI, muy cercano al presidente Enrique Peña Nieto.
La pinza se habría cerrado en septiembre de 2014, con el presunto pago de 12 millones de pesos en efectivo al propio Meade, a José Antonio González Anaya y a Carlos Treviño Medina, quien fungía como coordinador de asesores de presidencia de Pemex.
La expectativa por lo que Emilio Lozoya podría declarar a la Fiscalía General de la República era enorme, pero lo importante ya se dijo.
Este es apenas el primer boceto de lo que Emilio Lozoya Austin declaró en España. A partir de los próximos días sus comparecencias ante la Fiscalía General de la nación, no sólo confirmarán sino ampliarán los detalles de esta saga que sacudirá las entrañas del sistema político mexicano.
Hasta aquí el reportaje de Código Magenta.
Como podrá ver el lector, Emilio Lozoya tiene toda la historia de este súper millonario pacto en el bajo mundo de la política prianista, pero ojo: las declaraciones de Lozoya no son de saliva, no. El exdirector de Pemex tiene videos, grabaciones y documentos que avalan su “canto”. Así es que bien vale la pena tenerlo no sólo como cómplice de delincuencia organizada, cohecho, operaciones con recursos de procedencia ilícita, sino también como testigo protegido.
Estas declaraciones sólo fueron para abrir boca. Pronto sabremos cuantas cabezas rodarán rumbo a prisión.
LOS DE FRENAAA, SOLITOS SE FRENARON…
El pasado sábado 25 de julio, los hijos putativos del “puñalón” Gilberto Lozano González –un tipo muy parecido al esquizofrénico locutor José Luis “La Víbora” Morales Peña– y el multimillonario socio de Soriana, Pedro Luis Martín Bringas, revelaron que esa fue su última rodada porque la raza que se dice “Fifí”, ya se había desgastado: “Esta es la última caravana que hacemos porque es desgastaste para la gente y de alguna manera tenemos que cambiar de estrategia y hacer algo más contundente”, dijo el coordinador de FRENAAA en Aguascalientes, Víctor Manuel Alférez Domínguez, mientras que su chalán, Jorge Estrada Gómez, otro “Fifí” nailon, de “rasgos indígenas”, leyó a los pocos asistentes un mensaje de Gilberto Lozano, escrito con muchos datos falsos y faltas
de ortografía: “SAUPAULO, ANCIOSO, MASON, CALDERON, CRITÍCA, ESTA PODRIDA, MASONICAS, DIAZ, APIE, DIA A DIA, MI, USTER JURO, ESTAN, POR QUE, HAGA VALES NUESTRA FORMA DE CONSEBIR, NACION, IDEOLOGIAS, VIVERES, DICHO POLULAR, GEORGE ORWEL, DEMAS, DISQUE, JUDAISMO ACTUEN, CLASE POLITICA”.
La caravana de los “Fifís” –que ahora dicen ser “mexicanos de a pie, que día a día buscan el sustento de sus familias (sic)”– inició en la Isla San Marcos a las 6:00 de la tarde y terminó a las 7:50, con la participación de alrededor de 250 vehículos, reportó nuestro compañero Juan Fernando Reyes Ortega.
Otro reportero que se encontraba cubriendo el evento, al enterarse de que las “caravanas” se suspendían porque los pirrurris se habían desgastado, comentó: “Qué pronto dieron las nalguitas”.
Y CON ESTA ME DESPIDO…
Como recordará el lector, en mi anterior entrega le comenté que la concesión del libramiento carretero lo iba a iniciar el entonces gobernador Luis Armando Reynoso Femat, con constructores y socios aguascalentenses, además de que también le entraría CEMEX, quien pondría todo el cemento hidráulico de primera calidad.
Así las cosas, todo estaba listo para que Óscar Lomelin, Juan Bernardo Manríquez, Claus Pedersen, Óscar Peimbert Terrones y la susodicha CEMEX, echaran a andar el libramiento, pero como Carlos Lozano ya era gobernador electo, dijo que no, que esa obra la iba a hacer en su administración.
Luis Armando no quiso pelear con su “protegido” y cedió al capricho del traidor “Patrón del Mal”, que movió todo lo que tenía que mover, para que, quien hiciera tal obra concesionada, fuera su amigo y socio en varias aventuras, el fresnillense José Aguirre Campos , propietario del grupo Profrezac, pero debido a que como “la propia SCT no pudo dar el visto bueno de esa concesión por ser accionistas diferentes y habría que quitar la concesión a la empresa ganadora y licitar de nuevo el libramiento con otras empresas interesadas, no se hizo.
“El gobernador CLT se engolosinó tanto con poner a Pepe Aguirre en las terracerías de NISSAN, que no le dio seguimiento puntual a la concesión de este libramiento tan necesario para Aguascalientes y la región”.
Entonces, cuando Carlos pudo, no quiso y cuando quiso, no pudo: en la nueva licitación su amigo Pepe Aguirre había quedado en segundo lugar y se le fue el millonario negocio, pero CLT nunca se dio por vencido y acudió con “La Víbora” Morales, para que el locutor le echara porras a Pepe Aguirre y denostara a Martín Orozco, acusando al gobernador de que tenía planeado darle la concesión a RCO que había quedado en tercer lugar, pero que como “el dueño de esta constructora era el panista Demetrio Sodi de la Tijera, ya estaba todo cocinado para que Sodi fuera el concesionario. La jugada de CLT era que tanto RCO como Pinfra quedaran fuera para que entrara Profrezac y llevarse todo el pastel.
Pero ayer miércoles, CLT comprobó que su estrella está completamente apagada porque el ganador fue Pinfra, que había ganado la carrera a Profrezac de su amigo Pepe Aguirre, quien debería de darle una buena lana por su “apoyo” al locutor José Luis “La Vibora” Morales, si se hiciera el milagro.
Por eso es que el hijo de “don Viborón” se ha estado desgañitando sin parar de insultar y calumniar a Martín Orozco: ¿valía la pena un cienón de melones? Por supuesto, pero no se le hizo al crótalo. Lástima, ahí estaba el “repón”.
En síntesis: perdió Pepe Aguirre, perdió Carlos Lozano, pero ganó Aguascalientes: “las constructoras a contratar serán 100% aguascalentenses, se crearán 7 mil empleos, con una inversión de más de 2 mil millones de pesos”, publica hoy nuestro Diario hermano Página 24.
Lo dicho: CLT ya no tiene influencia alguna en este tipo de negocios, fue a él al que se le fueron “mil millones de pesos, 100 mil pesos mensuales durante 30 años”, según las matemáticas de la “científica” “Víbora” Morales.
* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 30).