*Pasos Para Entender la Postura Mexicana en Torno a la Crisis en Venezuela (Primera de dos Partes)
Por Enrique Halder Castillo
EL ENFRENTAMIENTO que vive hoy en día Venezuela es probablemente uno de los acontecimientos diplomáticos más importantes de los últimos años. No sólo por las claras muestras de apoyo que ha recibido el autoproclamado presidente Juan Guaidó, en su plan de remover del poder a Nicolás Maduro, sino también, por la evidente división en la que se ha visto envuelto dicho acontecimiento. Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional Venezolana, cuenta con el apoyo y reconocimiento como presidente legítimo, por parte del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y de algunos de sus aliados. A partir de este importante hecho, podemos empezar el análisis de una situación que más que sencilla, resulta de una gran complejidad en un juego diplomático y geopolítico, que no pocas veces se ha visto en Latinoamérica.
AHORA BIEN, México ha sido junto con Uruguay, Bolivia, Cuba y Nicaragua, algunos de los países en Latinoamérica que se han negado a reconocer la legitimidad del autoproclamado presidente Juan Guaidó. Tanto el Gobierno de México, así como el presidente Andrés Manuel López Obrador, han recibido críticas por no decantarse en el apoyo “casi” generalizado al líder opositor del gobierno venezolano. ¿A qué se debe esto? Y ¿Por qué México tiene esta postura? Son dos de las preguntas que intentaré responder a continuación.
ENTENDER LA postura del Gobierno de México, solamente desde el campo ideológico, es por si solo un arrebato. La muy larga y reconocida trayectoria de la diplomacia mexicana merece de un análisis mucho más profundo, y que es importante mencionar, no solamente proviene de la postura nacida de la Doctrina Estrada. (1)
MÉXICO, EN su historia más reciente, se ha definido diplomáticamente como un país amigable con el resto del mundo, salvo contadas excepciones, como la Segunda Guerra Mundial, o el asilo a los exiliados españoles de la Guerra Civil. Estos entre algunos otros momentos, han sido definitorios de la política exterior mexicana durante buena parte del siglo XX y XXI. En este sentido es importante recordar lo que Carlos Rico menciona:
“EL ESTADO mexicano tiene a lo largo de la posguerra una postura basada en la defensa estable y de principios de comportamiento internacional de naturaleza y alcance amplios, que le permiten preservar algún grado de independencia ante las preferencias de la superpotencia, que no solo hegemoniza claramente el campo occidental, sino que también es su vecina inmediata”. (2)
DICHO ESTO, lo anterior es parte de las razones por las cuales el Gobierno Mexicano ha preferido mantenerse al margen de la definición. En un escenario, que como se ha mencionado, no ha pasado pocas veces en Latinoamérica.
PARA SEGUIR en el entendimiento del posicionamiento mexicano, hay que retomar, el que seguramente es el esfuerzo de mediación más importante en la historia diplomática mexicana en Latinoamérica. Me refiero al proyecto de pacificación del Grupo Contadora nacido en 1983. (3) Esta iniciativa nació durante el conflicto nicaragüense en la década de los 80’s y pugnaba por una resolución pacífica y dialogada para solucionar la crisis en el país centroamericano. (4) La creación de este grupo significó para México una muestra contundente de su política exterior y su liderazgo diplomático como mediador en escenarios críticos regionales. Contadora fue un proceso negociador compuesto por varios países para llegar a una solución pacífica en Nicaragua, y en aquel entonces, como ahora, Estados Unidos formaba parte del grupo antagónico al Grupo liderado por México y Colombia. El gobierno estadounidense actuó conforme a su tradición intervencionista, a través de bloqueos políticos y económicos regionales. Amenazó con la intervención armada directa e incluso con ayuda de Honduras, formó a grupos paramilitares que durante años estuvieron activos en la frontera nicaragüense. (5)
LAS DISTANTES posturas entre México y Estados Unidos, han tenido a lo largo de la historia reciente varios momentos, no es novedad el papel norteamericano en su búsqueda continental de intereses económicos y políticos, tampoco lo es su tradicional postura de apoyo a dictaduras o democracias, según convenga. La historia latinoamericana, tiene múltiples ejemplos; Guatemala 1954, Chile 1973, Nicaragua 1934-1979, Panamá 1989, solo por mencionar algunos. (6) Habría que añadir el más reciente acercamiento, al gobierno militar recién electo en Brasil al mando de Jair Bolsonaro, quien ha fungido como pilar fundamental para la declaración de legitimidad que Estados Unidos le ha dado a Juan Guaidó. Este último dato, es muy importante para entender la postura estadounidense y su papel como legitimador de gobiernos a nivel internacional.
