Carlos Lozano de la Torre ...“El Patrón del Mal”... | José Carlos Lozano Rivera Rio ...“El Hijo del Patrón del Mal”... | José Alejandro Díaz Lozano ...“El Sobrino de Oro”...

Carlos Lozano de la Torre …“El Patrón del Mal”… | José Carlos Lozano Rivera Rio …“El Hijo del Patrón del Mal”… | José Alejandro Díaz Lozano …“El Sobrino de Oro”…

* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
LOCO DE ATAR…

La ambición por el dinero y la soberbia de Agustín Morales Padilla “don Viborón”, lograron lo que un servidor intentó evitar: que José Luis Morales Peña “La Víbora”, perdiera totalmente la cordura.

No lo internó en un hospital psiquiátrico, como por varios años se lo recomendé, porque “don Viborón” prefirió el oro, y ahora está sufriendo las consecuencias de haberse inclinado por el brillo del precioso mental y no por la salud mental de su hijo, que, como buena “Víbora”, se enreda en su micrófono e insulta a quien se le viene en gana, cobijado por la impunidad, que celebran varios dolidos priístas, por la aplastante derrota de 2016.

Pobre José Luis, es víctima de su propio padre, Agustín Morales, quien busca ser sepultado como los faraones: cubierto de oro; en el olvido quedó aquel chiquillo que se encargaba de llevarles los refrescos y las tortas a los reporteros de El Sol del Centro y que, al cabo de los años tuvo la fortuna de encontrar en su camino a Rodolfo Landeros Gallegos, quien lo sacó de la jodidez al ponerlo al frente de diario “El Hidrocálido”, creado y echado a andar con dinero del erario; la jodidez es tema que Agustín Morales y José Luis recuerdan y platican: la crisis económica los asfixiaba.

En verdad, pobre José Luis, lucha contra sus propios demonios, demonios que le metió Agustín y, con el micrófono que le presta, insulta y calumnia a los que su enferma mente y su papá, le ordenan.

Conocí a un sujeto muy parecido a José Luis, al que su locura llevó al suicidio.

Ojalá y no sea el caso.

COMO BOLA DE NIEVE…

Conforme el tiempo avanza son miles las voces de gente que clama justicia y exige que los ladrones funcionarios del sexenio anterior, no sólo regresen lo que le robaron a la raza de bronce, sino que también paguen con cárcel: y su demanda crece como bola de nieve.

Lo exigen políticos de todos los partidos y la gente de todos los extractos sociales.

Así, polacos como Carlos Lozano de la Torre, exgobernador de Aguascalientes “El Patrón del Mal”;

José Alejandro Díaz Lozano “El Sobrino de Oro”, encargado del despacho de la Secretaría de Finanzas;

Francisco Javier Chávez Rangel ...“El Chato”... | Carlos Penna Charolet ...“El Pingüino”...

Francisco Javier Chávez Rangel …“El Chato”… | Carlos Penna Charolet …“El Pingüino”…

Francisco Javier Chávez Rangel El Chato”, director del Instituto de Educación de Aguascalientes;

Carlos Penna Charolet “El Pingüino”, director de Radio y Televisión de Aguascalientes;

Jorge Durán Romo ...“El Verde”... | Francisco Esparza Parada ...“El Transa”...

Jorge Durán Romo …“El Verde”… | Francisco Esparza Parada …“El Transa”…

Jorge Durán Romo, secretario estatal de Medio Ambiente;

Francisco Esparza Parada “Pan-chito”, extitular del Instituto de Salud;

José Carlos Lozano Rivera Rio “El Hijo del Patrón del Mal”, y varios “charalillos entenados de la corrupción, están entre los nominados a visitar por largo tiempo, el Cereso de la carretera a Calvillo.

Ojalá y esa gentuza pague sus corruptelas, pues conforme vayan cayendo, el gobernador Martín Orozco Sandoval se sacudirá la estigma de haber firmado un pacto de no agresión con “El Patrón del Mal” y, entonces sí, su administración tendrá  los rieles que le hacen falta para golpear la impunidad, de la que tanto alarde hace esa caterva de ladrones, quesque porque Carlos Lozano es muy poderoso y los protege.

¡Ah chingá, chingá! No os la jaléis: los tiempos de enorme poder del “Gringo” ya pasaron, lo único que le queda es un madral de dinero, sólo eso, nada más.

“MENTADAS DE MADRE”…

Elsa Amabel Landín Olivares, diputada local priísta, no acaba de sorprenderse por el dineral mensual que cobrarán los magistrados electorales: ¡150 mil 254 pesos 71 centavos! Naaada…

Y compara:

“Un obrero en Aguascalientes tardaría más de dos años en reunir esos 150 mil pesos”.

