¿Puede un Hombre Estudiar el Feminismo y a las Mujeres?

Por Melquisedec Aminadab M. Villalobos *

COMO SE lee en el título, este artículo tiene como finalidad responder a la pregunta: “¿Puede un hombre estudiar el Feminismo y a las mujeres?” y con ello elucidar sobre las consideraciones que esto conlleva. La legitimidad de mi tesina universitaria discutida en este artículo.

MI INTERÉS por el feminismo nació cuando yo era un chico al que le costaba relacionarse con los demás y por lo mismo le era muy difícil comprenderles; al tener pocas palabras que decir, y como un lastre el sentimiento de inutilidad al tener poco que ofrecer a una conversación, me resignaba a escuchar y tratar de descifrar cuáles eran los tópicos de conversación, qué palabras decir y cómo decirlas para sostener una conversación, prolongarla o darle una pincelada amena y divertida, y por qué no, también pícara. Aunque realmente lo que me atrajo hacia el feminismo fue el tópico de “las mujeres son complicadas y difíciles de entender”, que yo más bien asumí como un desafío, pues aún considero que esta estigma es la excusa para no hacer el esfuerzo en comprender a la mitad de la población. Con esto no quiero decir que la mujer no sea compleja.

Las propuestas del feminismo benefician tanto a hombres como mujeres y a la diversidad en general (Foto: Archivo/ Rodolfo Angulo/ Cuartoscuro)

Las propuestas del feminismo benefician tanto a hombres como mujeres y a la diversidad en general (Foto: Archivo/ Rodolfo Angulo/ Cuartoscuro)

AUNQUE LA definición de Feminismo que a tod@s nos viene a la cabeza sea la de “búsqueda de la igualdad entre mujeres y hombres”, esta, aunque es políticamente correcta, no es conceptualmente correcta ni favorable para las mujeres, pues con el concepto de “Igualdad” nuevamente se invisibilizaría a la mujer, dado que la política, la cultura y la ciencia han sido y poseen una estructura eminentemente patriarcales, lo que dificultaría mucho la mejora de las condiciones de la mujer; además, los estudios feministas no se beneficiarían del concepto, más crítico, de diversidad, no sólo sexual, sino también cultural y demás implicaciones y derivaciones que conlleva la diversidad.

LA POSIBILIDAD de un hombre de realizar un estudio feminista la tiene por el mero hecho de proponérselo; sin embargo, el feminismo, además de ser ignorantemente vilipendiado por personas que se dejan influenciar por la mala reputación de su ala radical, es erróneamente atribuido única y exclusivamente a las mujeres, olvidando que las propuestas del feminismo benefician tanto a hombres como mujeres y a la diversidad en general, por lo tanto en este aspecto, además de posibilidad, el hombre tiene, por así decirlo, la legitimidad de realizarlo.

UNA CONSIDERACIÓN que hay que tener en cuenta es que como decía líneas arriba, la política, la cultura, la ciencia y con ello la epistemología (la filosofía del conocimiento) son esencialmente patriarcales, es decir, que su estructura y sus marcos teóricos fueron elaborados y pensados por los hombres, por lo tanto estudiar el feminismo (que estudiar es esencialmente epistemología) según los parámetros de la epistemología tradicional y patriarcal implicaría un sesgo patriarcal, pero afortunadamente las feministas se han preguntado sobre esa epistemología que nos permitirá (a hombres y mujeres, confío) estudiar a la mujer –y al hombre, por qué no– ya no desde la perspectiva científica patriarcal masculina, sino desde un conocimiento plenamente humano, fruto de una teoría representativo de lo humano que es el objetivo del feminismo.

PARA ELABORAR una teoría feminista representativa de lo humano es necesario que más mujeres se sumerjan en una ciencia y cultura patriarcales sin identificarse con lo universal masculino, es decir, conscientes de su perspectiva de género como mujeres y por lo tanto tener una visión crítica del modelo patriarcal que permita transformar la teoría del conocimiento. Y aunque la perspectiva de género para un hombre sea una limitante, es decir, la dificultad de sustraerse de su subjetividad como hombre en pos de estudiar a las mujeres, creo que se puede hacer el esfuerzo por comprender a las mujeres.

Fuente: Gómez Campos, Rubí de María; presentación de Marta Patricia Castañeda Salgado, El feminismo es un humanismo, Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2013.

* Melquisedec, o Melqui para los íntimos, es de origen aguascalentense; de personalidad algo retraída, involuntariamente; distraída; y abstraída en dulces fantasías; pero eso sí, es un incondicional aficionado a la música y estética de los ochenta y principios de los noventa en el universo del Glam Metal. Su anhelo es la estabilidad, la salud, pero sobre todo que sus fantasías se materialicen.