Por Luis Arturo Sosa Barrón
* Retrato Post Mortem de Propaganda; el Caso del Retrato de Juan Chávez
A la memoria de José Barrón González y Jacinta Cardona Trujillo
LA FOTOGRAFÍA, más que un invento tecnológico como tal, ha sido aprovechada de diversas maneras por el ser humano, pues su naturaleza de captar momentos “exactos” permite apropiarse de un momento “tal cual”, al menos dejando de lado el hecho de que el fotógrafo puede manipular el resultado, sin embargo, pese a que tiene dicha capacidad, el resultado en sí podría considerarse apegado a cierta “realidad”, así que no está de más insistir en que:
“LA FOTOGRAFÍA como producto químico es inocente, pero funciona sólo como un intermedio neutro entre lo que se fotografía y el que manipula la cámara, que es quien, a partir de intenciones conscientes o inconscientes, elige el encuadre y hace la toma”. (1)
SE MENCIONA en el párrafo anterior que la fotografía ha sido aprovechada de diversas maneras, entre ellas destacan las que buscan legitimar, por ejemplo, algunos regímenes, o bien, otras que parten ya sea de intenciones del fotógrafo o por encargo de un cliente, a su vez existen otras que se ejercen una vez el resultado –la fotografía– está listo. Dentro de estas últimas destaca la del uso preservador de la memoria. En ocasiones anteriores resalté que:
“DENTRO DEL carácter mismo de la fotografía para preservar el recuerdo “más exacto” de los acontecimientos, que hasta cierto punto parece recoger perfectamente las formulas culturales del siglo en que nació, existe o se desarrolló un género… muy particular, la fotografía post mortem”, (2) o en su defecto, mortuoria.
AHORA BIEN, hay que tomar en cuenta que fotografía no es lo mismo que un retrato, ya que la fotografía es el resultado químico y físico de un proceso realizado a través de un aparato ya sea el daguerrotipo, o bien, una cámara por un lado, mientras que por otro es una técnica artística. El retrato, de manera básica sin ahondar en disertaciones, debemos entenderlo como:
“PINTURA O efigie principalmente de una persona. Descripción de la figura o carácter, o sea, de las cualidades físicas o morales de una persona. Aquello que se asemeja mucho a una persona o cosa”. (3)
CON BASE en esta definición, se puede entender que un retrato tiene como fin, al menos de manera general, representar o plasmar lo más fidedignamente las cualidades físicas o morales de una persona. En el aspecto físico, son más que obvias pues a simple vista se pueden observar, y vamos, dejando nuevamente de lado la intervención del fotógrafo es perceptible este tipo de características, que en el caso de las cuestiones morales, ya que éstas son representadas a través de diferentes elementos iconográficos que conllevan una serie de significados que en su momento son incluidos porque se tiene la idea de que se entiende, pero con el paso del tiempo esos valores cambian o se le dan otros significados.
PARA EL caso de los adultos hay que mencionar que a su vez se divide en dos categorías; la primera, que podría definirse como la fotografía post mortem “clásica”, el retrato durante el sepelio o el entierro, que es el más conocido; el segundo, es el que denomino retrato de propaganda, en donde entran las fotografías de bandidos, rebeldes, reos o revolucionarios ejecutados con el objetivo de dar un escarmiento al pueblo, que sí bien hay casos en los que no se ha comprobado que las fotografías explícitamente se publicaran con esas intenciones, el hecho de darle la importancia de generar un retrato post mortem podría tener esta finalidad.
PARTIENDO DE lo anterior, cabe mencionar que lo que caracteriza a una fotografía o retrato de este tipo va a ser: 1) La persona o personas retratadas sean ajenas a la ley: bandidos, revolucionarios, rebeldes, cuatreros; 2) La fotografía va a ser tomada directamente tras su ejecución, nunca en el sepelio ni en el entierro; 3) El cadáver va a ser exhibido públicamente para dar un mensaje al pueblo, objetivo que se va a complementar con la fotografía, pues después de un tiempo el cadáver va a descomponerse por lo que tendrá que ser sepultado por sanidad a lo que el retrato va a sustituir la exhibición directa del mismo.
El Retrato de Juan Chávez
JUAN CHÁVEZ es un personaje de la historia de Aguascalientes y sus alrededores, famoso por haber sido uno de los tantos bandidos característicos del siglo XIX en México. Dicho personaje sería a su vez gobernador del estado entre el 21 de Diciembre de 1863 hasta finales de febrero de 1864, esto por designación del general francés Aquiles Bazaine, en el contexto de la segunda intervención francesa en México, sin embargo pasaría a la historia como un famoso bandolero.
A LA FECHA son escasos los estudios sobre la vida de Chávez, y a su vez, la información que lo rodea está más del lado del mito y la leyenda que de lo histórico, sin embargo, en el acervo documental del fallecido profesor Alejandro Topete del Valle de la Biblioteca Pública Central Centenario Bicentenario existe un retrato post mortem.(4)
DICHO FOTOGRAFÍA se tomó aproximadamente entre finales de febrero y principios de marzo de 1869, esto tomando en cuenta el hecho de que Chávez murió a mano de dos de sus compañeros cuatreros y no a manos de la autoridad estatal. Es un retrato de tres cuartos en dónde podemos observar al cadáver sentado de Chávez vistiendo un pantalón blanco, saco café, un chaleco negro, camisa blanca y pañoleta. En el pecho se pueden apreciar dos orificios ensangrentados, que se presume fueron de lanza, lo que sería la causa de muerte de Chávez.
EN EL CASO del retrato de Juan Chávez, sí bien cumple con las dos primeras características propuestas para identificarla como un retrato post mortem de propaganda, cabe seguir ahondando sobre las condiciones en que se manejó el cadáver así como en las que se produjo el retrato, lo cual sigo investigando, pero de momento podemos decir que, incluso pese a que a Chávez no lo ejecutó la justicia, puede considerarse como un ejemplo de retrato de propaganda.
Notas
1. Martínez Delgado, Gerardo, “Elite, proyecto urbano y fotografía. Un acercamiento a la ciudad de Aguascalientes a través de imágenes, 1880-1914.” en Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales, N° 67, Enero-Abril, 2007, pp. 145-146.
2. Sosa Barrón, Luis Arturo, “Angelitos retratados: La fotografía post mortem infantil de finales del siglo XIX y principios del XX” en Horizonte Histórico. Revista semestral de los estudiantes de la licenciatura en Historia, N° 11, Enero-Junio, 2015, p. 18.
3. Diccionario de la lengua española, México, Real Academia Española, 2014, Tomo II, p. 1916.
4. Agradezco al maestro Vicente Agustín Esparza Jiménez del Centro INAH Aguascalientes, ya que fue él quien me habló de dicho retrato, y a su vez me proporcionó una reproducción digital del mismo.
* Estudiante del 9° Semestre de la Licenciatura en Historia de la Universidad Autónoma de Aguascalientes