ES CRUCIAL entender que la postura mexicana no está reconociendo a la figura personal de Nicolás Maduro, (7) sino que trata de forma diplomática, de reconocer al gobierno venezolano a través de las más estrictas leyes de Derecho Internacional, (8) y ejerce con soltura su reconocimiento a los procesos legales sobre los cuales Venezuela ha elegido a su gobierno. Dicho de otra forma, México con su postura evita encasillarse en un margen de maniobra que le impida tener actividad mediadora, o incluso, que le signifique un enfrentamiento con el Gobierno Venezolano encabezado por Nicolás Maduro.
Notas
1. La Doctrina Estrada, denominada así en honor al ex diplomático mexicano Genaro Estrada, es una postura diplomática estrictamente apegada al Derecho Internacional, y que se basa en una clara corriente juridicista que promueve, y apoya la libre determinación de los pueblos y su libertad política.
2. Carlos Rico, “Hacia la Globalización” en México y el Mundo Historia de sus Relaciones Exteriores Tomo VIII, Ed. Senado de la República, México p. 13
3. AHGERE, Legajo. III, Exp.7013-1, p.1, Oficio, texto del comunicado conjunto emitido en la isla de Contadora, por los ministros de relaciones exteriores de los países involucrados, Tlatelolco, DF., 9 de enero, 1983.
4. El conflicto nicaragüense en la década de los 80’s se centraba en el régimen sandinista y su intento de establecer gobierno, luego de derrocar a la dictadura de la Familia Somoza que gobernó Nicaragua desde 1934, y que tuvo como último gobernante a Anastasio Somoza Debayle.
5. Para más información Véase: “La Paz Burlada. Los procesos de paz de Contadora y Esquipulas” obra de Augusto Zamora Rodríguez. 2006. Estos grupos paramilitares, fueron entrenados, según el propio Zamora, por la CIA. El caso de la financiación de la contra fue famoso en Estados Unidos y generó gran polémica, al grado de que el congreso negó el financiamiento al proyecto de “ayuda militar” que la CIA implementaba en la frontera entre Honduras y Nicaragua.
6. Para más información, Véase: “América Latina y Estados Unidos. Una historia entre espacios desde la época colonial hasta hoy”, Stefan Rinke. 2016.
7. Tanto Rusia como China, dos de los gobiernos más cercanos al gobierno venezolano, han mostrado su apoyo a Maduro. Debido a las fuertes inversiones en materia energética y militar, los intereses que ambos tienen en Venezuela, son las razones principales de su apoyo y del rechazo al intervencionismo norteamericano.
8. Expresado en el artículo 89, sección X de la Constitución, la política exterior depende del presidente en turno, y si bien estos principios son interpretados de manera diferente por cada mandatario, en lo estricto, se basan en la no intervención, la autodeterminación de los pueblos, la solución pacífica de controversias; proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; igualdad jurídica de los Estados; cooperación internacional para el desarrollo; el respeto, y la protección de los Derechos Humanos; y la lucha por la paz y la seguridad internacional. Tomado de Zirahuen Villamar en: http://www.capesic.cat/es/2019/01/22/un-nuevo-gobierno-en-mexico-una-nueva-politica-exterior/. Consultado el 29-01-2019, 11:50 am.
Puede encontrar la segunda parte de esta columna en:
https://pagina24.com.mx/2019/02/06/columnas/mexico-y-el-espiritu-contadora-2/