Por Alfonso Morales Castorena

Francisco Javier Luévano Nuñez, ha unido a todo Calvillo... en su contra

Francisco Javier Luévano Nuñez, ha unido a todo Calvillo… en su contra

LA INDIGNACIÓN que nos atosiga por comprobar la descarada protección que el corrupto alcalde Francisco Javier Luévano Núñez brinda a la dueña del prostíbulo Punto y Coma, Edith Cristina de Lara Martínez, se soluciona despojándose de la corrupción que lo cobija para demostrarnos que está del lado de la justicia y el orden, que nadie está por encima de la ley y disponga de la aplicación del código de Control Reglamentario y Regulación Sanitaria al titular de esa dependencia, Juan Roberto Delgado González, señalaron los miembros de la Unión de Locatarios de esa céntrica arteria.

 SE DEBE actuar a la voz de ya, antes de que por el estado de ebriedad de quienes asisten a ese prostíbulo ocurra un suceso de consecuencias fatales, es necesario que se instrumenten los operativos de supervisión y vigilancia que se tienen en el olvido y que hacen que los inspectores de Control Reglamentario no cumplan con su trabajo y por el contrario participen de los bacanales que a puerta cerrada se desarrollan en ese lugar.

 NO ES POSIBLE que por la serie de denuncias públicas que hemos realizado, sólo se haya dispuesto de un operativo de verificación y vigilancia en este mes, cuando todos conocemos que desde el jueves de cada semana y hasta el domingo por la mañana, los escándalos en el prostíbulo son el pan nuestro de los fines de semana, señalaron una vez más.

 RECORDARON QUE en esa ocasión, en el antro Punto y Coma los verificadores de Reglamentos Municipales descubrieron embriagándose a varios menores de edad y solo se concretaron a formular una irrisoria multa, en lugar de clausurar el negocio por la descarada actividad ilegal en la que incurrió al permitir el acceso a los adolescentes, no respetar el horario de servicio y ser causa de ruido y escándalo.

 DIJERON QUE los mismos verificadores tampoco sometieron a revisión a los parroquianos para comprobar que ninguno de ellos era portador de armas de ningún tipo y clase, drogas de cualquier índole u objetos prohibidos, simplemente elaboraron la sanción administrativa, ordenaron a los menores de edad que abandonaran el lugar y se retiraron conchudamente, sin que exigieran a la dueña que “cerrara porque ya era de madrugada”.

 ASÍ QUE para que la fiesta de cada antro o cantina, restaurante-bar o prostíbulo se lleve en paz, este día acudiremos a la presidencia municipal a exigirle a nuestro presidente municipal que ordene a su jefe de Reglamentos y a su director de Seguridad Pública dispongan de lo necesario para realizar el operativo de verificación y supervisión en todos y cada uno de los negocios que exploten una licencia reglamentada, comprueben que no trabajan al margen de la ley y que de ser así procedan en consecuencia y que si es necesario llegar hasta la clausura, que se haga y no les tiemble la mano.

 PERO SI acaso el alcalde Luévano Núñez se niega a recibirnos, acudiremos entonces a su secretario de Gobernación y del Ayuntamiento, Omar Williams López Ovalle, para que en su nombre instruya a nuestro jefe de Reglamentos, Juan Roberto Delgado González, “a cumplir con su trabajo” y se olvide también de proteger a su subordinado Madaleno N. N., que explota un expendio de cervezas las 24 horas del día, en una tienda de abarrotes que montó en su casa de la comunidad de Las Pilas y que presume ser intocable, concluyeron su exposición los indignados comerciantes.