Por Alfonso Morales Castorena
COMO DICE la conseja popular “tarde, pero sin sueño”, hasta ayer en la mañana y luego de que los habitantes de las comunidades de Malpaso, El Cuervero, Potrero de los López, Llano de los López y Tepezalilla, permanecieran sin servicio de agua potable en sus hogares, el Organismo Operador del Sistema de Agua en Calvillo (OOSAC) se dignó “informarles” las causas del desabasto del vital líquido.
LA DEPENDENCIA asegura en comunicado oficial, que hizo circular en redes sociales y en los volantes que distribuyó entre los molestos usuarios, que un incidente ocurrido en el pozo profundo y el tanque elevado de la comunidad de Malpaso dio al traste con el bombeo y, por consecuencia, con el abasto de agua en toda esa amplia zona Surponiente del Valle del Huejúcar.
ESE INCIDENTE, sin que explique su origen, tipo o clase, propiciará escasez del vital líquido durante los próximos días –tampoco precisa cuantos– pero en cuanto la falla sea corregida se reanudará el abasto de agua a todas esas poblaciones.
ESO SÍ, AFIRMA que está trabajando a marchas forzadas para solucionar el problema a la mayor brevedad posible y que tiene la esperanza de que para este fin de semana “todo esté resuelto y no vuelva a faltar el agua en los hogares de los usuarios”.
SU POSTURA de indolencia para informar en tiempo y forma del desabasto del químico en esa zona de la cabecera municipal levantó severas críticas en las redes sociales, como la que hiciera un ama de casa: “Ya tenemos una semana sin agua y así vamos a seguir quien sabe hasta cuándo, pero eso sí Javier Luévano anuncia más obras cuando ya se va y se olvida de solucionar los problemas más urgentes que tenemos”.
LUEGO CRITICARON que entre los “múltiples negocios” que hizo el alcalde y no le redituaron ganancia alguna están las luces subterráneas de ornato que había tendido alrededor de la plaza principal y que por las noches ofrecían un espectáculo agradable a los ojos de propios y extraños, al proyectar su luz a los edificios del Centro Histórico, pero que solo funcionaron por espacio de una semana y que así como aparecieron, así desaparecieron, de la noche a la mañana.
NOS ASEGURARON que, como en lugar de generarle utilidad alguna, su uso le causaba una erogación municipal elevada por el consumo de energía eléctrica, mejor dispuso que se retiraran y que el gasto que se realizó para habilitar las banquetas como receptáculo de las bases de los reflectores lo pudo haber fincado en alguno de los varios rubros de egresos de la Alcaldía o simplemente disfrazó ese hecho con “una obra de beneficio social” para embolsarse el dinero y luego dejar la reparación de las banquetas a la próxima administración.
AHORA ESOS hoyos en las banquetas son utilizados por los peatones como pequeños contenedores de basura, haciéndole la competencia a las “olvidadas fuentes de ornato, secas y malolientes”, que se encuentran alrededor de la plaza principal y del andador peatonal de la calle Centenario, donde incluso los comerciantes ahí establecidos “las usan como tiradero del agua que utilizan para asear sus negocios” y aparte del pésimo aspecto que ofrecen a los ojos de quienes visitan el llamado Pueblo Mágico, invaden el ambiente con sus nauseabundos olores.
PERO TODO eso no parece importarle al controvertido Javier Luévano, máxime que ya va de salida y que ahora “sus incondicionales lo están promoviendo para que se integre al Gabinete del gobernador en turno, Martín Orozco Sandoval” y aunque sólo conozca el campo de golf, se diga que va que vuela a la titularidad de la Sedrae “cuando de la problemática del medio rural no sabe absolutamente nada”, terminaron diciendo nuestros inconformes interlocutores.