La Columna del Diablito

* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
¿SERA, SERÁ?

El tristemente célebre profesor “Paco Chávez” alias Francisco Javier Chávez Rangel –“el hombre más honesto que he conocido en mi vida y que ganará de calle al corrupto taquero y gaso-linero Juan Antonio Martín del Campo, la alcaldía de Aguascalientes”, decía el empresario locutor José Luis Morales Peña “La Víbora” en 2014, cuando ambos, Paco y Toño disputaban la alcaldía de Aguascalientes–, anda como si no le entrara ni un popote: apretadito, apretadito.

¿Motivo, causa, razón?

Pues porque al bien amado excolaborador de Carlos Lozano de la Torre “El Patrón del Mal”, están por consignarle ante el juez penal en turno cuatro demandas penales por rata y mariposón, ya que durante el tiempo que estuvo de propietario del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA) saqueó el changarro con la bendición y absolución de “El Patrón del Mal”.

Así las cosas las cosas, Paco Chávez anda todo ñañarieto, aunque su protector, “El Patrón del Mal”, le dice: “No te preocupes mi amor, nada te pasará mientras yo viva”.

Óoorale, no sabía cuánta llama tenía ese amor perro.

Ya veremos, si llegando el caso, Paco Chávez pasará una larga temporada tras los barrotes de alguna celda y si “La Víbora” vuelve a decir que “Paco Chávez es el hombre más honesto que he visto en mi vida… ¡y se lo firmo!”.

“JALISCO Y ZACATECAS”

El presidente local del PRD, Emanuelle Sánchez Nájera, dijo el pasado martes una gran verdad: “Estamos rodeados por dos focos rojos muy violentos: los estados de Jalisco y Zacatecas”, para luego echarle parte de culpa “al tejido social”.

No lo creo así, la culpa de todo esto es de los gobiernos voraces y sin escrúpulos que, en gran medida, son los hacedores o cómplices de los cárteles del narco.

Para no ir muy lejos recordemos lo que sucedió en la administración anterior: a la llegada de Carlos Lozano de la Torre, diferentes cárteles peleaban a sangre y fuego la plaza.

Pero de inmediato tomó cartas en el asunto y ordenó a Felipe Muñoz Vázquez una batida contra el que consideró más fuerte: el cártel de “La Oficina”.

En esa lucha atroz, el llamado “Procurador de Hierro” perdió a dos sobrinos: Alberto Muñoz Marmolejo e Israel Muñoz Marmolejo, a quienes después de torturarlos los decapitaron.

Y es que los hermanos Muñoz estaban ligados al narcotráfico, por lo que los usaron como carnada para exigir a Felipe que renunciara a su cargo o  los eliminarían, “para luego ir en contra de toda su familia”.

La respuesta de Felipe fue un rotundo no, y sus sobrinos fueron ejecutados cruelmente.

La prensa comenzó entonces a dudar de la honestidad del Procurador, puesto que sus sobrinos eran parte del narco-tráfico, por lo que aquí en TRIBUNA LIBRE acuñamos el mote de “Los Narco Sobrinos”, fue entonces que dos de nuestros reporteros de policía, además del director de otro periódico policiaco y uno de sus colaboradores, fueron encarcelados con falsas acusaciones, pues a Felipe le molestaba tanto la crítica, sino las verdades.

En fin: la lucha de Felipe y Carlos contra “La Oficina” fue a muerte.

En esa pelea decenas de policías fueron a parar a la cárcel y poco faltó para que el general Rolando Eugenio Hidalgo Eddy, secretario de Seguridad Pública Estatal, les hiciera compañía, pues el procurador Muñoz “tenía pruebas de su relación con el narco”, sólo que el gobernador se lo impidió: “No nos metamos en esas broncas con el general”, le ordenó.

Felipe disminuyó al “Cártel de la Oficina”, pero el tráfico y consumo de drogas no sólo no bajaron, sino que aumentaron considerablemente, ¿por qué?

No se necesita ser sabio para saberlo: “vendieron la plaza a otros cárteles de la droga “.

Por eso no es cuestión del “tejido social”, no, es cosa de la complicidad de las autoridades, el “tejido social” no podrá componerse mientras exista la impunidad.

