Por Alfonso Morales Castorena
MIENTRAS QUE para los bebedores “sociales” y no “sociales”, cantineros y dueños de este tipo de negocios, los focos rojos de baja de consumo se encendieron enseguida y temen la ausencia de clientes, para los vecinos radicados en las inmediaciones del prostíbulo Punto y Coma, la noticia no pudo ser más esperanzadora para recobrar la calma, tranquilidad y seguridad de que gozaron no hace muchos años.
TRASCENDIÓ EN voz de Juan Pueblo que a partir de ayer quedaba prohibida, a nivel nacional, la venta de las famosas bebidas alcohólicas bautizadas como “bombas”, “perlas negras”, “infartos” y “blues bulls”, signada en convenio por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), el pasado 5 de octubre en la Ciudad de México.
LA MEDIDA se tomó, de acuerdo a los enterados del tema, ante los riesgos que las bebidas citadas representan para la salud de los bebedores, la dependencia que causan y cuya ingesta puede llegar a causar la muerte o alteraciones de salud irreversibles.
ENTRE LOS efectos que su consumo provoca, señalaron, se cuentan el insomnio, la ansiedad, una sudoración excesiva, arritmia cardiaca y en su caso más severo, trastornos graves de la frecuencia cardiaca que deriven en infartos cardiacos fulminantes o lesiones físicas de consecuencias severas.
PERO TAMBIÉN en casos menos complicados y de fácil control médico, el consumo de esas bebidas pueden llegar a causar vómitos incontrolables y constantes, intoxicación alimenticia de leve a moderada, según la cantidad de líquido ingerida, así como cuadros frecuentes de náuseas y se recomienda a mujeres embarazadas, a personas sensibles a la cafeína, a menores de edad y a quienes sufran de padecimientos cardiacos, se abstengan de consumirlas para no poner en riesgo sus vidas.
ASÍ QUE en cuanto la noticia de la prohibición decretada por ambas dependencias federales, cuya inobservancia aparejará multas hasta de un millón de pesos, los ojos de los calvillenses se volvieron a la cantina del famoso Chuy Bombas y enseguida a los antros La Catrina, El Foco Rojo y se centraron en el prostíbulo Punto y Coma, en donde en este último se sirven ese tipo de “bebidas energizantes” y en los tres primeros, “las bombas” y los “blues bulls”.
LA PROHIBICIÓN de comercializar ese tipo de bebidas alcohólicas, de acuerdo a la población, no va a frenar de ninguna manera el creciente alcoholismo que se registra en este Pueblo Mágico, que incluso cuenta con el pomposo recorrido llamado “La Ruta de las Cantinas”, pero cuando menos puede considerarse que va a frenar un poco la agresiva conducta de quienes las consumían y por lo tanto los escándalos al punto ebrio, van a venir a la baja, al menos así lo consideran los ciudadanos.
Y PARA NOSOTROS, quienes tenemos de vecino al prostíbulo Punto y Coma, esa medida de nada nos sirve, salvo que la usufructuaria de la licencia reglamentada expedida a nombre de Jesús Serna Esparza, Edith Cristina de Lara Martínez, ofrezca a sus clientes las bebidas alcohólicas tradicionales, incluida la cerveza, continuando impunemente la explotación del antro, al amparo de la protección que le brindan sus socios, el corrupto presidente municipal, Francisco Javier Luévano Núñez y su “socio”, el inmoral jefe de Reglamentos, Juan Roberto Delgado González.
SEÑALARON QUE no hace falta que la lenona suspenda la venta de las bebidas ahora prohibidas, para que sus borrachos clientes hagan el escándalo de siempre, ya ebrios se olvidan de las buenas costumbres y modales y las consecuencias de su estado etílico no se hace esperar…”ojalá por esta ocasión nos equivoquemos y nos dejen dormir en paz”, terminaron diciendo.