Por Luis Ángel Vargas Reynoso

* Debate Historiográfico Sobre las Reformas Borbónicas

EN LOS últimos meses he estado transcribiendo una serie de fuentes del siglo XVII y XVIII, como parte de un proyecto multidisciplinario al que fui invitado a participar. Los documentos que se me proporcionaron para su paleografía resultan interesantes, pues detallan casos sobre disputas de tierras, aguas y esclavos a mediados del siglo XVIII en la zona ribereña de Chapala.

LO ANTERIOR me llevó a recordar y reescribir un contexto general sobre el periodo, con el fin de entender algunos indicios y elementos judiciales que se presentan en las fuentes, las cuales se archivaron en la Real Audiencia de Guadalajara. En un marco general, a mitad del siglo XVIII se promovieron las llamadas Reformas Borbónicas. Si nos apegamos a la definición de “reforma”, en términos sencillos se trata de rehacer algo ya establecido, en este caso, leyes y políticas que daban rumbo a los territorios de la corona española (incluyendo México). Son “Borbónicas” porque fueron decretadas y puestas en marcha por el rey que provenía de la casa de Borbón, quienes sustituyeron a los Habsburgo. Vamos por partes para que lo anterior se entienda de mejor manera.

LA SITUACIÓN de España en el siglo XVIII no era muy diferente a la de la época medieval, aún se encontraba bajo el antiguo régimen apoyado por los Habsburgos, pero cuando los primeros monarcas borbones llegaron al trono tomaron una serie de medidas para modificar esto, “para ello participaron (Felipe V y Fernando VI) en los conflictos internacionales de su época e implantaron un programa de renovación social, económico y político en España”. (1)  Estos reyes promovieron las reformas para lograr una mejor cohesión política y económica en la metrópoli. Pero más que nada, buscaron la forma de acceder al comercio colonial, para ello debían destituir a los poseedores de los monopolios comerciales en América; el poder real buscaba otras opciones para no alterar de manera drástica la economía de España.

PARA LO anterior, José del Campillo y Cosio propuso una serie de ideas que dieron base a la mayor parte de las reformas aplicadas en las colonias: primero mantener la administración colonial bajo una inspección exhaustiva; segundo, despojar de las tierras a los criollos que no las trabajan; tercero, creación de un comercio de importación y, finalmente, un incremento del intercambio comercial con América mediante la abolición del monopolio del puerto de Cádiz.

José de Gálvez, promotor de las Reformas Borbónicas en América

José de Gálvez, promotor de las Reformas Borbónicas en América

FUE DURANTE el mandato de Carlos III en donde España vivió un periodo de expansión y prosperidad, debido a que su base política se apoyó en la alianza entre su reinado y la burguesía española. También fue aquí cuando comenzaron aplicarse las reformas borbónicas, cuando “el gobierno de Carlos III inició la política de ajustes que requerían las instituciones y hegemonía española en el exterior”. (2) Para llevar a cabo los planes de las reformas en la colonia de Nueva España, Carlos III designó a José de Gálvez como visitador general el 20 de febrero de 1765. Gálvez tuvo una gran importancia dentro de este periodo, no sólo logró su tarea como Visitador General a pesar de las trabas impuestas por el virrey el marqués de Cruillas, así como el de ser intermediario en los conflictos personales entre éste y el mariscal Juan de Villalba, sino que también disolvió varias rebeliones que fueron el resultado de la entrada en vigor de las reformas borbónicas y de la expulsión de los jesuitas.

EN LA NUEVA España, al contrario de los principios rectores de los Habsburgos basados en la doctrina de Santo Tomás, la cual decía que la sociedad  y el orden político están regidos por leyes naturales al parecer irrefutables, “los borbones decidieron implantar unos proyectos más ambiciosos como: reforma del aparato administrativo de gobierno, recuperación de los poderes delegados a las corporaciones, reforma económica, y mayor participación de la colonia en el financiamiento de la metrópoli”. (3)  Ángeles Gálvez Ruiz señala en su obra que “la centralización y la uniformidad en la administración de sus territorios y más en el fondo aún, era la necesidad de un elemento intermedio entre el gobierno central y los territorios que integraban la Monarquía, un elemento cuya función fuera la de defender u ejecutar las directrices de aquél”. (4) Por lo tanto un objetivo muy importante para los borbones fue el cancelar un gobierno e imponer otro.

HAY AUTORES que no están de acuerdo con esta posición centralista sobre las reformas borbónicas; sus perspectivas se enfocan más en la revisión del término “centralismo” y en su aplicación desde la historiografía. Ya veremos lo que esos otros autores tienen qué decir al respecto.

Notas

1. Masae Sugawara, “Reformas borbónicas y luchas sociales (1763-1810)” en, Enrique Semo (coord.), México un pueblo en la historia. México, Ed. Alianza, E. M. 1989, pp. 11-101.

2. Ibidem, p. 22.

3. Enrique Frloescano y Margarita Menegues, “La época de las reformas borbónicas y el crecimiento económico (1750.1808)”  en: Historia General de México Versión 2000. El Colegio de México. Centro de Estudios Históricos. México, 2002, pp. 365-388.

4. María Ángeles Gálvez Ruiz. La conciencia regional en Guadalajara y el gobierno de los intendentes (1786-1800). Guadalajara, México, Ed. UNED, 1996, pp. 1-59.