La Columna del Diablito

* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
“EL BOQUETAZO LOZANISTA III”

La verdad que nadie se imaginó la fuerza del Tsunami AMLO (Andrés Manuel López Obrador), yo en lo particular. Y le voy a confesar al lector por qué: Conozco, como usted, las mañas y los trastupijes del PRI. En ningún momento dudé del triunfo de Andrés Manuel López Obrador, pero nunca me imaginé que ganara con más del 53 por ciento de los votos.

Este porcentaje no lo logró Carlos Salinas de Gortari, ni con su descomunal fraude, pero Andrés Manuel López Obrador barrió con todas las trampas del expartido aplanadora: sólo en un estado no logró el triunfo, Guanajuato: pero el resto se vistió de Morenita Mía.

Pero además, Morena tendrá mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados, convirtiéndose así, en la primera fuerza política del país. “A’i pobremente”, como dice el propio López Obrador.

Así que, digan lo que digan; pésele a quien le pese, AMLO les calló la boca a sus detractores, ahora sí que “les guste o no les guste, les cuadre o no les cuadre…”.

Otra:

¿Cómo imaginar que Lorena –la más buena– iba a quedarse sin curul en la Cámara de Senadores? No, hombre, eso era una blasfemia. Lorena no podía perder tal espacio, en todo caso, iría como primera minoría, es decir: perdiendo ganaba. Y, como yo, así pensaba la mayoría de la raza, mis amigos y conocidos: “Lorena Va”, como dice Pepe Guzmán, “¡a güevo!”.

No fue así, se le apareció un moreno por el que nadie daba un peso por él, a pesar de ser una persona muy preparada: Daniel Gutiérrez Castorena, pero el Tsunami AMLO no perdonó nada, lo sacó a flote y Lorenita perdió por mayoría y perdió por minoría

Otra:

Pero lo cierto es que, en Aguascalientes, el PRI fue contra el PRI, y tuvo su propio Tsunami muy muy cabrón, destructor, muy destructor que destrozó a todos sus compañeros de partido: Carlos Lozano de la Torre “El Patrón del Mal”, por su pésimo gobierno.

Y es que el pueblo no olvida, no señor, “ni mariguano, ni loco, ni pendejo, votaría yo por el PRI –me dijo don Raúl– y usted sabe muy bien, señor Luévano, por qué: el pinche Gringo se volvió loco, a ese cabrón, el poder lo transformó, ya ni me conocía el ojete; una vez logré verlo en la pega del cartel de la Feria Nacional de San Marcos, logré acercarme a él, le di una palma-dita en el hombro y le dije: ‘hola Charly’, y me contestó: ‘¿cuál Charly, cabrón?, soy el Señor Gobernador’, me dio la espalda y hasta ahí; me mandó a la chingada, yo más lejos”.

“LA VÍBORA” EN ACCIÓN…

“¡No voten por la amiguita de Martín Orozco Sandoval, no voten por el PAN, partido de rateros, de narcos, no hay uno que se salve, todos son ratas!”, vociferaba trastornado y enredado en el micrófono de La Mexicana, el locutor de rancho José Luis Morales Peña “La Víbora”.

“¡Ya anda por ahí el obispo Chema diciendo en las misas de la Catedral que ‘no voten por la lesbiana’ (sic) metiéndose en lo que no le importa, dándose la gran vida con el dinero del pueblo, porque el obispo vive del pueblo, come angulas y los mejores vinos, ¡que mejor coma tripas y agua de horchata, como yo, como usted, que nos tallamos el lomo trabajando todo el día”.

Allá, algunas veces, le echaba flores a Juan Antonio Martín del Campo: “Voten por Toño Martín del Campo, pero no voten por Martha Márquez porque es la amiga consentida de MOS, mejor voten por Lorena, no importa que el obispo le diga lesbiana”, y así se la pasó “La Víbora” Morales toda la campaña, pretendiendo ignorar que si su “vasta” audiencia, sabía que si no votaba por Martha, Toño no iría al Senado, pues la mujer era cabeza de fórmula.

Y así era todos los días “Son… en… estos… momentos… Yo sé lo que les digo, no voten por Martha Márquez, tampoco le hagan caso al obispo que les dice ‘no voten por la lesbiana’, después se van a arrepentir y van a decir: ‘tenía razón el loquito de la radio’; pero há-ganme caso no voten, no voten, no voten por la amiguita de MOS”.