Y reacciona:

“Seamos serios con la gente, que tiene la razón cuando nos mienta la madre cuando aprobamos ese tipo de cosas”.

¡Sopas!

Y sí: yo he oído cuando la raza les dice: “¡diputados hijos de su pinche madre, cobran un chingo de dinero, se olvidan del pueblo y no trabajan, bola de güevones!”.

JEFES POLICIACOS…

Si los jefes policiacos en verdad quieren combatir el hampa, como todos los días pregonan, no necesitan otras cosas que honestidad, sentido común y, claro está, algo de experiencia.

Y todos ellos lo saben, pues al no aceptar sobornos los hampones levantarán el vuelo hacia otras latitudes, pues es lo único que saben hacer: robar al que se deje y, al que no, ¡a güevo!

El hampa, y ellos lo saben porque lo viven a diario, no se arriesga a actuar tan fácilmente si no está “puesta” con las autoridades, o no tiene la capacidad, el verbo, para burlarla.

El policía sabe perfectamente quién o quiénes son los rateros, los defraudadores, los timadores, los vendedores de drogas: se mueven entre ellos y los conocen de sobra.

Entonces, ¿por qué no actuar? No lo hacen por cualquiera de estas dos razones: Están “puesto$” con ellos o con sus superiores y, así, no hay ley que valga, porque, incluso, algunos delincuentes son niños de pecho en comparación con los que procuran, dicen, la justicia.

Ejemplos hay muchos, pero hoy quiero recordar al nefasto Guillermo Gerardo Guadalupe Ballesteros Guerra, a quien hace días entrevistaron en un periódico de “La Famiglia Morales Peña”, y el divino calvo se puso la medalla de la honestidad.

¡Cínico, Rata!

Ballesteros, cuando procurador general de Justicia en el desgobierno del extinto corrupto marinero Miguel Ángel Barberena Vega, robaba hasta a los ladrones.

Va una de tantas de sus hazañas:

Una banda de cacos asaltó a una pareja de novios en el entonces Distrito Federal: les “rodolfearon” el efectivo, los llevaron a los cajeros automáticos y les vaciaron sus tarjetas de crédito, los desnudaron y los tiraron en el Estado de México.

El jefe de la banda, originario de Aguascalientes, con la parte del botín y el carro –un Jetta del año– llegó a Aguascalientes.

Con la raza de su barrio, comenzó a presumir sus billetes, el flamante auto y su capacidad delictiva.

Y a dos de esos chavos invitó a delinquir: asaltaron en una noche tres loncherías, pero en la última la policía municipal los atrapó.

Con todo lo “rodolfeado” los policías los pusieron a disposición del Ministerio Público, quien de inmediato inició la averiguación previa.

Al día siguiente, el director de Averiguaciones Previas le informó al procurador del caso, y recibió la orden de Ballesteros de proceder “como de costumbre”.

Y el director de Averiguaciones Previas de inmediato le hizo la chamba al divino calvo: arrancó la foja donde estaba consignado el flamante auto –la víctima tenía escasos 10 días de haberlo comprado–, falsificó la original con todo y firma de los detenidos y, claro está, omitió la recuperación del Jetta.

–Señor, aquí están las llaves, el auto está en el estacionamiento, le dijo a Ballesteros.

Así se las gastaba en “honesto” procurador general de Justicia, del exgoberladrón Miguel Ángel Barberena Vega.

Nosotros investigamos el caso y lo publicamos en portada de esta su TRIBUNA LIBRE, lo que provocó que me metieran a la cárcel en mayo de 1989 “por difamación” y “delitos contra servidores públicos”, ese fue el inicio de otros tres procesos penales y encarcelamientos en mi contra, en el nefasto desgobierno del extinto y corrupto Miguel Ángel Barberena Vega, que en vida engañaba a la gente diciendo que había nacido en Jesús María, pero era mentira, nació en España, falsificó su acta de nacimiento para ser gobernador de Aguascalientes.

Y CON ESTA ME DESPIDO…

Por eso les digo a los jefes policiacos: dejen de hacerle al vivo, la delincuencia existe porque ellos o sus superiores lo permiten, porque saben muy bien quién o quiénes son los delincuentes, pero muchas de las veces son ellos o sus superiores quienes comandan esas bandas: el notario número 1, Guillermo Ballesteros Guerra, es un botón de muestra de ello.

Y más:

¿Cuántas veces hemos sabido que los dueños del poder sacan de la cárcel a tal o cual delincuente para que les haga algún “trabajito”?

Así es que, señores, no le hagan al Tigre Toño: hagan su chamba y metan a esos cacos a la cárcel, no importa que se llamen Rodolfo o Cuca, y que gocen del “aprecio” y la complicidad de gobernantes con conciencia maligna y nalgas al revés.

* (Columna publicada en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 5).