Nueva Programación ¿Nueva Televisión?
Por Mario de Ávila Amador
En recuerdo de Jorge Galván
“DISTINTAS VOCES de la sociedad y especialistas en medios de comunicación en el estado, pedían un cambio de la forma de hacer televisión en Aguascalientes. Creemos firmemente que el hecho de que el Canal 26, dependa del gobierno del estado en su operación, esto no significa que los contenidos deban ser por imposición del gobernante en turno o por intereses que beneficien a las autoridades”.
NO CREO en los políticos, sus compromisos me parecen vacíos, sin posibilidad de garantía de cumplimiento. Las palabras con las que inicia esta colaboración fueron pronunciadas por el gobernador del estado, Martín Orozco Sandoval, el pasado lunes 10 de abril en la ceremonia de presentación de la nueva programación del Canal 26, el canal del estado. No creo de entrada en el dicho del gobernador, la burra no era arisca, pero en este caso merece el beneficio de la duda y vale la pena darle tiempo al tiempo.
EN UNA colaboración anterior señalé que el hacer una “televisión ciudadana” no implicaba solamente realizar programas “a la medida de los ciudadanos”, de lo que ellos quieren o gustan. La estructura orgánica del mismo y especialmente sus órganos de toma de decisiones, deben estar conformados por ciudadanos, especialistas en temas de televisión y comunicación. Orgánicamente debe desarticularse de cualquier dependencia del gobierno en línea de mando y trabajar de manera autónoma.
PERO ENTONCES ¿por qué el beneficio de la duda, por qué tiempo al tiempo?
EN PRIMER término, debo decir que hemos esperado muchos años y hasta hoy se vislumbra en el equipo de trabajo, encabezado por el licenciado José Luis Márquez, una actitud diferente. El director del organismo señaló al dar la bienvenida a los invitados: “Asumimos el compromiso con el auditorio, de ofrecer contenidos que beneficien a nuestra comunidad, con producciones de gran calidad y con acciones de vinculación institucional, que nos permitan hacer más eficientes y eficaces nuestros recursos humanos, técnicos, tecnológicos y económicos, con el único afán de integrar barras de programación en nuestras emisoras, que la sociedad merece”. Sin enormes diferencias, el discurso se percibe distinto, sincero. En un buen número de los productores se nota la satisfacción de estar haciendo un buen trabajo, que además se hace con gusto.
EN SEGUNDO término, la nueva programación, la muestra que se ofreció en el evento, nos permitió ver un trabajo técnicamente muy bueno y con contenidos que si bien no puede decirse que jamás fueron tocados por la televisora, ahora al ofrecerse en series serán recurrentes en la pantalla. Desde luego faltan temáticas importantes, pero insisto, es el comienzo. Historia, costumbres y tradiciones, filantropía, problemáticas sociales, deporte y arte en sus distintas expresiones, podrán contemplarse en el “nuevo canal 26”. En cuento a programas informativo-noticiosos, debe decirse que “el cambio” inició primero, siendo lo más notable por lo pronto, el cambio de conductores, especialmente la presencia de “Beto” Béjar y Rafael “Güero” Juárez en el informativo matutino “Vitral”, rostros impensables en los medios del estado en otras administraciones.
FINALMENTE PARA este sencillo análisis, me parece muy importante, a pesar de los cambios que se dieron al inicio de la administración, el reconocimiento del valor del equipo que conforma Radio y Televisión de Aguascalientes. Los menos culpables de los vaivenes políticos y las directrices de las administraciones en turno son los trabajadores, que a lo largo de 40 años, de una u otra forma, han cumplido con su trabajo. Hay personas en cada una de las áreas que son una verdadera garantía de una labor profesional. Y bueno, al final no nos queda de otra, sólo esperar que de verdad se dé ese cambio.
¿QUÉ FALTA? Mucho, lo más importante. En cuanto a producción hay una infinidad de temas que no se han tratado, pero valga mencionar dos que me parecen trascendentales en estos momentos: “Formación ciudadana” (que debe llevarnos a la formación política como “meta final”) y uno que nos lleve la “Educación para la recepción” (si bien este término se usó en los años 90 específicamente para la televisión, ahora cobra mayor relevancia por la cantidad de opciones de visionado de contenidos con los que contamos), que a su vez haga que el ciudadano tenga conciencia de sus derechos como receptor, como espectador. Falta además crear la figura del defensor de las audiencias, lo mismo que poner en marcha el Consejo Ciudadano. Hay mucho por hacer, y como lo dije en una entrega anterior, hay un voto de confianza, pero por lo pronto es menester decir que, una nueva programación no hace un nuevo canal.