Por Alfonso Morales Castorena
EN TANTO que para algunos ciudadanos, incluidos los militantes en los partidos de oposición, la implementación del Programa Parkimóvil que hizo ayer el panista presidente municipal, Francisco Javier Luévano Núñez, no deja de ser una medida recaudatoria y “negocio particular del alcalde próximo a emigrar al Gabinete del gobernador electo Martín Orozco Sandoval”, para otros sectores de la localidad, principalmente los locatarios del antiguo mercado, “la medida puede ser la solución a los conflictos viales que a diario se viven en la zona centro”.
AHORA CONTARÁN con los espacios públicos destinados a estacionamiento en los alrededores de ese centro de abasto, se delimitarán zonas de carga y descarga de mercancías, se ocuparán los lugares que eran apartados por los mismos locatarios para estacionar sus vehículos y “dejarlos ahí hasta por 10 horas” y por fin llegara a su fin la anarquía vial que todavía impera en ese sitio, señalaron los propios comerciantes.
ADEMÁS, ES posible que también se acabe con el privilegio que tienen los sacerdotes encargados de oficiar los ritos católicos en el Templo del Señor del Salitre, que tienen a su servicio, para su uso particular y como estacionamiento, toda una cuadra de la calle 5 de Mayo que comprende el tramo entre las calles Centenario y Colón, que en realidad no usan “porque carecen de vehículo”, pero tampoco le es permitido utilizarlo a automovilista alguno y en ese espacio se puede aplicar el programa virtual de los parquímetros, agregaron los locatarios.
EN CAMBIO ciudadanos de otro sector de la sociedad, entre los que figuran los comerciantes que usaban la vía pública como su estacionamiento particular para dejar sus vehículos varados por varias horas frente a sus negocios, dijeron disgustados que “con el programa citado Luévano Núñez solo busca continuar llenándose los bolsillos de dinero y ha invitado al negocio a su sucesor, el también panista, Adán Valdivia López”.
ALGUNOS DE ellos se mostraron sarcásticos con los comentarios que externaron en redes sociales, como Enrique Medina Pérez, quien redactó: “Genial…ahora todas las personas de las rancherías deberán tener celular con datos, excelente idea, lo mejor es que todos los turistas ya están enterados que si no descargan la app no se estacionan”.
Y EN BRUSCO cambio de tema, los comerciantes se molestaron con dos empleados de un expendio de comida, al descubrir que abandonaban el servicio público de sanitarios visiblemente trastornados por la droga que inhalaron y con toda la desfachatez del mundo se instalaban tras la barra para continuar atendiendo a la clientela.
EL PROBLEMA de la drogadicción en la comunidad es muy grave, dijeron los negociantes, más cuando afecta a su planta productiva, añadieron, y entre ellos mismos comentaron: “El día que no tengan trabajo, no van a tener dinero para comprar su vicio y entonces se van a convertir en vulgares delincuentes, ese asunto deben atacarlo directamente las autoridades federales con el apoyo del presidente municipal y no que ande pensando cómo enriquecerse a costillas del pueblo”.
CASI ENSEGUIDA nos hicieron llegar información sobre la detención del tristemente célebre José Manuel Arámbula Ramírez “El Meño” o “El Tablas”, de 38 años de edad, aquel que fue “Nalgueado” por los preventivos en septiembre de este año “sin motivo aparente, amenazado de muerte y desaparecerlo” y cuya denuncia aún duerme el sueño de los justos en las instancias respectivas.
“EL MEÑO” fue sorprendido por los preventivos “deambulando sospechosamente –según dice el boletín del caso– por el bulevar Valle del Huejúcar, entre las calles California y San Luis Potosí, en el fraccionamiento Popular ayer en la madrugada, interceptado, detenido y sometido a la revisión corporal de rutina”.
LOS UNIFORMADOS asentaron en su informe oficial que le encontraron a “El Meño” cinco gramos de la droga sintética conocida como “crystal” y por esa razón lo detuvieron y remitieron a las autoridades federales bajo cargos de posesión de metafetaminas, no sin antes que el vicioso tipo “ofreciera resistencia y los agrediera”, con intenciones de huir y refugiarse en su cercano domicilio de la calle Jalisco 401 en ese mismo fraccionamiento, “por lo que se vieron en la necesidad de responder a su ataque físico”.