* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
¿DE DÓNDE VINO, CÓMO LLEGÓ?
En mi anterior entrega le comenté al lector que entre Paco Chávez Rangel “El Chato”, hijo putativo del exgober-ladrón Carlos Lozano de la Torre, quien en casi toda su administración lo sostuvo como titular del Instituto de Educación de Aguascalientes, y Arturo Ávila Anaya, exitoso empresario, actual candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), existe mucha similitud: nadie sabe de dónde vienen.
Sólo que Paco Chávez es harto protegido por Carlos Lozano de la Torre, quien lo quería y quiere como si fuera su hijo.
Tal vez por eso quiso hacerlo presidente municipal de Aguascalientes, tanto así que le metió millones y millones de pesos a su campaña, apostando que ganaría la contienda electoral.
Todavía por la tarde de ese domingo de elecciones, en el nido del Partido Revolucionario Institucional (PRI) daban por hecho que el popular “Chato” había ganado la Presidencia Municipal de Aguascalientes, y lo festejaban chupando licor y cantando con un numeroso grupo de mariachis.
Feliz de la vida estaba el nefasto Carlos Penna Charolet “El Pingüino”, responsable de la campaña elecoral, quien eufórico gritaba a todo pulmón, haciendo estremecer la finca de la avenida Adolfo López Mateos y la calle Colón: “¡Ganamos, ganamos, ganamos, le partimos la madre al PAN y a Juan Antonio Martín del Campo!”, festejaban acompañados del mariachi.
Todos en el nido del PRI estaban harto contentos: Carlos Lozano gobernaría a placer la segunda etapa de su gobierno: “¡Paco, Paco, Paco, ra ra ra!”, gritaban eufóricas cientos de gargantas: “la Presidencia Municipal volverá a ser priísta”.
Pero, conforme pasaban los minutos, los “triunfadores” fueron perdiendo el optimismo, y hasta los mariachis callaron. Minutos después, los tricolores salieron rumiando su derrota y, el nido del PRI se quedó completamente vacío.
El festejo había sido sólo una ilusión que forjó “El Pingüino”, experto en vender ilusiones. El ganador, ya no había duda, era el panista Juan Antonio Martín del Campo.
Esta historia amenaza con repetirse el próximo primer domingo de junio, porque tanto Paco Chávez, como a Arturo Ávila, están besados por el diablo de la colonia del Obraje.
¿QUIÉN CHINGAOS ES ARTURO ÁVILA?
Paco y Arturo, reitero, son muy similares, pero además no se sabe exactamente cómo llegaron a la tierra de la gente buena: a pesar de que Arturo intenta explicarlo con peras y manzanas, el “experto en seguridad” se hace camotes y enreda más su origen.
Arturo dice que su señora madre lo parió siendo ella muy joven, de su papá no dice nada, pero de su abuelo, que ni siquiera da su nombre, asegura fue originario de Aguascalientes, pero no se le conoce ningún pariente “hidrocálido”.
Total que, como el mítico Monje Loco, nadie sabe nadie supo, cuál es el origen de Arturo y si vive o tiene o no esposa, sólo “que hace como 10 años, la intentaron y se vio en la necesidad de mandarla a Estados Unidos”, pero ni siquiera menciona su nombre.
ESPERANZA SE ESCRIBE CON “A”…
Movido por la curiosidad, comencé a investigar quién “chingaos” es Arturo Ávila Anaya, el hombre de las tres “A”, quien asegura que la Esperanza no se escribe con “E”, sino con “A”, por eso forjó una grandota y la colocó en Plaza de Armas: la “Asperanza”, es simplemente Arturo.
Pero más tardo en colocar su “Asperanza” que el municipio quitarla, pues el candidato de MORENA violó la ley que dice respetar, y sin siquiera solicitar autorización al municipio que anhela gobernar, la instaló frente a la Catedral Basílica.
TRES NOMBRES TRES…
Bueno, pues mire usted: por principio de cuentas, Arturo no es simplemente Arturo sino Francisco Arturo Federico, pero es obvio que le gusta que le llamen simplemente Arturo y no Francisco, y menos Federico, aunque en su documentación oficial lo identifique como Francisco Arturo Federico Ávila Anaya.
