* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
“¡ATRAPEN A LA VÍBORA!”…
El lunes 6 se filtró la información de que una demanda penal, interpuesta en la Procuraduría General de la República (PGR), en contra del locutor José Luis Morales Peña, mejor conocido como “La Víbora Morales”, había procedido y que el juez primero de Distrito, con sede en esta entidad, había girado orden de aprehensión en su contra.
Y sí.
La acusación en contra de José Luis Morales es por “operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa (lavado de dinero)”.
También se filtró que la orden de aprehensión en contra de Morales fue girada la tarde del pasado miércoles 24 de febrero, cuando todavía el heredero principal del magnate de la radio, Agustín Morales Padilla, alardeaba por la mañana en su noticiero:
“Estamos José Luis Morales y César Rojo, los únicos periodistas (sic) que aquí –en Aguascalientes– nos atrevemos a decir la verdad: nos persiguen nos atacan, nos calumnian, pero no le sacamos.
“He dicho y lo sostengo (que) para que me callen me tendrán que dar chicharrón, ni auditorías, ni amenazas, ni campañas en contra, ni difamaciones van a poder conmigo; para acabar con José Luis Morales sólo dándome ‘chicharrón’, no habrá de otra manera”.
Pero al día siguiente el “valiente” locutor ya no se presentó a conducir su noticiario (y hasta ahorita se mantiene escondido).
Entonces corrió el rumor –salido de entre los propios familiares de José Luis y de los trabajadores de sus empresas– que el autor de tal “infamia” era el exgobernador Carlos Lozano de la Torre “El Patrón”, en venganza por sus constantes señalamientos de corrupción que en su contra viene haciendo cotidianamente “La Víbora Morales”, en su noticiario.
Que en tal “persecución” estaba inmiscuido el exprocurador Felipe de Jesús Muñoz Vázquez “El Procurador de Hierro”, quien desde su importante cargo en la PGR, hacía tráfico de influencias para meterlo a la cárcel.
El propio locutor, desde su cuenta de Twitter expresó: “A quién le creen, a Carlos Lozano o a mí”.
Y muchos se fueron con la finta: “Son Carlos y Felipe de Jesús los autores, de la demanda por ‘lavado de dinero’ en contra de Morales Peña”.
Girada en ese miércoles por la tarde, la orden de aprehensión tenía visos de “sabadazo”, pero la información se filtró y rápidamente los abogados se movieron para interponer un amparo, amparo que perdieron y que puso a Morales en situación de “prófugo de la justicia”.
El lector preguntará: “Entonces, si no fue ‘El Patrón’ el que puso la querella en contra de ‘La Víbora’, ¿quién lo hizo?”.
Le contesto: El hombre al que Morales se refiere como el “más pendejo del mundo”:
Jorge López Martín “El Camorras” (aunque ayer lo negaba), diputado federal panista, no obstante que para José Luis, todavía hace un año, “El Camorras” era el blanquiazul más honesto de Aguascalientes, pero a partir de las elecciones del pasado 6 de junio de 2016, pasó a ser, para él, “el más odioso, traidor, desagradecido, hijo de la chingada, el pendejo más pendejo… de todo el planeta”.
En tiempo de elecciones, José Luis comenzó a humillarlo a través de su micrófono:
“Quisiera verlo en la calle para partirle su madre a ese chaparro odioso, al que ni su familia lo quiere, hijo de Tun Tun… me la pela Jorge López; él es narco, corrupto y el día que lo vea de frente le parto su madre. Ya me lo encontré al salir del juzgado, pero el hijo de la chingada en cuanto me vio corrió como los cobardes.
“Soy hidrocálido de toda la vida, he sido investigador, periodista (sic), empresario, sé lo que estoy diciendo porque además sostengo lo que digo a diario, yo no traigo escoltas como ellos, a mí no me protege nadie, yo solito me cuido”.
Se burlaba:
“Ya son varias las veces que me demanda, pero el pendejo no me ha ganado ni una y se lo vuelvo a decir: ese pendejo de Jorge López me la pela, yo no le tengo miedo a él ni a nadie, es pendejo entre los pendejos.
Y alardeaba:
“Yo me he enfrentado a gobernadores, presidentes municipales y diputados, a narcos muy poderosos, obispos y ¿sabe qué? ¡Todos me la han pelado! Porque tengo a uno de mi parte que siempre me defiende: “¡El Cristo Negro del Encino!”, no necesito otro guarura mas que él.
“Por eso les digo, todas las demandas que ha puesto en mi contra ese pendejo se las he ganado y se las voy a ganar a ese narco, ladrón, corrupto que es el enano Jorge López, que además mide algo así como un metro.
Y no paraba:
“A Jorge López le he dicho corrupto, ratero, mafioso, pero además pendejo porque le volví a ganar en los tribunales, o sea, Jorge López no da una, tiene muy malos abogados, ¡es un pendejo, pendejo, pendejo..!”
COLOFÓN…
Pues hoy, ese “pendejo” a quien se refiere José Luis Morales, lo tiene prófugo de la justicia y desde el 25 de febrero no ha agarrado su micrófono ni para decir: “Son… en este momento… las 7 de la mañana… en punto…”. Ese “pendejo”, pues, podría meterlo a la cárcel.
Por eso sus abogados siguen cabildeando en la Ciudad de México otro amparo, que le permita echar abajo la acusación de “lavado” de dinero y que, su multimillonario cliente, vuelva a decir a través de su micrófono:
“¿Ya vieron? Se los dije, a mí todos en el mundo me la pelan: gobernadores, narcotraficantes, alcaldes, diputados locales, diputados federales, obispos… ¡todos chinguen a su madre! ¡Menos Dios, a ese sí le tengo miedo, porque pues hasta el diablo me la pela!”.
Y CON ESTA ME DESPIDO…
Y mientras José Luis Morales vive escondido en algún lugar, esperando que alguno de los amparos interpuestos en contra de la orden de aprehensión que pesa sobre su cabeza lo proteja, el obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín “Ave de Tempestades”, una vez que Gobernación se la “peló”, vuelve a la cargada en contra de los casamientos entre homosexuales que tanto lo “lastiman”, porque: “¿Qué beneficios han traído las uniones entre personas del mismo sexo, que van en contra de la naturaleza y la ley de Dios ?”.
¡Ah esas quesadillas sin queso, que a la hora de su muerte se irán a padecer las llamas eternas del infierno, por desobedecer la ley de Dios!
Pregunto:
¿No tendrá otra cosa qué hacer el obispo en lugar de satanizar a los homosexuales y echarlos al fuego eterno cuando el señor los recoja (gulp)?
¿No podría el obispo, en todo caso, emplear ese tiempo en hacer algo en contra de los cientos de curas pederastas, que violan a niños y niñas que acuden a ellos en pos de una cercanía con Jesús, su representado en la Tierra?
* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 9).