Por Alfonso Morales Castorena
SE ESTIMABA que la nueva emborrachaduría disfrazada de “cenaduría con venta de cerveza” de reciente aprobación de licencia reglamentada, iniciara actividades a todo vapor ayer en la tarde-noche y su propietario se ajustara a los lineamientos que se le puntualizaran para otorgarle el cambio de giro comercial y cumpliera con el cierre de actividades a las 23 horas, como quedara estipulado en el acta de la sesión de Cabildo del martes 20 de los corrientes.
DE LO CONTRARIO, en opinión de los comerciantes establecidos en el andador El Parián y de la calle Centenario, no solo se procedería al cierre del nuevo centro de reunión de ebrios, sino que además se cancelería la licencia reglamentada, porque otro de los “candados” impuestos por los regidores le impide tener acceso a “una extensión de horario” y “la cenaduría con venta de cerveza” tiene que cerrar sus puertas como lo mandata el documento oficial del caso, a las 11 de la noche.
PERO UNO de los comerciantes externó sus dudas al respecto y señaló que “a cambio de unos pesos” el dueño de la nueva “cantina al aire” libre, Gerardo Ortiz, va a “tener su extensión de horario y trabajará hasta la una de la mañana del domingo 25 de este mes”.
NO CREEMOS, dijeron, que la lenona Edith Cristina de Lara Martínez, que regentea el prostíbulo Punto y Coma, vaya a permitir la competencia que le vaya a representar “la cenaduría con venta de cerveza”, su lupanar –que también se encuentra en plena zona centro – ya arrastra el infame prestigio de ser “una pequeña zona de tolerancia en el Centro Histórico”, punto de reunión de homosexuales y prostitutas que “trabajan en ese sitio hasta el amanecer” y no es lógico pensar que “no va compartir con nadie los buenos ingresos que obtiene por la venta del alcohol y del oropel de amor que ofrecen sus amigas las suripantas, a sus clientes”.
ESA ES LA fuente económica que le permitió “comprar a Javier Luévano” porque la actividad comercial de ese centro de vicio en el corazón del llamado Pueblo Mágico, equiparable a las 24 horas del día, ha sido denunciada en incontables ocasiones por quienes tienen la mala fortuna de radicar en ese andador peatonal, apenas a unos metros de distancia del prostíbulo, que se quejan por “los ruidosos y mayúsculos escándalos que proceden de esa casa non santa”, pero jamás han sido escuchados.
POR ESO, el silencio que guarda el ya declarado corrupto presidente municipal, Francisco Javier Luévano Núñez, para atender las demandas de sus gobernados y la postura de indolencia y complicidad que presumen sus subordinados, entre los que figuran el jefe de Reglamentos Municipales, Juan Roberto Delgado González y sus verificadores, lleva a afirmar a los afectados que “el alcalde y sus empleados están comprados por la lenona dueña del negocio” y en última instancia y en la máxima expresión de su corrupta conducta “son socios del prostíbulo” y por eso jamás van a “matar a la gallina de los huevos de oro”.
ME RECORDARON que no olvidara que en la administración de Francisco Javier Luévano Núñez, la corrupción, el fomento del alcoholismo y la prostitución fue su característica principal; que él mismo fue atrapado por el alcoholímetro cuando parrandeaba en Aguascalientes y que aún cuando se cambió el nombre, al final de cuentas fue identificado como el borracho presidente municipal de Calvillo y ni así se salvó de ser detenido y sancionado “nos imaginamos que la multa fue pagada por su protegida Edith Cristina de Lara”, concluyeron nuestros entrevistados.