El Teatro del Pueblo fue habilitado como tal en extenuante jornada nocturna de trabajo, que terminó hasta ayer con las primeras luces del día
A LA CONSTANTE zozobra que viven a diario los vecinos asentados en el andador peatonal de la calle Centenario, por saber si van o no a dormir esa noche o si van a permanecer en vela por los continuos escándalos en el prostíbulo Punto y Coma se sumó el ruidazo del miércoles pasado que hicieron los instaladores de los diversos equipos que se montarán en la plaza principal para su funcionamiento durante la Feria Nacional de la Guayaba, que se inauguró ayer.
LOS TRABAJOS citados incluyeron el montaje de vistosa y elevada estructura metálica en el perímetro del Teatro del Pueblo, lado sur de la plaza principal, que a decir de quienes viven en esa zona, muy cerca de esa construcción al aire libre, “el infernal ruido de taladros, golpes de martillo, música estridente a todo volumen no paró en toda la noche” y todavía siguió “al clarear el día”, dijeron.
LO BUENO, agregaron, es que al parecer los trabajadores de las diversas empresas que ofertan sus productos durante la temporada de feria no se dedicaron a combinar sus labores con la ingesta de licor o de la famosa “bebida de moderación llamada cerveza, de lo contrario imagínese usted el fiestonón nocturno que nos hubiera tocado”.
SOBRE LOS diversos expendios de cerveza que se van a instalar en el perímetro comercial de la plaza principal, corazón del Centro Histórico, dijeron que era un mal lamentable, más no necesario para que los feriantes pudieran disfrutar de los atractivos de la fiesta, pero reconocieron que es inevitable frenar los ríos de alcohol que van a correr en la verbena.
ANTE ESA conocida circunstancia mostraron sus reservas sobre si las autoridades van a enfrentar el agudo problema que les representará el fomento del alcoholismo durante los 12 días de feria o si solo se van a dedicar, como en otras ediciones de la fiesta, a la caza de los borrachitos nocturnos para esquilmarlos o remitirlos a barandilla y que cooperen con “la caja chica que tiene la Presidencia Municipal en la Policía Preventiva”.
COMO SEA, quienes vivimos en torno a la plaza principal, como todos los años de feria ha ocurrido, vamos a ser los más perjudicados porque ninguno de los dueños de esas cantinas ambulantes va a respetar el horario de cierre, y más si ven que nuestros jóvenes “están felices embriagándose”, solicitarán “la famosa extensión de horas de servicio” y entonces los escándalos de los ebrios van a ser hasta el nuevo día, no se diga en el prostíbulo Punto y Coma, porque es la zona roja más céntrica de la población y que funciona casi las 24 horas del día, a ciencia y paciencia de nuestras autoridades, aseguraron.
MIENTRAS QUE los locatarios del andador El Parián comentaron que en esta ocasión también se tiene a la vista “la cantina a cielo abierto” que representa el expendio de nevería ubicado en el lado norponiente de esa zona comercial, frente a la plaza principal, a menos de 100 metros de distancia de la Presidencia Municipal, porque cuenta con una licencia reglamentada al tenor de “cenaduría con venta de cerveza”.
QUIENES ACUDEN a esa nevería-cantina ni siquiera solicitan servicio de comida, dijeron, simplemente ordenan servicio de cerveza y se dedican a emborracharse a la vista de los peatones y de todas las personas que pasan por ese lugar y a decir de los locatarios “ofrecen un aspecto negativo al publicitado Pueblo Mágico” y por consecuencia el peor de los ejemplos a los niños que los observan degustando a pico de botella las espumeantes bebidas, pero esa condición de emborracharse en la vía pública pasa desapercibida para las autoridades y así va a ser los próximos días de feria.
POR OTRA parte y para concluir, el Ayuntamiento de Calvillo abrió un módulo de información y pago de parkimovil para resolver todas sus dudas, con horario de servicio de 8 de la mañana a 6 de la tarde y que está ubicado en la calle Hermenegildo Galeana, salida posterior del edificio de la Presidencia Municipal.
