Por Alfonso Morales Castorena
SI ACASO las autoridades del ramo agropecuario siguen montadas en su macho y dándoles atole con el dedo a los ganaderos que intentaron engordar vacas con pollinaza envenenada, pueden saltar chispas, rayos, truenos y centellas en la reunión que ambas partes sostendrán este día en la casa de los calvillenses, a la una de la tarde.
LOS GANADEROS, y me parece que la sociedad en general, están cansados de recibir las mismas promesas de apoyo de cuanto ente gubernamental consultan y más cuando de antemano saben que “tienen que compartir lo mucho o lo poco que reciben” con quien tiene la obligación de velar por su bienestar, “o se ponen a mano o no hay ayuda” y esa circunstancia no es de hoy, ha existido toda la vida.
YA LO DECÍAN los críticos actores políticos Chucho Salinas y Héctor Lechuga “la corrupción somos todos”, pero aclaraban “se ve, se observa a la distancia y desde muy lejos, que el botín principal está en el campo” y no se referían al de golf o a un empastado para la práctica de cualquier deporte, sino al medio rural del país.
LA PRUEBA más clara la tenemos en el caso actual, donde 80 ganaderos resultaron afectados por el envenenamiento masivo de sus hatos vacunos, se habla de que cayeron mil 280 reses y de ese total, la compañía aseguradora que administra el famoso CNOG a los afiliados del SINIIGA “solo quiere pagar indemnización por 600 vacas muertas”, del resto que “las autoridades estatales y federales se hagan cargo”.
PERO RESULTA que las primeras de estas dos últimas instancias, primero dijo que sí, vía su secretaría del ramo a cargo del exdiputado federal priísta, J. Pilar Moreno Montoya, y las segundas, por conducto del delegado de la Sagarpa, lo imitaron y parecía que todo marchaba sobre ruedas, que los ganaderos iban a recibir el pago de su imprudencia, que las dependencias que los aglutinan cumplirían “sus promesas” al pie de la letra y todos felices y contentos.
SÓLO QUE en cuanto se conoció el importe del daño a cubrir, ambas instancias dieron marcha atrás, la estatal con el pretexto de que “ya estaban cerradas todas las operaciones financieras por el próximo cambio de estafeta y no había dinero para cubrir tamaño boquete rural” y las segundas porque “el segundo recorte presupuestario anunciado por Gobierno Federal, le bajó las pilas y las reservas de la lana destinada a este tipo de siniestros”.
POR ESO decimos que la reunión de este día será decisiva para solucionar el conflicto, si ambas partes continúan defendiendo sus posturas no se va a llegar a arreglo alguno y los ganaderos ya amenazaron con efectuar marchas, mítines, plantones y hasta recurrir a las famosas “huelgas de hambre”, si no reciben “la indemnización prometida por las autoridades” y amagan con no detener sus manifestaciones “hasta que se nos resuelva nuestro asunto”, nos dijeron algunos afectados que solicitaron la omisión de sus identidades “porque luego la toman contra nosotros”.
EN OTRO orden de ideas, ayer en la mañana y para beneplácito de los habitantes del fraccionamiento El Mirador, entró en funcionamiento el nuevo pozo de agua potable, en cuya rehabilitación tripartita se invirtieron dos millones 88 mil 603 pesos con 20 centavos y como dicen los jilgueros oficiales, “va a beneficiar a varias colonias de la periferia”.
POR SU UBICACIÓN trabajará para la mejora del abasto del vital líquido del mismo fraccionamiento, así como el colindante llamado El Guayabo y en forma indirecta al de la colonia Adolfo López Mateos, uno de los asentamientos humanos que cuenta con el mayor número de pobladores.
ESTE NUEVO pozo viene a sustituir a otro que se encontraba por la misma zona, pero que ya había resultado insuficiente para el creciente número de viviendas, como dato adicional diremos que el anterior se encontraba entre los fraccionamientos el Guayabo y el Mirador y tenía una capacidad de bombear 0.8 litros por segundo.
AHORA TIENE una capacidad de almacenaje de más del doble, gracias a un tanque elevado y cuenta con un sistema de bombeo más eficiente, que, aunque usted no lo crea, es de cinco litros por segundo, así que ya no habrá excusa alguna para justificar la falta del vital líquido en ese sector de la cabecera municipal.
SI ES AFICIONADO a los números, le diremos que la inversión que se empleó para la rehabilitación del pozo fue de manera tripartita, en la que el Gobierno Federal aportó la cantidad de un millón 420 mil 250 pesos y 18 centavos; el Gobierno del Estado cooperó con 334 mil 176 pesos y 51 centavos, a través del Instituto Nacional del Agua (Inagua) y la administración municipal actual apoquinó esa misma cantidad y a disfrutar de sus beneficios…recuerde el antiguo slogan publicitario que decía: “El agua es vida, no la desperdicie”.