“EMPRESARIO EXITOSÍSIMO”…
De Francisco Arturo Federico se han dicho y divulgado muchas leyendas urbanas: “Que lava dinero a mano”, “que tiene socios con harta lana”, “que es defraudador fiscal”, “que Carlos Lozano Rivera Rio es su socio”, “que el papá de su socio le dio contratos al margen de la ley por varias decenas de millones de pesos”, etcétera.
Cosas que mucha gente cree. Pero no es así, según el propio Arturo, ya que su abuelo, del que reitero no dice su nombre, “es de Aguascalientes”, y llegando el momento simplemente dijo: “Me voy a la tierra de mi abuelo a montar mi propia empresa.
Y así fue: llegando y haciendo: lo nombró “IBN INDUSTRIAS MILITARES Y DE ALTA TECNOLOGÍA BALÍSTICA”, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE.
Tan chingón y exitoso es Arturo Ávila Anaya, que su empresa la formó con solamente 50 mil pesos, sí caro lector, con solamente 50 mil del águila: ni un centavo más, ni un centavo menos: “50 mil varos”, equivalentes a 50 acciones de mil pesos cada una.
¡Chingón!, ¿no? Sí, muy, pero muy chingón, para los negocios resultó el nieto de su abuelo.
Por supuesto que él, Francisco Arturo Federico Ávila Anaya, es el accionista mayoritario: posee 49 acciones.
La otra acción de mil pesos, pertenece a una tal CLAYNA SCARLET AIZA VERBOONEN, socia única a la que nunca ha nombrado ni se ha visto, en las instalaciones de la empresa de marras, ubicada en: Circuito Progreso No. 210, Parque Industrial de Logística Automotriz, 20340, Aguascalientes, Ags.
La empresa de Arturo y su socia fue registrada legal y oficialmente el 9 de septiembre de 2013. En seis años despegó a las alturas.
¿A poco Arturo, insisto, no es chingón? Con 49 mil pesos y mil de su socia CLAYNA SCARLET AIZA VERBOO-NEN, formó un emporio.
Y CON ESTA ME DESPIDO…
En la “cúspide” como empresario, de pronto a Arturo le dio por entrar a la política y, sin siquiera ser miembro de MORENA, fue nombrado candidato a la alcaldía de Aguascalientes, dejando atrás a 22 suspirantes, tres de ellos de espolones: Eustacio “Tacho” Álvarez Flores, Eulogio Monreal Ávila y Luis Salazar Mora.
Sin embargo, Arturo no es político, no se le da, ni quiere empezar a aprender: tiene la piel muy sensible y ya hasta comenzó a amenazar a sus oponentes con demandarlos por “difamación”.
Es belicoso y con todo mundo pelea, sobre todo con los demás candidatos, a quienes acusa de estar sobornados por la candidata del PAN, Tere Jiménez Esquivel: ofensivo, Arturo “invitó” a Iván Sánchez, a correr a las 6:00 de la mañana para bajar de peso, sin embargo el perredista le contestó que él lo invita, “pero a bajar de pe$o$ porque es muy corrupto”.
Y mientras Arturo se sube al ring contra cualquiera que lo cuestione, Tere Jiménez continúa trabajando “pie a tierra” tocando puertas, muy al estilo de López Obrador: “dando abrazos, no balazos”, lo que le ha valido estar arriba, muy arriba de sus oponentes, incluyendo al “experto en seguridad”.
P.D.
Ya para imprimir la presente entrega, me entero que Francisco Arturo Federico Ávila Anaya es originario de México, Distrito Federal (hoy Ciudad de México), empresario, donde nació el 1 de junio de 1977; con domicilio en esta ciudad (en 2013) en Bulevar Manuel J. Clouthier, numero 2598-1001, fraccionamiento Terzetto.
Su socia, Clayna Scarlet Aiza Verboonen, nacida también en México, Distrito Federal, en febrero de 1978, con el mismo domicilio que Francisco Arturo Federico Ávila Anaya, resultó ser su esposa.
¿Qué os parece?, todavía falta mucho por investigar, pero a’i la llevamos.
* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 16).