* UNA, DOS Y… ¡TRES! ¡COMENZAMOS!
¿POR QUÉ LOS NERVIOS?
Ya se veía venir y el pasado lunes 13, Lorena Martínez Rodríguez anunció lo que los partidos PRI, PVEM, PT y Panal decidieron: impugnar la elección para gobernador@, “porque hubo varias y graves violaciones a la ley electoral y a nuestra Carta Magna”, entre ellas la intromisión del Clero, al grado de que si “Juárez viviera, se volvería a morir”, tronó Lorena ante una multitud de seguidores que la vitorearon, en la explanada del PRI.
De inmediato Paulo Gonzalo Martínez López “El Perro”, presidente estatal del PAN, convocó a “urgente” rueda de prensa para defender el “triunfo de Martín” y denostar a Lorena, demostrando por qué él mismo se impuso el mote de “El Perro” (más chingón que el de don Julián).
Pero, bueno, si en la panadería están seguros de que la gubernatura no fue como lo reconoció Martín Orozco Sandoval un “regalito del cielo”, ¿por qué están harto nerviosos?
Vuelvo a insistir, la impugnación que en una horas van a presentar la coalición “Aguascalientes Grande y Para Todos”, está dentro de la ley, por eso, en 2004, Carlos Lozano de la Torre impugnó el triunfo de Martín Orozco a la alcaldía de Aguascalientes y, no sólo eso sino, que se dijo “robado” y organizó grandes marchas y plantones para defender lo que él percibió.
En 2010, en la lucha por la gubernatura de Aguascalientes sucedió cosa parecida entre Lozano de la Torre y Orozco Sandoval, pero fue a la inversa: el que impugnó fue Orozco, que perdió la elección ante su entonces “odiado rival”.
Luego vinieron las denuncias penales en contra de Orozco por “ejercicio indebido del servicio público y tráfico de influencias”, que lo llevaron a prisión.
Amparado, Martín ganó una curul en la Cámara de Senadores, y entonces su fuero lo volvió intocable y así ganó la elección del domingo 5 para luego, el domingo 12, ser declarado por el Instituto Estatal Electoral (INE) “gobernador electo”.
AHORA SON “AMIGOS”…
Dice el refrán que “del odio al amor hay un solo paso”, y así sucedió con Martín y Carlos, pues en cuanto el PAN nombró al primero candidato a gobernador, comenzó un “sospechoso” flirteo entre ambos, que terminó en romance, situación que en la Panadería celebraron a rabiar con porras y reconocimientos para “El Patrón”.
Bueno, hasta Jorge López Martín “El Camorras”, antipriísta hasta la médula, celebró con gusto la inesperada “amistad” entre el priísta y el panista.
Y de plano se encendió la llama del amor: Carlos invitó a Martín a Japón, viaje oficial de “agradecimiento a los nipones” y, en comunión con el panista, declaró a la prensa y medios de comunicación que la posible impugnación de Lorena no tenía razón de ser, que la autoridad ya había declarado el triunfo de su nuevo cuate: que no lo hiciera, y felicitó al “vencedor”.
Ver para creer.
Pero bueno, si los “dueños de Aguascalientes” están convencidos de que la impugnación no tendrá éxito alguno, ¿por qué entonces les da ñáñaras?
Dejen que el proceso electoral siga su curso legal, no se pongan nerviosos, no hagan corajes, “calladitos se ven más bonitos”, dicen los chavos de hoy, porque basta recordar lo que anticipó Lorena ese lunes 13:
“No promoveremos movimiento o protesta alguna que afecte la vida de los ciudadanos”, sí leyó bien el lector:
“No promoveremos movimiento o protesta alguna que afecte la vida de los ciudadanos”, y la raza presente le aplaudió a rabiar.
TIRAR LA PIEDRA…
Y esconder la mano.
Sí, eso fue lo que hizo el obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín “Ave de Tempestades”, en su declaración de ayer miércoles, al no reconocer su intromisión en las pasadas elecciones.
