Por Alfonso Morales Castorena
LA INSEGURIDAD que priva en la comunidad está cobrando diariamente su costosa factura a la sociedad, que aún reclama la constante presencia policiaca como garante de su tranquilidad, en el acto sale a relucir la indolencia y apatía de directivos y altos mandos de Seguridad Pública Municipal, para cumplir con su deber, en la opinión de comerciantes y residentes de la zona centro de la localidad.
PARA MUESTRA del nulo servicio de vigilancia que se dispensa al Centro Histórico, dijeron, la noche del lunes pasado y las primeras horas de ayer, los “cristaleros” se dieron el lujo de saquear cuatro vehículos que se encontraban estacionados en la calle Hermenegildo Galeana, en su tramo de Ignacio López Rayón a Ignacio Allende, en el mero corazón de la zona centro “y nadie vio nada”.
LOS LADRONES no se anduvieron por las ramas y antes de batallar por abrir los automotores, les destrozaron los cristales de las ventanillas para procurarse el camino a su interior y con toda la tranquilidad del mundo, a sabiendas que los preventivos jamás recorren esas calles, casi desmantelaron cada vehículo que dañaron.
ENTRE LOS artículos que se robaron figuraron principalmente los equipos de sonido, los acumuladores y en algunos de los casos, hasta la llanta de refacción con todo y su rin, se llevaron y cuando sus víctimas descubrieron su labor de zapa, ya habían desaparecido muy orondos y satisfechos con el botín que lograron.
ALGUNOS DE los afectados se emborrachaban en el cercano prostíbulo Punto y Coma desde hora temprana del lunes anterior, otros, se divertían en el billar que se localiza a un lado de ese sitio y más de uno daba por concluidas sus actividades como comerciantes de dulces, empleado de la farmacia cercana o del expendio de pan, que cerraban sus labores entre las 11 y las 12 de la noche, pero que ninguno de ellos descubrió la presencia de los amantes de lo ajeno, hasta que intentaron abordar sus vehículos para volver a casa.
LA LABOR de los hampones, según opinaron dos de los afectados, tuvo, además de la ausencia policiaca, la complicidad de la oscuridad reinante en ese sector del primer cuadro de la ciudad, que aún cuando se exigió a Alumbrado Público la dotación del servicio necesario, su petición jamás fue atendida y las consecuencias de esa irresponsabilidad laboral no se ha hecho esperar.
SIN EMBARGO, dijeron, el controvertido presidente municipal Francisco Javier Luévano Núñez, aprovecha cada escaparate que le es posible para publicitar su administración como una de las mejores en los últimos seis años, sin ver que la realidad es otra y que la sociedad no lo califica de esa manera, salvo sus lamebotas e incondicionales.
COMO SUCEDIÓ ayer en la mañana, cuando convocó a sesión de su gabinete y del Comité de Pueblo Mágico que preside María del Refugio de Lara, para agradecerles el apoyo que le brindaron al frente de la alcaldía e invitar a los integrantes del comité referido “a que sigan aportando todo su esfuerzo a la siguiente administración, en beneficio del ya famoso Pueblo Mágico en el que han convertido a Calvillo”, al tiempo que se diseñaban las estrategias a seguir durante del 2017, para tal fin.
EN ESA MISMA reunión, Luévano Núñez, anunció la inauguración del primer teatro al aire libre que tendrá la población, que se ubicará en el Centro de Estudios Municipales para los Adultos (CEMA) e iniciará sus actividades el próximo viernes 11 de los corrientes con una jocosa obra corta y con la presentación de bailes regionales y el debut de un grupo musical, tipo banda, integrado por alumnos de la tercera edad del mismo CEMA.
SIN EMBARGO, en cuanto la ciudadanía conoció el motivo de tal reunión, los comentarios adversos no se hicieron esperar y uno de los más insistentes refería que en lugar de “despedirse de sus subordinados, debería cumplir con su deber y ordenar la clausura inmediata del prostíbulo Punto y Coma, que trabaja como compacta zona de tolerancia en el Centro Histórico con una licencia reglamentada como restaurant-bar, pero como su explotación le deja buenos pesos para su bolsillo, se hace de la vista gorda, junto con su socio, el inepto jefe de Reglamentos Municipales, Juan Roberto Delgado González”.