Por Alfonso Morales Castorena
UN NUEVO temor de continuar soportando la nefasta actividad del prostíbulo Punto y Coma en la zona comercial del primer cuadro de la población se hizo patente en el ánimo de los comerciantes y vecinos radicados en esa área del andador peatonal de la calle Centenario, al iniciar septiembre, por las tradicionales fechas que contiene, referentes al inicio y consumación de la Independencia de México, nos comentaron varios de los afectados.
SU TEMOR se basa en la escandalosa celebración que organizará la usufructuaria de esa casa non sancta, Edith Cristina de Lara Martínez, para captar un mayor número de parroquianos. Festejará a todo volumen cada una de las fechas del llamado Mes Patrio y promocionará con atractivos planes publicitarios y de consumo la estadía de borrachos y prostitutas en el local.
SOLO QUE, en su muy particular apreciación, aquí se va a correr el riesgo de que pueda presentarse un siniestro colectivo de consecuencias fatales para los asistentes e incluso para la misma mujer, porque el negocio no tiene garantía de seguridad de ninguna especie, no cuenta con salidas de emergencia por estar ubicado en el segundo piso de un edificio de tres plantas, tiene nada más una sola puerta destinada a entrada y salida, con escalinatas metálicas y sus ventanas al exterior son pequeñas y muy frágiles.
ESO ES EN cuanto a la estructura de su piso de atención a clientes, porque como vende alcohol y tiene material, equipo y mobiliario altamente flamable, al ocurrir un incendio por causas diversas, los asistentes no estarán en condiciones de huir de esa situación de riesgo, primero por el estado de ebriedad en el que pudieran encontrarse y enseguida porque solo tendrán una salida para escapar y las consecuencias de ese imprevisto pueden ser catastróficas.
AL RESPECTO, Jesús Gutiérrez Martínez, segundo de abordo en Protección Civil Municipal, señaló que hasta la fecha no se ha realizado inspección alguna en ese prostíbulo “porque nadie lo ha solicitado y para ello se requiere de la petición o exigencia expresa de la Secretaría de Gobernación y del Ayuntamiento o de Control Reglamentario y Regulación Sanitaria.
REFIRIÓ QUE motu proprio, Protección Civil Municipal no está autorizada a realizar inspección alguna sobre las condiciones de seguridad personal y colectiva que cada negocio debe tener para garantizar a sus clientes la permanencia en su local, libre de todo riesgo, a menos que se trate de una empresa que maneje material flamable a la vista, explosivos o pólvora, porque su manipulación sí representa un riesgo permanente para la sociedad en general.
POR SU PARTE los comerciantes señalaron que es obligación de la Secretaría de Gobierno y del Ayuntamiento solicitar a las dependencias municipales competentes que rindan dictámenes técnicos de cada negocio, referentes a que el inmueble en el que se pretende establecer el giro correspondiente reúna las características que establece la reglamentación municipal en materia constructiva.
ADEMÁS, DEBEN verificar que el inmueble cumpla con los requisitos de seguridad, salubridad, comodidad e higiene; que su ubicación no afecte la vialidad en el perímetro circundante al lugar del establecimiento y se cumpla con lo previsto en el plan de Desarrollo Urbano Municipal.
PERO LO más importante que señala el artículo 1770, en su inciso IV, es que el sitio debe contar con las instalaciones de acústica, que evite ruidos o sonidos excesivos que causen molestia a los vecinos; y esto último, tanto el presidente municipal, Francisco Javier Luévano Núñez, como su cómplice y tapadera de sus corruptelas, “el dueño temporal” de Control Reglamentario y Regulación Sanitaria, Juan Roberto Delgado González, “se lo han pasado por el arco del triunfo”, no se diga su nuevo aliado, el exdefensor de los Derechos Humanos en el estado, Omar Williams López Ovalle, hoy flamante titular de Gobernación Municipal, dedicado a defender las transas del alcalde Javier Luévano.
Y SIN ESPERANZA alguna de que el problema social que viven desde hace más de tres años lo resuelva su corrupto alcalde, ya se preparaban para retirarse a temprana hora a sus respectivos domicilios “antes que soportar la escandalera que va a imperar desde hoy y hasta el lunes próximo, sobre todo porque es fin de semana y de quincena y van a correr ríos de licor en el prostíbulo”.