Por Carlos Alberto Sánchez Villegas.
* Una Vida de Poesía: Amado Nervo
“Lloras a tus muertos con un desconsuelo tal, que no parece sino que tú eres eterno” (1)
Este texto pretende despertar el interés en uno de aquellos grandes personajes que en ocasiones quedan un poco enterrados bajo el polvo de la historia: Amado Nervo. Su vida, su gran historia de amor y su dolor por su Amada Inmóvil, constituyen una vida que bien pudo haber sido tomada de una gran novela literaria, y que sin embargo se escribieron en nuestra realidad, en nuestra historia.
Amado Nervo es uno de los grandes poetas de la literatura mexicana, es uno de esos poetas que saben impactar el alma de sus lectores simplemente con la sinceridad de su letra. Nació en Tepic en 1870 y desarrolló su actividad literaria y laboral durante la época del Porfiriato, periodo que como sabemos auspició el campo de las artes donde se destacó la pintura, la escultura, la literatura, entre otras actividades. (2)
Nervo se trasladó a Zamora, Michoacán, donde estudió por varios años en el seminario hasta 1886. Estuvo a punto de seguir una carrera eclesiástica pero decidió volver a su hogar en Tepic, donde desarrolló el hábito por la escritura colaborando en diarios locales. Fue en 1890 cuando se traslada a la ciudad de México y comienza en forma una carrera literaria; sus primeras novelas y poesías se pueden encontrar en la revista Azul, dirigida por Manuel Gutiérrez Nájera, con quien entabla una estrecha amistad.
Se formó en el ámbito periodístico, mismo que lo llevo a la ciudad de París en 1900 como corresponsal del diario El Imparcial, este hecho se puede enmarcar como el acontecimiento más importante de su vida personal y profesional, convivió con grandes escritores del periodo, como Rubén Darío. En su vida personal conoce a la mujer que sería el gran amor de su vida, Ana Cecilia Luisa Dailliez, una relación que se prolongaría hasta 1912, cuando una enfermedad repentina acabó con la vida de Ana Cecilia, un hecho que dejó marcado de por vida a Nervo; su vida se trasformó en una poesía y no precisamente de alegría, producto de esta pérdida nace una de las obras más importantes en la poesía hispana: La amada inmóvil, fue escrita en 1912, pero publicada de manera póstuma hasta 1922, una obra cruda y sincera que convierte el dolor en una expresión plena de la belleza, con el nombre de su amada Ana Cecilia impregnado en cada letra, en cada verso, en cada página.
Su obra se inserta en el Modernismo, este nuevo género que nace junto con el siglo XX. A lo largo de su carrera Nervo regaló a la literatura mexicana grandes obras como Perlas Negras (1898), Los Jardines Interiores (1905), Místicas (1898), entre otras más, es uno de los poetas mexicanos más importantes del Porfiriato. (3)
Junto con su carrera literaria también desarrolló su vida en el cuerpo diplomático mexicano. Se desempeñó como ministro en países como España, Argentina y Uruguay, en los años de la Revolución Mexicana fue destituido de su cargo al igual que todos los representantes acreditados en el extranjero. En esta época, posterior también a la muerte de su Amada Inmóvil, publica Serenidad (1917), Elevación (1918), y en el mismo año Plenitud, sus obras de mayor profundidad y sentimiento.
En 1919 Nervo residía en Montevideo, Uruguay como ministro plenipotenciario, llamado una vez más para servir en el cuerpo diplomático de su país, pero en la mañana del 24 de mayo el gran poeta murió, Uruguay rindió un homenaje de honor al escritor mexicano, su cuerpo fue trasladado por mar a México y sus restos fueron depositados en la Rotonda de los Hombres Ilustres.
Un poeta sin igual, un personaje que su vida entera fue una poesía: a punto de tomar el sacerdocio, giró su vida a la literatura, la poesía, la novela y el género periodístico, sus bastiones. La diplomacia fue otra de sus grandes vocaciones.
Notas
- Ideario de Amado Nervo, publicado en la obra Serenidad, de 1917.
- Nervo, Amado, Antología poética e ideario de Amado Nervo, Editores Mexicanos Unidos, México, 1987, pp.5-6.
- http://www.biblioteca.org.ar/libros/152996.pdf, consultado el 26 de julio del 2016.
* Carlos es de origen aguascalentense, tiene gran fascinación por los libros, el café, la fotografía, y las disciplinas de las ciencias sociales, en un futuro tiene como objetivo destacar como historiador, y líder de opinión en el ámbito político y social. Por último espera que para acompañar la lectura de esta columna disfrutes del sabor de una buena taza de café.