Por Alfonso Morales Castorena
ANTE EL embate de los criminales extorsionadores telefónicos y el clima de terror que han sembrado en el estado, principalmente en las comunidades del Valle del Huejúcar y su cabecera municipal, las autoridades preventivas, contrario a su costumbre, lanzaron la voz de alerta a la ciudadanía para que no caiga en sus redes y señalaron que no debe responder a las llamadas telefónicas provenientes de los número 347 111 14 03 y 395 103 63 72.
EL PRIMERO de ellos proviene de la población de San Miguel El Alto y el segundo de la ciudad de San Juan de los Lagos, ambos en el estado de Jalisco, de cuyos números telefónicos los desalmados criminales realizan las llamadas de engaño para intimidar a quienes les respondan con causarles el mayor daño posible y de esa manera consumar la extorsión telefónica.
LA DIVULGACIÓN de los números telefónicos de donde proceden las falsas llamadas fue bien vista por la sociedad, muchos de cuyos integrantes ya cayeron en las redes de esa clase de malvivientes y a punto estuvo de hacerlo uno más el martes pasado, que gracias a sus compañeros de oficio, comerciantes como él, no cayó en el garlito y dejó con un palmo de narices a quienes pretendían estafarlo, como lo atestiguamos en esa ocasión.
ASÍ QUE ya lo sabe, no se deje engañar y si acaso recibe llamada telefónica de cualquiera de esos dos números, cuelgue de inmediato, localice a sus familiares y denuncie el caso a las autoridades correspondientes, según se asienta en el aviso que la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), hizo circular ayer en la población.
EN TORNO a este mismo asunto, los comerciantes en general señalaron que esa es la causa de la numerosa presencia policiaca en calles de la comunidad, el patrullaje que han realizado en las diversas carreteras que comunican preferentemente la zona poniente de la región y la sobrevigilancia que tienen con los puestos de control que instalaron en las cercanías de las congregaciones de los Jáltiches.
AHORA ESPERAN que esa misma presencia policiaca sirva de algo para inhibir un poco la actividad comercial de las emborrachadurías Punto y Coma y Al Pariamm, establecidas en el corazón del Centro Histórico, así como las que se localizan en la periferia del mismo y que los uniformados controlen los escándalos de los borrachos parroquianos.
SOBRE TODO, dijeron los mismos comerciantes, porque al tratarse de un fin de semana bastante atractivo por los eventos que se realizan en la plaza principal, “la más céntrica de todas las cantinas”, Al Pariamm, establecida en la zona norte del Teatro del Pueblo, a menos de cien metros del mismo y del templo del Señor del Salitre, va a contar con el espacio público necesario para atender a los asistentes que deseen degustar “esa bebida de moderación” al aire libre y a la vista de viandantes y participantes en esos festejos.
TEME QUE al cierre de esos eventos y ya bajo el influjo de las bebidas embriagantes, los ebrios parroquianos “vean moros con tranchete” y que perdida toda cordura protagonicen las consabidas riñas y que por tratarse de una “cantina al aire libre”, ésta ni siquiera sea objeto de sanción alguna, mucho menos de clausura, como suele suceder en las emborrachadurías tradicionales, aquellas que se explotan en locales cerrados.
MIENTRAS QUE quienes radican en el andador peatonal Centenario, esperan que al menos por este fin de semana, la usufructuaria del prostíbulo Punto y Coma, Edith Cristina de Lara Martìnez, no haya sido beneficiada por “sus protectores oficiales”, el presidente municipal Francisco Javier Luévano Núñez y el jefe de Control Reglamentario y Regulación Sanitaria, Juan Roberto Delgado González, con el consabido permiso de la extensión de horario y concluya su ilegal actividad al filo de la madrugada “para poder descansar algunas buena parte de la noche”.
AUNQUE REFIRIERON que aún a “puerta cerrada”, los borrachos parroquianos, entre hombres y mujeres, no se miden en cuanto a la escandalera que hacen y hasta a “la afanadora del antro” le da por hacer uso del famoso karaoke para lanzar al aire y a todo volumen del micrófono, sus agudos gritos que quiere semejar “el bel canto” y lo único que consigue es “mantenernos despiertos a todos nosotros”, afirmaron las amas de casa Lucita Torres y Otilia Pérez y añadieron que “ni siquiera pensar en pedir ayuda policiaca, los preventivos solo se burlan de nosotros”.