Hace tiempo un policía aguascalentense fue invitado a trabajar a la Ciudad de México, meses más tarde me confió:

“Allá está de la chingada, los comandantes son los que la rifan: ellos forman sus bandas de asaltantes y se reparten el botín; tienen un código de honor que les impide robar en otro territorio que no sea el suyo.

“Lo que más me sorprendió –continuó– son las bandas de carros de lujo: roban y venden a precios muy por abajo de su costo. Luego uno de los agentes va con el comprador, que siempre es una persona de clase alta:

–Señor, lamento decirle que su carro tiene reporte de robo, así es que me va a tener que acompañar a la delegación para que declare.

“Espantado, el comprador es forzado a negociar con el policía en los siguientes términos: le dejo el carro pero cada mes me van usted a dar una “renta mensual por tanto…”.

De este tamaño es la pudrición de las autoridades policiacas, mismas que se tienen que poner a “mano” con sus superiores, pues es una cadena.

Cuando le pregunté  ¿por qué no denuncias, me contestó llanamente:

“Porque me matan”.

–¿Y por qué no renuncias?

Su respuesta fue el silencio.

Otro cosa que me confirmó fue:

“El error más grande que cometen los gobernantes es traer policías de fuera del estado, ellos vienen por lo suyo y luego se van, no les interesa la seguridad puesto que no son originarios del lugar”.

¿Qué hacer entonces si vivimos en un narco-estado?

Mientras que en “Los Pinos” no decidan exterminarlo, el narcotráfico y el lavado de dinero seguirán siendo un negocio en el que participan los malos gobernantes, protegidos por la impunidad.

El propio Carlos Lozano lo sabe: hay aquí un gran constructor de viviendas para la clase baja y media, que estuvo años varios años preso por vender mariguana, pero al salir se transformó de golpe y porrazo en un “respetable” empresario de la construcción.

Por eso Carlos advertía: “Ese cabrón fue narco, ahora lava dinero en la construcción de viviendas, pero yo nunca le voy a otorgar permiso alguno para que construya una sola casa”, repetía constantemente, al calor de las copas.

Pero el billete es el billete y en el último o penúltimo año de su “desgobierno” hasta una foto se sacó con él, alabándolo por su “honesta y exitosa trayectoria empresarial”.

¿Es así como va a cambiar este país?

Y CON ESTA ME DESPIDO…
“VIBORADAS”

De repente, Carlos Lozano de la Torre y su hijo José Carlos dejaron de ser “clientes” de José Luis Morales Peña “La Víbora”, ahora padre e hijo son ciudadanos ejemplares.

¿Por qué? Sus razones tendrá, pero todavía el 3 de octubre de 2017, “La Víbora Morales” aturdía con su micrófono a sus radioescuchas:

“¡La historia del día –comenzó “La Víbora Morales”– tiene qué ver con las decisiones que toman los gobernadores y que después de años nos enteramos que son decisiones tomadas a lo tonto, a la ligera y que nos cuestan mucho dinero!, ¿se acuerdan que Carlitos Lozano?

“¡No me quiero olvidar de él –continuó “La Víbora Morales”– pero estamos muy concentrados en MOS, lo que pasa es que Carlitos Lozano, que hizo muchas pero al menos daba resultados, es una pésima persona, corrupto como pocos, ratero como pocos, Carlitos Lozano al menos daba resultados en economía y en seguridad, pero tuvo sus detallitos, esto de los autos eléctricos era un caprichito de su hijo, era un negocio de José Carlitos, era el dueño de los autos ecológicos, una más del junior que se hizo multimillonario, yo creo que poca gente tiene dinero en Aguascalientes en efectivo como José Carlos, pero hablo de cientos de millones, un bandidazo, lo que tiene de inocente y de finito lo tiene de millonario… resulta ser que se van a la chatarra la mitad de los taxis ecológicos!”.

Hasta aquí la acusación de ese día de “La Víbora Morales”, quien ya invitó al “bandidazo José Carlos”, para la semana entrante, que comienzan oficialmente las campañas electorales, a su programa de radio, pues el Junior quiere ganar un escaño en la Cámara de Diputados Federal.

* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 8).