* El ICA y sus “Buenas Obras”
Por Ma. Lourdes Corpus Rangel
EL PROGRAMA emergente de apoyo por Covid-19 a la comunidad creativa, artística y cultural residente en Aguascalientes resultó finalmente ser uno más de los programas ‘buenistas’ que el gobierno de Aguascalientes realiza para estimular a los agentes culturales.
CON RELACIÓN a la emergencia sanitaria por el SARS-COV2, la UNESCO está movilizando a la comunidad internacional para mejorar el acceso a la cultura y el patrimonio en línea y así tratar de fomentar la capacidad de resiliencia de los artistas, al tiempo que urge a los gobiernos a encontrar soluciones políticas.
EN CONJUNTO con la UNESCO México y la Secretaría de Desarrollo Económico, el ICA emitió, en el mes de abril, siete convocatorias con el fin de “apoyar la economía del sector cultural, conscientes de que este es uno de los sectores más afectados por la emergencia sanitaria derivada por la Covid 19”.
EN ESTE contexto se lanzaron una serie de convocatorias dirigidas a la sociedad en general, artistas, grupos artísticos, colectivos y empresas culturales y creativas. Sin embargo en el transcurso de las convocatorias surgieron toda una serie de irregularidades que provocaron el malestar no sólo de los participantes sino de la propia ciudadanía. Irregularidades que, fruto de la improvisación y el reciclaje descarado, se tradujeron en el cierre de convocatorias antes de la fecha establecida y en una evidente falta de objetividad tanto a la hora de realizar los criterios de selección de obras y proyectos como en la misma conformación de una comisión evaluadora anónima e invisible. Muestra de semejante despropósito ha sido la inclusión en el programa de un artista denunciado como agresor de dos estudiantes en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, lo que provocó la reprobación del Observatorio de Violencia y Equidad de Género y de colectivos feministas.
DE ACUERDO a criterios expuestos de manera ambigua en la convocatoria, el ICA decidió repartir la dotación económica total entre los 25 proyectos que finalmente fueron seleccionados. El resultado de abarcar semejante número de proyectos sin ampliar el presupuesto fue que varios de estos, que inicialmente solicitaron 25 mil pesos obtuvieron finalmente un máximo de 10 mil pesos.
YO MISMA como participante en la convocatoria de Empresas Creativas y Culturales y Espacios Independientes, puedo dar fe de la falta de rigor del proceso. Nuestro proyecto resultó seleccionado, sin embargo se dotó al mismo con una cantidad muy inferior a la establecida inicialmente, a nuestro parecer de una manera un tanto arbitraria.
¿ES ASÍ como con los apoyos otorgados que varían entre los diez mil pesos y los 25 mil pesos se espera fortalecer la presencia y continuidad de dichos espacios culturales?, ¿la generación de empleos? (de otros, no de los artistas, porque los honorarios de estos fueron vetados), y así mismo ¿estimular la resiliencia del artista? En lo que respecta a nuestro proyecto no alcanza ni para los materiales.
RESULTA EVIDENTE lo alejado que se encuentra el gobierno y la institución cultural de la realidad aguascalentense, con una noción evidentemente elitista y una visión discriminatoria de las manifestaciones populares, porque hacia la comunidad de artesanas (os) ni la ha volteado a ver.
LAS PALABRAS, por rimbombantes que sean, las frases grandilocuentes tan del gusto de políticos, directivos y supuestos gestores culturales, sirven poco más que para aparecer como titulares de prensa si detrás no hay ni medios económicos que las respalden, ni un mínimo de transparencia y objetividad que las sustente.
PORQUE NI Aguascalientes es la “Atenas de México”, ni mucho menos “La Meca del Arte”. Se espera el reconocimiento multicultural y comunitario y aún nos queda un ratito para eso. Antes tendríamos que dejar atrás el nepotismo, la endogamia, el compadrazgo, la autocomplacencia y la falsa voluntad.