Por Vicente Agustín Esparza Jiménez | Centro INAH Aguascalientes
La Estación del Ferrocarril y la Primera Locomotora Construida en Aguascalientes
RECORDAR ES no olvidar. El ferrocarril y los Talleres Generales de Reparación del Ferrocarril por mucho tiempo dieron identidad a los aguascalentenses. ¿Quién no tuvo un pariente ferrocarrilero?
LOS INICIOS del ferrocarril se remontan a los albores del siglo XIX, pero fue durante el Porfiriato (1876-1911) que se concretó la construcción de varias líneas ferroviarias, como la del Ferrocarril Central Mexicano, que se inauguró en 1884 entre México y Estados Unidos, y que pasaba por Aguascalientes hasta llegar a Paso del Norte (Ciudad Juárez, Chihuahua).
LA INAUGURACIÓN de esta línea férrea en Aguascalientes ocurrió el 22 de febrero de 1884, día en que arribó la primera locomotora a la ciudad y que representaba el progreso alcanzado hasta entonces. El acontecimiento mereció ser celebrado, por lo que días antes el Ayuntamiento por una iniciativa del gobierno del estado mandó a componer banquetas y empedrar las calles principales; recomendó a los habitantes que pintaran sus fincas; concluyó la nomenclatura de las calles, cuarteles y numeración de casas; mejoró el alumbrado público y limpió los paseos que existían.
EL PRIMER ferrocarril que pasó por Aguascalientes fue recibido a las 12 de la noche en la primigenia Estación del Ferrocarril (construida de madera) con música y vivas por el público asistente. Con el paso del tiempo y debido a la buena relación entre el gobierno del estado y la compañía del Ferrocarril Central, a partir de 1897 la empresa ferroviaria decidió instalar en Aguascalientes sus Talleres Generales de Reparación, mismos que fueron concluidos formalmente en diciembre de 1903.
PARA ESTAR a la altura de los nuevos talleres el día 20 noviembre de 1911 se inauguró la nueva Estación ferrocarrilera, que fue diseñada por el ingeniero italiano G. M. Bosso, quien utilizó para la construcción cantera de la ciudad de Querétaro y ladrillo de Monterrey, y todo lo concerniente al trabajo de fierro fue ejecutado en los mismos Talleres del Ferrocarril. El costo de la obra fue de 130 mil pesos y su estilo era americano con influencia hispánica. En la planta baja se localizaban dos salas de espera, una bodega para el equipaje, una oficina de express, un comedor y una cocina. En la planta alta se localizaban las oficinas del superintendente General de División, de despachadores, telegrafistas, jefe de Trenes, de Vías y otras oficinas de menor importancia.
CON LA nueva Estación y los talleres de Reparación trabajando en forma, el siguiente paso para sus trabajadores fue construir “desde el más diminuto tornillo hasta la más grande y delicada pieza de una locomotora”. Así que mecánicos, paileros y herreros desde fines del año de 1912 empezaron a trabajar en la elaboración del “bastidor” de la máquina, que fue obra de los señores Tirso Orellana y Evaristo Martínez bajo la dirección de los maestros Lorenzo Rodríguez y Silvestre G. Trujano.
EL DÍA domingo 27 de julio de 1913 a las 10 de la mañana se invitó a toda la población de Aguascalientes a la Estación del ferrocarril para presenciar el acto inaugural a cargo del gobernador Carlos García Hidalgo. Como lo muestran algunas fotografías de la época, miembros de la élite y del pueblo se dieron cita para figurar en tan significativo hecho. Antes, sus constructores posaron junto a su creación marcada con el número 40; ya en la Estación la muchedumbre se arremolinó ante la locomotora, algunos treparon a ella mientras el gobernador ofrecía su discurso: “Esa máquina, locomotora mexicana, flamante máquina hija de padres mexicanos y nacida en territorio mexicano, deberá llevar en la farola de la proa este nombre simbólico: ‘Alma Mexicana’”.
Fuentes: La Voz de Aguascalientes, 29 de noviembre de 1911. El Clarín, 26 de julio, 2 y 9 de agosto de 1913. Revista Ferronales, Noviembre de 1933. Fototeca AGMA.