Por Alfonso Morales Castorena
HARTA MOLESTIA y escozor causó en el gremio ganadero la decisión de quienes están al frente de las asociaciones que los aglutinan, de solo pagar a unos cuantos la cifra que ampara el seguro catastrófico ganadero por cada res envenenada y a ellos – a los más pobres, dijeron – mandarlos con cajas destempladas en busca de “a ver quien los ayuda”.
SE LAMENTARON que solo los elegidos por su bonancible economía o séase a sus compañeros de oficio que disfrutan de una economía sana, los van a premiar con más dinero del que ya tienen para que “recuperen parte del patrimonio que perdieron y criticaron que siempre pasa de esa forma, a los que más tienen, más se les da y a nosotros que “solo perdidos nuestras diez vaquitas no vamos a recibir nada”.
APARTE DE que criticaron la postura de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG) por su falta de tacto para invitar a la reunión del martes pasado al presidente de la Asociación Ganadera Local de esta comunidad, Juan de Jesús Valdivia Hernández, para enterarlo de la solución parcial del siniestro que enfrentaron.
SEÑALARON QUE se sintieron abandonados por su dirigente, sin que conocieran la realidad de su ausencia y que esa circunstancia propició que el delegado de la dependencia, Ernesto de Lucas Palacios, que fue el que llevó la voz cantante en la reunión que se celebró en el salón de juntas de esa dependencia, diera por concluido el grave asunto, afirmara que “ya todo estaba controlado” y que solo a quienes estuvieran inscritos en el Sistema Nacional de Identificación Individual Ganadera (SINIIGA), se les iba a liquidar el importe del seguro catastrófico del caso, que por cierto es administrado por la CNOG que preside Salvador Álvarez Morán.
AHORA LOS 37 ganaderos que no van a recibir el apoyo que requieren de esas organizaciones, para resarcirse de las pérdidas vacunas que sufrieran, buscarán el auxilio de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroempresarial del Estado (SEDRAE) que preside el ex diputado federal priista, J. Pilar Moreno Montoya, quien prometió “no dejarlos solos en este asunto, ni abandonarlos a su suerte”.
ADEMÁS DE que no cejarán en su intento de exigir el ejercicio de la acción penal en contra del ex legislador federal por el Partido Acción Nacional (PAN) Raudel López López, por haber sido el promotor y vendedor único en toda la región del Valle del Huejúcar, de la pollinaza contaminada, a sabiendas del daño que causaría al gremio ganadero de la región “pero el inmoral político metido a comerciante ha desaparecido”, como nos lo aseguraron varios de los afectados.
EN TEMA aparte, nos encontramos sendos avisos en varios edificios públicos, en los que el migrante Luis Alberto Ramírez solicita la colaboración de la ciudadanía para recuperar cuatro pasaportes que “se le extraviaron en una noche de farra y alegría que se corrió en el tristemente célebre bar La Catrina”.
TRES DE esos documentos fueron expedidos a su nombre y el cuarto a nombre de su compañera sentimental, Karina López, pero cuando recuperó la cordura “no recordaba el lugar donde los extravió”, ofrece recompensa económica a quien los haya encontrado y se los devuelva.
Y CAMINO a la sede panista, de pronto escuchamos un fuerte estruendo cercano a nosotros y al dirigirnos a indagar el asunto, nos encontramos con un accidente vial bastante aparatoso, provocado por el exceso de velocidad, un montón de escombro apilado en el centro de la calle Vicente Guerrero y la falta de pericia de quien manejaba el automotor.
PARA FORTUNA de este desconocido chofer, que se llevó buen susto, en el percance que causó solo derribó una pared de ladrillo que circundaba un corral y salvo los daños materiales, el asunto no pasó a mayores y todo quedó en que se responsabilizaba del daño causado y nada más.
SUSTO TAMBIÉN el que se llevaron los habitantes de vieja casa de más de 130 años de haber sido construida y no porque se viniera abajo por lo antiguo de su edificación, sino porque le cayó encima añoso árbol, del tipo laurel de la India, que también tenía lo suyo, más de 100 años de edad y una altura aproximada a los 30 metros.
LA LEÑOSA ya no resistió más el paso del Padre Tiempo y terminó por rendirle tributo la noche del martes anterior y en su caída se llevó el tendido de energía eléctrica, causó el apagón general en vasta zona poblacional de la comunidad Presa de los Serna y obligó a los bomberos municipales, a su intervención, a la evacuación de los moradores de la finca dañada, antes de que otra cosa pasara.
LUEGO VENDRÍAN los trabajos de limpieza y retiro del viejo laurel, de sus ramas que abrazaban las casas aledañas del lugar en el que cayó y de las labores de reparación del tendido de energía eléctrica, cuyo suministro quedó restablecido hasta ayer en la mañana a las 9 horas y la vida continuó normal en esa comunidad.