Por Alfonso Morales Castorena
AL RETOMAR la sociedad el paso cotidiano de sus actividades, pasada la alarma que generó el envenenamiento masivo de vacas y el relevo en el mando de su Policía Preventiva, como que las aguas empezaron a tomar su nivel en ambos aspectos: los carniceros por fin volvieron a ver la suya al desplazar algunos kilogramos de carne de res y los ciudadanos tuvieron respuesta a sus reclamos de seguridad y vigilancia.
EN ESTE último tema se llevaron la sorpresa de conocer por voz del mandamás de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, Eduardo Bahena Pineda, que en el estado no existe actividad de delincuencia organizada, mucho menos que su presencia se refleje en delitos de alto impacto, al tiempo que reconocía la actividad de los llamados poquiteros amantes de lo ajeno, es decir de aquellos que delinquen por necesidad, que vienen siendo los adictos y los ni-nis.
A LOS PRIMEROS no les importa afectar a sus semejantes con tal de agenciarse los artículos de valor que necesitan para “cambiarlos por las drogas a los que son adictos o venderlos al mejor postor y con el dinero que obtienen, adquirir sus dosis de estimulantes”; en tanto que a los segundos su falta de ingresos los lleva a usar el intelecto para obtener efectivo sin tener que trabajar y continuar con su vida de ocio de siempre, a ambas clases de pillos se les olvida que pueden llegar a viejos y no van a tener ni quien les tienda la mano, mucho menos condolerse de su triste situación.
PUEDE SER que las autoridades de su lugar de origen, aquellas que estén gozando de las mieles del poder, quieran apoyarlos en el declive de su existencia, pero se antoja bastante difícil que lo hagan, sobre todo conociendo que papá gobierno esgrime la ley del azadón y no da paso sin huarache. Esa interrogante se plantearon ayer en la mañana varias personas, sobre todo individuos de respetable edad, que acudieron a “consulta al aire libre” con los optometristas Ervin Ariel Gracia Romero y Rubí Villalobos, a su consultorio provisional instalado frente al atrio del templo del Señor de las Angustias, en la plaza principal, “para realizarse el examen gratuito de su vista”, como lo anunciaban en una sección de la lona que levantaron.
FUIMOS TESTIGOS de la atención que recibían, a todas luces se trataba de una pareja de profesionales en su ramo, tenían a la mano todos sus utensilios de trabajo, la clásica cartulina para el examen a la distancia de la visión del paciente, los lentes intercambiables de graduaciones distintas, la armazón de las gafas, sus estuches y el recetario en el block médico del caso.
ASÍ QUE mientras la joven atendía a un paciente, su compañero Ervin Ariel nos explicó que se trataba de una brigada de optometristas, que a iniciativa del DIF Municipal, tiene a su cargo una campaña en salud visual para el apoyo de la comunidad, que prestará sus servicios los días 14, 15 y 16 de este mes y el 28, 29 y 30 del mismo, en horario de trabajo de diez de la mañana a dos de la tarde.
EL OBJETIVO es dotar, a quien así lo requiera y a costos accesibles, de los lentes graduados del caso para que mejore su visión, sin que se vea obligado a pagar consulta alguna y los costos que se manejan van desde 400 pesos los más económicos, hasta mil 500 pesos los más caros, pero estos precios pueden variar de acuerdo a la calidad de armazón y tipo de mica graduada que solicite el interesado o interesada, como nos comentó el optometrista.
LOS COSTOS que manejamos, continuó diciendo, representan para el paciente hasta un 70 por ciento de ahorro en su compra, sobre todo si tomamos en cuenta que la consulta es gratuita y que para la fabricación de sus lentes graduados no se le solicita anticipo alguno, como ocurre en otros gabinetes del ramo, tanto en las ciudades como en los municipios, mostrándose satisfecho por la numerosa demanda que han tenido sus servicios y que espera que así continúen hoy y el próximo fin de semana.
LUEGO NOS dimos a la tarea de recorrer el mercado Francisco Guel Jiménez para enterarnos por voz de los carniceros si ya se regularizó la venta de carne de res, una vez que las autoridades sanitarias informaron que el estado de alerta que generó el envenenamiento de vacas por pollinaza contaminada, había pasado a segundo término.
EN APARIENCIA el desplazamiento de ese producto cárnico tiende a la normalidad, pero todavía hasta ayer en la mañana, las amas de casa se mostraban cautas en cuanto a su adquisición y optaban por comprar otro tipo de comestibles, ante la impotencia de los carniceros por convencerlas de lo contrario y refunfuñaban por lo bajo: “la burra no era arisca, la hicieron”.