Por Alfonso Morales Castorena
PARA LOS vecinos radicados en el entorno donde se asienta el prostíbulo Punto y Coma, la noche del sábado pasado fue una más de sus constantes desveladas a causa del infernal ruido que impera en ese infecto lugar, pero ahora con la variante de que fue “amenizada con música en vivo”, como ocurrió el pasado fin de semana “donde un guitarrista hizo su show a todo volumen” hasta casi el amanecer.
COMO EN ese fin de semana citado, tampoco en este hubo autoridad alguna que se dignara atender las reiteradas quejas de los somnolientos y desvelados vecinos, máxime que la estridencia del fenomenal ruido y alboroto musical “se escuchaba al menos a tres cuadras de distancia y la redonda de ese lupanar”, afirmaron tanto la airada ama de casa Otilia Pérez como su vecina Lucita Torres.
AMBAS COMENTARON que no era posible que la usufructuaria de esa emborrachaduría, Edith Cristina de Lara Martínez, hiciera gala de la descarada protección que le brindan el inmoral presidente municipal, Francisco Javier Luévano Núñez, y el ignorante y no menos corrupto jefe de Control Reglamentario y Regulación Sanitaria, Juan Roberto Delgado González, que sigue al pie de la letra las instrucciones de su “socio” para “no molestar a la señora”.
DIJERON QUE ahora ya ni se molestaron en seguir insistiendo en que la Policía Preventiva acudiera en su apoyo, porque a la primera llamada telefónica que hicieron a la corporación para que “sus uniformados confirmaran el ruidazo musical que se escuchaba” simplemente la telefonista colgó el aparato telefónico y cortó la comunicación.
EL VOLUMEN de la música con la que se ambientaba el prostíbulo Punto y Coma era tan elevado que fácilmente se podía escuchar a no menos de tres cuadras de distancia y era lógico que para los trasnochadores fuera la atracción para que acudieran “en busca de placeres a esa ya conocida pequeña zona roja” que funciona hasta el amanecer cada fin de semana en pleno corazón del Centro Histórico.
AHÍ MISMO, entre comerciantes establecidos frente al prostíbulo y los irritados vecinos radicados en sus cercanías, salió a relucir el tema de los futuros “parquímetros digitales” que comenzarán a funcionar a partir del lunes 14 de este mes, de los que dijeron que solo van a proporcionar el lugar que buscan los asistentes a ese lupanar para estacionar sus vehículos sin problema alguno, porque todo mundo está reacio a usarlos y que como su servicio nocturno va a ser gratuito, la zona centro se va a convertir en un gigantesco estacionamiento toda la noche.
PERO ESA circunstancia les llevó a ser un tanto optimistas, porque señalaron que ahora sí se va a tener vigilancia policiaca y ni modo que los preventivos no vayan a escuchar el infernal ruido que proceda del prostíbulo, para que cuando menos obliguen a Edith Cristina de Lara a que modere su escándalo y deje dormir al vecindario.
SOBRE EL particular, la comerciante Beatriz Loera Esparza dijo: “Pues sí que quieren dinero, eso es no tener vergüenza, no hay suficientes estacionamientos y los que vamos de fuera damos hasta tres vueltas para encontrar lugar; felicidades autoridades de Calvillo, cómo no nos arreglan las calles, las tenemos llenas de baches y en donde vivo, puras piedras y tierra y está pegado al bulevar, no tienen vergüenza, no cabe duda que primero es el dinero y después el humanismo, qué poca” POR SU PARTE, Martín Loera se refirió al asunto del complejo religioso que se va a construir en la comunidad Cerrito de la Cruz, cuya colocación de la primera piedra fue bendecida por el obispo José María de la Torre Martín y señaló que “no está mal, pero desde que se empezó a mezclar política y Clero, muchísima gente empezó a dejar de creer en la religión católica porque los políticos usan la Iglesia para robar y piensan que la Iglesia hace lo mismo”, retirándose enseguida a continuar con sus labores del día.