Esto lo recuerdo porque “La Víbora” arguye que es el “periodista” más influyente, honesto y valiente de Aguascalientes y el mundo, es el “huyhuyhuy”, el “no hay otro”, “el que sí escucha al pueblo”, “el más grande, el mejor”, “el que sí tiene influencia y credibilidad”, el que prometió a “Manene” hacer diputado ciudadano “de La Mexicana”, pero nomás lo utilizó para conseguir firmas y marchar contra MOS, pero como no le dio resultado alguno, se limpió con él y lo desechó.

¿Qué sucedió?

Pues que “La Víbora”, además de ser ojo de pescado, no tiene credibilidad, así de sencillo: la prueba está en que el PAN, a nivel local sigue siendo la primera fuerza política y la denostada Martha Márquez, senadora electa.

Y que “La Víbora” se encabrona por el triunfo de Martha: “Es que el pueblo está bien pendejo, no tiene vergüenza, vendió su voto por pinches 200 pesos y una torta y un refresco, es un pueblo burro, un pueblo ignorante, ni siquiera sabe por quién votó, se lo dije que no votaran por la amiguita de MOS y votaron por ella, no valen madre, me dan asco, no tienen remedio, por eso están jodidos; ¿yo qué?, ¡mírenme!, viajo por toda la República, tengo mucha chamba y gano más dinero que antes, en cambio ustedes, ¡vean cómo están de jodidos!, ¡Ah, pero siguen votando por el PAN!, les dije a ustedes todos los días, voten por Lorena, pero no, mejor le hicieron caso al obispo que les dijo ‘no voten por la lesbiana’; y van a ver las consecuencias, les va a ir peor. Pero querían PAN ¿verdad? ¡Pues ahora se lo tragan por andar vendiendo su voto!”.

De este tamaño es “La Víbora Morales”, el hijo consentido de “Don Vibo-rón”, pero como hay varios políticos masoquistas…

¿CADÁVER INSEPULTO?

Nuestro Diario Hermano Página 24, publicó el sábado 7, un comunicado de prensa del grupo denominado “Democracia Interna. Expresión nacional por la refundación del PRI”, en el que hacen algunas reflexiones como la siguiente:

“La victoria de Andrés Manuel López Obrador es apabullante e indiscutible. El apoyo mayoritario del pueblo decidió que él dirija los destinos de México desde la Presidencia durante los próximos seis años”.

Y lamentan que los desaciertos, por parte de los que secuestraron a su partido “lo llevaron a la derrota; a un penoso tercer lugar”.

Culpan directamente a Peña Nieto y a su Gabinete de la debacle por abrirle las puertas del Partido a gente externa (José Antonio Meade) dolidísimos, señalan con índice de fuego:

“La percepción desde la sociedad de un gobierno corrupto, aumentó el desgaste del partido que había apenas recuperado la presidencia; el incremento en la inseguridad y la pobreza y reformas estructurales cuyos beneficios no sintió la gente, socavaron aún más el apoyo popular al PRI y a su gobierno”.

¡Vámonos! ¿Más mezcla maistro?

Y CON ESTAS ME DESPIDO…

El PRI, pues, está convertido en un cadáver insepulto. Nadie cree que Morena se niegue a sepultarlo, tampoco cree que cometa los mismos errores de Vicente Fox y Felipe Calderón, que afianzaron el PRIAN, nacido de un aberrante amasiato entre Diego Fernández de Cevallos y Carlos Salinas de Gortari, principalmente.

Tan mal anda el PRI también en Aguascalientes, que el exalcalde de Aguascalientes y exdiputado local expriísta, Gabriel Espinosa Arellano “El Grabiel” (a quien Carlos Lozano de la Torre “El Patrón de Mal”, echó de la alcaldía), a pregunta expresa de nuestro compañero reportero Erick Ramírez, contestó a la pregunta de que si regresaría al RIP:

“No, mira, yo no levanto muertos; yo estoy dedicado a trabajar en mi rancho”.

El Llanto de “La Muñeca”

Quién llora por todos los rincones es el hijo putativo de Rubén Camarillo Ortega “El Gasolinas”, Leonardo Montañez Castro “La Muñeca”, panista que perdió la candidatura a diputado federal.

Y la raza, que no perdona nada, le dijo: “¿Ya ve mi cabrón, cómo no puede solo? ¿Ya ve mi cabrón que el que se pone perro contra ‘El Señor de los Rayos’, al final se lo lleva la chingada?”.

Por esa derrota y sus consecuencias es que Leonardo, anda todo agüitado, renegando de la política y esperando el llamado de su “papá” para hacerse cargo de las gasolineras que tiene en varias partes de México.

* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 12).