Sólo le recuerdo a su “eminencia” que mentir es “pecado”.
Qué pronto se le olvidó aquella conferencia de prensa en la que estuvo respaldado por connotados empresarios, en la que invitaron a no votar por los partidos que fueran en contra “de la familia”.
Otra: ¿ya se le olvidó a monseñor lo de los perritos?, ¿lo de los invertidos?, ¿lo de que “los homosexuales y lesbianas no irán al cielo”, ¿lo de que el presidente Peña “sin duda no es papá, o es papá de hijos ajenos?
Dicen que los de Jalisco son muy machos y de palabra respetada y respetable, ¿por qué entonces echa por la borda la fama de sus paisanos?
DIGAN LO QUE DIGAN…
La realidad es que “Chemita”, al igual que muchos obispos se metieron hasta la cocina en el reciente proceso electoral; a continuación lea el lector lo que externó el obispo de la prelatura Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo:
“La Iglesia católica no tiene ningún partido, pero cuando hay un partido que no tiene los mismos valores, por ejemplo, la defensa de la familia o de la vida, la Iglesia tiene la obligación de decir no voten por ese”.
Otra.
La siguiente la externó el obispo de Culiacán, Jonás Guerrero:
“Hace poco el presidente de México se declaró a favor del matrimonio gay, y a pesar de que varios lo aplaudieron hay quienes arquean las cejas a su nueva postura y hasta ponen en entredicho su orientación sexual. ¿No será que anda buscando un Gavioto en vez de una Gaviota?”.
Haga el lector sus comentarios.
Y CON ESTAS ME DESPIDO…
La raza está tan adentrada en la impugnación, que poca importancia le ha dado al fallecimiento político de “Los González”, padre e hijo:
Felipe González González y Felipe González Ramírez, “finas personas” por todos conocidas.
Pero lo malo de estos “fallecimientos políticos” es que “Los González” arrastraron al borde de esa tumba al partido Movimiento Ciudadano, cuyos dirigentes nacionales se deslumbraron con la inmensa fortuna de los “Rockefeller de Aguascalientes”, creyendo que “el de las nalgas al revés” le metería el billete necesario con el que su cachorro, González Ramírez ganaría la elección a la Presidencia Municipal de Aguascalientes, y el MC regresaría a ser la tercera fuerza política del estado.
¡Válgame!
No fue así, el exgoberladrón, si bien le metió a la campaña de su primogénito varios millones de pesos, creyendo además que con su sólo apellido retacaría las urnas de votos a su favor, se llevó el chasco de su vida.
Fracasó totalmente y, su mala fama, una cruz muy pesada, la carga su primogénito que ya rebasa los 44 años de edad.
“¡Oh Dios!”.
Su cachorro fue el candidato a la alcaldía que menos votos sacó, tanto, que el MC está a punto de perder localmente su registro y decirle adiós a las prerrogativas.
Los millones de pesos que recibían se les fueron de las manos por confiar en el hijo de un hipócrita represor, que no sólo les impuso un presidente local “corrupto e inepto”, sino que hasta dividió el partido: la naranja la partió en dos y le sacó todo el jugo que rápido se evaporó.
“Felipillo” y “Felipillito”, son cadáveres insepultos, apestan, políticamente hablando, y es que el patriarca fue, en los años que mamó de la política (1998-2004), un ente que se manchó las manos de sangre de gente inocente, sedujo a una de sus “ahijadas” con la que tiene dos hijos a los que les niega su apellido, por lo que están registrados como hijos naturales, es decir, “no tienen padre”: todo por el qué “dirán”, pues el “señor” presume ser “Caballero de Colón”, miembro del “Opus Dei” y “Legionario de Cristo”, pura ultra derecha.
Así acaban los que se ensañan con el pueblo, los tiranos, sátrapas, exgoberladrones, corruptos, rateros, represores… ¡ojetes!
* (Columna publicada inicialmente en el semanario hermano TRIBUNA LIBRE el pasado jueves 16).